ABC MADRID 15-09-1987 página 23

MARTES 15- 9- 87- INTERNACIONAL -ABC, pog. 23 Cautela enWashington ante La URSS espera obtener una un posible acuerdo de desame cumbre Reagan- Gorbachov Estados Unidos anuncia un nuevo misil Nueva York. José María Carrascal Tanto Shultz como Shevardnadze se muestran cautelosamente optimistas sobre las posibilidades de alcanzar un acuerdo de desarme que abra las puertas a una cumbre Reagan- Gorbachov. Pero en modo alguno seguros. Al mismo tiempo, se anuncia un nuevo misil convencional norteamericano mucho más preciso. Hemos venido a remangarnos ía camisa y trabajar dijo el ministro de Asuntos Exteriores soviético ai llegar a Washington. Trabajo no va a faltarle. Tiene ante sí tres días de conversaciones con su colega Shultz, más una audiencia con Reagan, al que trae un mensaje personal de Gorbachov. No es un secreto lo que tratarán: cerrar el acuerdo, negociado en Ginebra, para la eliminación de la cohetería media nuclear en Europa. Por cierto que los norteamericanos, según anunció ayer el propio presidente Reagan, han presentado allí un nuevo borrador, a fin de sajvar, dijo, los últimos escollos. Especialmente el de las verificaciones, que se mezclan con el lío armado entre los cohetes de alcance medio (entre 2.500 y 5.000 kilómetros de alcance) y los de alcance corto (entre 500 y 1.000 kilómetros) que de aspecto son prácticamente iguales. Como los primeros iban a prohibirse y los segundos a permitirse, quiere evitarse el cambiazo con estas nuevas propuestas. Vamos a ver qué contestan los rusos a ello, siempre que no saquen las armas espaciales, su último objetivo. Que ambas partes están interesadas en un acuerdo es incuestionable; por razones políticas, Reagan, por razones económicas, Gorbachov. Pero están también interesadas en defender sus ventajas y én no hacer un favor demasiado grande a la otra. Es por lo que no podremos decir que hay acuerdo nuclear hasta que se anuncie. Mientras tanto, se anuncia que los Estados Unidos están desarrollando un misil crucero capaz de acertar a centímetros, no metros, de su blanco, pese a ser disparado a miles de kilómetros. La carga explosiva, sin embargo, es convencional, no nuclear, como la que vienen actualmente llevando dichos misiles. Pero se trata de un explosivo bastante más potente que los actuales y aunque se halla todavía en período de experimentación, se apunta incluso cuáles pueden ser sus primeros blancos: los objetivos iraníes, si el presidente da orden de atacarlos, por una provocación de ellos. Aunque no tan potentes como los artefactos atómicos, capaces de destruir cualquier instalación militar, estos misiles convencionales pueden paralizarla dada su extraordinaria precisión, que les facilita su sistema de guía: una computadora que va leyendo el terreno que tiene bajo ella y tras compararlo con las instrucciones que le han dado, dirige el misil hasta su blanco preciso. Capaces de ser lanzados desde barcos, submarinos, aviones o tierra, pueden cubrir la diferencia de fuerzas en Europa. Parece como si, previendo ya el acuerdo en las armas nucleares, Washington pensara en cómo sustituirlas. Prudencia soviética ante el esperado viaje Moscú. Alberto Sotillo Representantes soviéticos intentan rebajar las expectativas creadas ante la visita a Estados Unidos de Eduard Shevardnadze, durante la cual se esperan superar las diferencias para alcanzar un acuerdo de desmantelamieto de armas nucleares de alcance medio y fijar la fecha para una cumbre Reagan- Gorbachov. Moscú teme que en el caso de que la visita de Shevardnadze se salde con el fracaso, las responsabilidades del mismo pudieran ser lanzadas sobre la parte soviética, que a la vez que mantiene y reafirma sus posiciones, intenta impulsar un tono de prudencia que raya a veces, con e! escepticismo. Frente a lo que se intenta hacer creer, aún quedan algunas áreas en las que las cosas no marchan bien declaró recientemente Alexandér Bessmernij, viceministro de Asuntos Exteriores de la URSS, empeñado en enfriar la atmósfera de optimismo creada tras el anuncio del viaje a Estados Unidos de Shevardnadze, y en parte propiciada por la URSS, al señalar en repetidas ocasiones que su ministro de Asuntos Exteriores no viajaría, si no era con la esperanza de alcanzar algún resultado tangible de la visita. Todas las grandes diferencias para lograr un acuerdo de desarme están prácticamente superadas, pero cada uno de los pequeños obstáculos que se alzan en la recta final de las negociaciones, está planteando nuevas dificultades que, no por secundarias, dejan de ser menos enrevesadas. Los representantes soviéticos insiten en que EE UU debe eliminar las cabezas nucleares de los misiles Pershing 1- A problema que mantiene atascadas las negociaciones, pese a que nadie se había acordado hasta última hora de este misii de tecnología un tanto anticuada, y que no formaba parte de las armas tomadas en cuenta en las conversaciones de Ginebra. Frente a la firmeza expresada por Washington en dicha cuestión, las autoridades soviéticas no renuncian a sus pretensiones, pero a! mismo tiempo intentan sacar a escena otros ultimísimos obstáculos, cuya solución pudiera ser más fácil que la de los controvertidos Pershing 1- A con el fin de que los mismos, no lleguen a convertirse en un engorroso eje en torno al cual girara toda la visita de Shevardnadze, con el consiguiente peligro de frustración de la misma. A las prolijas y detalladas diferencias sobre las medidas de verificación, y a la elaboración de un calendario de desmantelamiento de los cohetes nucleares, los representantes soviéticos añaden su deseo de que Estados Unidos prohiba la producción de misiles de alcance medio- corto Pershing 1- B y corrobore explícitamente que los cohetes concernidos por el acuerdo no sean transformados en otras armas de alcance inferior, con las que, según Moscú, Washington podría intentar sustituir los polémicos Pershing 1 A Problemas antes tenidos por menores, pero que vienen a señalar que, es en el detalle donde se encuentra el diablo. Importante subida de la extrema derecha en la política noruega Tercera fuerza más votada en las elecciones Estocolmo. Carmen Villar Mir El Partido Progresista- d e extrema derecha ha sido el gran protagonista de las elecciones locales celebradas ayer en Noruega, al conseguir situarse como tercera fuerza política, inmediatamente después de los eternos Partidos Conservador y Laborista. Efectivamente, parece seguro- l a Prensa empleaba ayer el término inevitable -que Cari I. Hagen, líder de los progresistas, va a marcar una nueva etapa en el mapa político noruego, al colocarse su partido en el tercer puesto de la escena política noruega, solamente precedido por los conservadores y los laboristas. Según los resultados provisionales de las elecciones de ayer obtenidos al cierre de esta edición, ese partido ha experimentado un avance incluso mayor de lo que se esperaba. De haber sido éstas unas elecciones legislativas, Cari I. Hagen contaría ahora con 14 escaños del Parlamento. Los discursos de su líder y su programa político se califican, en voz baja, de racistas En términos generales puede decirse que como característica principal tiene la disconformidad con todos y con todo. Tanto Hoyre (derechas a secas) como el Arbeidepartiet (laboristas) han perdido votos y simpatías. Los conservadores no han logrado alcanzar el 30 por 100 de los. votos con los que contaba anteriormente. Uno de cada cuatro votantes se ha pasado a la extrema derecha al ver que su anterior partido está ahora falto de la energía que le proporcionaba antes Kare Willoch, gran político y locomotora del partido. Tampoco los laboristas pueden sentirse contentos con los resultados, ya que pierden casi un 2 por 100 del electorado cuando pronosticaban el triunfo.