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ABC MADRID 15-09-1987 página 12
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ABC MADRID 15-09-1987 página 12

  • EdiciónABC, MADRID
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12 ABC OPINIÓN MARTES 15- 9- 67 El recuadro ZIGZAG damente, y buscan con la vista la presencia de algún policía, El informe remitido por el Mi- búsqueda siempre inútil. Y así, nisterio del Interior al Congreso por desidia municipal o de la Dede los Diputados, en el que se legación del Gobierno, los peniegan, tras las oportunas inves- queños traficantes de droga van tigaciones, las denuncias realiza- invadiendo uno de los más bedas por la Coordinadora de Ba- llos lugares de Madrid. rrios contra funcionarios policiales por presuntas implicaciones Extraña Italia en el tráfico de drogas, abre un nuevo interrogante en este asunLeemos en un interesante arto. Hace meses, esas denuncias tículo la denuncia de las bagatetuvieron gran eco en numerosos las y trivialidades de que suelen medios de comunicación. Ahora, componerse los programas polítila respuesta de Interior no logra- cos, razón por la cual no intererá igual repercusión. El mal de san al electorado, que no se una denuncia que todo indica siente incitado por propuestas como falsa, está hecho. Hace ilusionantes. Esto parece cierto falta ahora conocer si el Ministe- en el caso de España. Pero sin rio tomará alguna decisión en referirnos a países como Alemadefensa de sus funcionarios con- nia federal o Francia, que requetra esas denuncias, pero también rirían sendos análisis particulaes necesaria una explicación de res, nos preguntamos por Italia, la Coordinadora en la que, o esa nación que ha llegado a un bien se prueben las graves acu- extraño y envidiable florecimiento saciones hechas o bien se haga sin que los. programas de sus una rectificación pública de ellas. partidos ofrezcan cautivadores o Su credibilidad es la que ahora incitantes programas. Da que está en juego. pensar, en efecto, cómo un pueblo, aunque favorecido tras la segunda guerra mundial por la Plaza Mayor más poderosa potencia del munEs la Plaza Mayor madrileña, do, haya podido elevarse hasta y sus alrededores, lugar turístico el nivel actual a través de tantas por excelencia. A la belleza de la crisis de partidos y tantas ofertas. zona se suma un incontable número de bares, tascas y tablaos Unas cuentas antes flamencos, especialmente dirigidos a los extranjeros, que acuEPincendio de los Almacenes den en gran cantidad a esta Arias ha sido una tragedia de las zona. Sin embargo, y como es que no admiten que nadie se excesivamente habitual en nueslance cuando todavía humean tra ciudad, la Plaza Mayor tiene los rescoldos- por así decirloun pero no precismente nia proponer construcciones de mio. En cualquiera de las calles parques y monumentos a los o escaleras que dan entrada a bomberos. Antes, al menos, detan madrileño lugar se encuen- berían publicarse las inversiones tran habitualmente una serie de dedicadas al servicio de incenjóvenes- y otros que no lo son dios, en los últimos años, y las tanto- ofreciendo a todos los que se emplearon en promoción paseantes hachís, palabra que de verbenas y festejos de toda comprenden tanto los españoles índole. Los bomberos merecen como los foráneos. La mayor todo, desde luego. Pero el mayor parte de los interpelados con se- respeto a que son acreedores es mejante ofrecimiento quedan pri- dotarles de medios cumplidos y mero sorprendidos, niegan rápi- perfecta organización. LOS FANTASMAS DEL ROXY Eran del sur, pero no eran rubios ni capitanes, y no le daban un beso a Lauren Bacall, por lo que la sala, desde la penumbra vana de chocolatinas, bombones y caramelos, no sentía aún la menor obligación de aplaudir. Eran del sur, pero llegaron como siempre liega el Séptimo de Caballería, y aquí ya sí sintió todo el patio de butacas la viva necesidad de aplaudir. Llegaron arrasando, la bandera al aire, tari, tararí, que se rompían las manos de aplaudir todos cuantos su llegada esperaban. Para muchos eran los nuestros Se acabó aquel chiste de tantos años: -Espérate tú, que cuando vengan los míos... -Hijo, pues parece que los tuyos vienen en burro, por lo qué tardan en llegar... No, llegaron triunfalmente, y lo evoco todo ahora, yo que tantas tardes los vi en el Roxy de la política nacional. De su llegada nos alegramos hasta los que nos habíamos confundido de sala, y creíamos que iban a poner una policiaca con Edwar G. Robinson. ¡Llegaban tan bien aquellos que eran del sur, pero que no eran ni rubios ni capitanes y que no le daban un beso a Lauren Bacall... Tan bien llegaron a la penumbra vana, a la discreta sombra del Roxy, que. hubiéramos deseado que la película se hubiera seguido desarrollando con aquer aire austero, de fuego de campamento, de cafetera sobre las brasa, Fláhagan, tú harás la segunda guardia y vigila bien el lado del río, que se han oído sonidos de sables toda la noche... Hubiéramos deseado que continuase la película tal como en aquella aparición de los muchachos del Sur en el viejo fuerte de la política; es para ser contada la alegría con que, insisto, aplaudía todo el patio de butacas, e! gallinero todo. Pero he aquí que o se confundió el tío de la cabina o se volvió loco Cecil B. de Mille. Porque nada más que llegaron, cambió ia acción. Lo que era una película del profundo sur se volvió a los pocos metros una cinta de amor y lujo. Ahora cualquier espectador medianamente dotado de memoria puede hacer balance de todo lo que el viento se llevó, puede. relacionar todo lo que los nuevos vientos nos han traído. Cualquier espectador que tenga al menos veinte horas de Roxy puede contar la escena del coche oficial, la del carrito de niños, la de las veinte maletas, la de la reprivatización, la escena cumbre en que el antiguo muchacho del Sur entra en el comedor donde se levantan tos banqueros y le aplauden, o aquella otra en que hay un frufrú de sotanas expresamente viscontíano, mientras se reparten los dineros de la LODE Espectadores más recientes del Roxy nacional se han sorp r e n d i d o en las ú l t i m a s proyecciones Salinas, un viejo vaquero del sur, dice que cuelga el sable en la puerta de su cabana, porque deja el Séptimo de Caballería y se vuelve a su cañada, ya que- le prometieron los galones de sargento cuando la gran batalla del Campo de la Verdad... Puente Ojea, un viejo explorador que sabía hablar el lenguaje de los hechiceros de la tribu, dice que lo han puteado porque gran jefe no querer segunda mujer blanca, y que también se vuelve a su cañada. En este punto de la película de amor y lujo en que se ha convertido la vieja cinta del profundo sur hay que ser un auténtico cinefilo del Roxy para no desorientarse. Porque en este punto de la película de amor y lujo es cuando suelen irse los pieles rojas y suelen llegar los f e d e r a l e s con Obiols, que es un refinado tenientillo de Nueva Inglaterra; con Borbolla, que es otro viejo vaquero del sur, de persistente bigote y persistentes ideas... Conviene no desorientarse en este punto, que ocurre muchas veces en la película. Cuando todo está más confuso, cuando ha llegado Lawrence de Arabia para evitar el Crack del 29 y cuando quitan a alguien de enmedio para que el Gran Gatsby siga con su traje inmaculadamente blanco, justamente en este punto, suelen poner un viejo rollo, de la anterior cinta que veíamos cuando aplaudíamos: la llegada de los federales. Y ios que no se saben la película, en este punto suelen decir que son los fantasmas del Roxy, que no los dejan en paz. Antonio BURGOS ¿Falsas denuncias? CBieqiBgo a las autonomías SGptiembr A LA VISTA, UNA TEMPORADA EXCEPCIONAL HOMENAJE A COVARSI Ilustrado ron obras de su hijo En defensa de la trngha PESCA SIN 9 UEÜTE Otra eoncurso PREMIO: UNA ESCOPETA DEL D CE ADQUIÉRALA EN QUiOSCOS Y LIBRERÍAS.

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