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ABC MADRID 05-09-1987 página 93
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ABC MADRID 05-09-1987 página 93

  • EdiciónABC, MADRID
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¿Hay algún kremlimnólogo en la sala? Buenos Aires ECÍA Flaubert que el mayor sueño de las revoluciones es elevar al proletariado al nivel de estupidez de la burguesía En vista de que los proletarios rusos aún no han sobrepasado el listón requerido de estulticia, el señor Gorbachov, chov, chov, ha sacado sus cuernitos reformistas al sol y se ha inventado el glasnot que es como aquel doce de febrero de Arias Navarro, pero al ritmo de la balalaika. Como primera medida, el pope soviético de la calva ilustrada llevó a su señora Raisa a comprarse un juego de enaguas en Harrods, bajo la atenta conseja de Margaret Thatcher, que de esto entiende. Luego montó una soirée intelectual en Moscú, con presencias tan nobles como Graham Greene, Yoko Ono y Norman Mailer. Sin duda pretendió con ello ridiculizar a Bresnev. que sólo contrataba bolos a Michel, Raphael y Lucero Tena. Finalmente entreabrió el portón siberiano para que el pobre de Sajarov y alguno de sus compañeros de gulag pudieran descongelarse la nalga al calor de la perestroika Y ahora, convencido como Séneca de que no hay vientos favorables para quien no sabe cuál es el rumbo (ver entrevista en LUnitá parece decidido a sugerir a su amigo Reagan que es preciso montar un saldo de misiles para la temporada otoñoinvierno. De seguir así, en tres años más ni siquiera los kremlimnólogos van a reconocer el perfil de la Unión Soviética. Se asegura que sus próximos pasos serán la privatización del Bolshoi, del Circo de Moscú y de los remeros del Volga. Cambiará luego el nombre a la Plaza Roja, que pasará a llamarse Plaza del Libre Mercado y convencerá a Fidel Castro para que se deje de hacer el pendejo y se largue a Miami a cantarle la cumbia a los turistas cubanos. El último trámite, claro, serían las elecciones libres. Pero, por ahora, Gorbachov es de los que creen, como aquel paisano rioplatense, que el sufragio universal no es otra cusa que la elección de los tuertos por los ciegos, de los mudos por los sordos y de nuestros adversarios por los votantes Aunque todo es posible. De momento, su conciencia duerme, porque está tranquila. y aparte días de juerga con tus amigotes camaradas del PCUS, comiendo blinis, brindando a la memoria del Vladimir llich ese a base de vodka y cantando el Achichornia cuando ya estáis bolingas. Y yo aquí aburrida y sola, aguantándome los escozores y calenturas mojando las bragas de espartilla. Esto no puede seguir así. O el partido o yo. Pero krasavitsa mía, cosaca de mi corazón- respondió Mijail- es que me van a nombrar presidente... ¿Ah, sí? Pues a partir de ahora esto va a cambiar. Ya estoy cansada de tener que bailar las canciones de Madonna encerrada en el cuarto de baño. En lo futuro, quiero darme la. gran vida y potenciar al máximo las posibilidades de mi naturaleza femeniza siguiendo los dictámenes de la revista Cosmopolitan Pero querida, ya sabes que la decadencia de la civilización occidental, la sucia mentira del capitalismo, es una amenaza... No podemos. Piensa en el Gulag... Ni Gulag ni narices. Christian Dior. Si tengo que ser una primera dama tengo que vestir como una princesa y dejar a Carolina de Monaco que parezca a mi lado una mucama de campiña. Quiero beber Dom Perignon por las tardes y Perrier por las mañanas, y vodka solo en la terraza del Plaza, junto a Jackie Onassis. Y reírme de la hortera de la Nancy con sus vestidos de coliflor. Y si Margaret Trudeau se ligó a Mick Jagger, ¿por qué voy a ser yo menos? O si no, algún gigoló con mundo. Ya estoy harta de guardias de la plaza Roja. Ha llegado la hora de la revolución. ¡Vamos a divertirnos! Bueno, Raisita, pues habrá que inventar la Persetroika. ¡A lo loco se vive mejor! Jorge BERLANGA D Señoras y señores, con ustedes, los Gorbachov. La pareja que vino del frío para bailar al son caliente de Babilonia Lo hoz y el Martini N O es difícil suponer que esto de la nueva apertura soviética no es cosa del calzonazos de Gorbachov, sino de su señora Se dice que las mujeres tienen más capacidad de sufrimiento que los hombres, pero el aguante femenino tiene un límite. Lá servidumbre de las ideologías se hace agua de borrajas frente al espejo de un paraíso occidental lleno de ideas al servicio de la mujer. Los climas fríos favorecen el matriarcado, el fuego en el hogar y la cama caliente, pero no pueden apagar la llama de la coquetería. Hasta hace poco, ir a Rusia era un chollo para el turista aprovechado, que a cambio de unas medias de seda o unos téjanos de marca conseguía el agradecimiento sin límites y algo más de las hermosas eslavas. Pero vino Raisa y dijo: Hasta aquí hemos llegado. Todo empezó en una cálida noche, primaveral de Moscú, a trece grados bajo cero. Raisa estaba con su camisón de felpa comiéndose un filete ruso y hojeando un Elle manoseado comprado en el mercado negro. Estaba caliente y su marido no llegaba a casa, con lo cual decidió esperarle en la puerta de su lujoso apartamento de veinte metros cuadrados. Cuando se oyó abrir la cerradura y el ilustre prohombre traspasó el umbral intentando conservar el precario equilibrio, su santa le pegó con la balalaika en la coronilla. Maldito mujik con carnet- l e dijo- me tienes harta. Todos los Sumario Bailando la perestroika Jorge Berlanga Beatriz Cortázar José Alejandro Vara Fernando Márquez Guillermo Fésser Isidro Juan Palacios Eduardo Bronchalo Joaquín Albaicín José Alejandro VARA SÁBADO 5- 9- 87 Greta Garbo en Ninotchka o cuando la ortodoxia comunista se derrite con el aroma de los perfumes de París A B C 93

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