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ABC MADRID 27-08-1987 página 43
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ABC MADRID 27-08-1987 página 43

  • EdiciónABC, MADRID
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f Una paella de Gtiinnes LosReyes Baldiiino y Fabiola para sesenta mil comensales llegarán mañana a Mallorca Playa de Aro. Leticia Gil de Biedma Ert Playa de Aro, Papitú de Cornelia demostró una vez más que él es el rey de S cocina espectáculo. Con su monumental paella a preparada para saciar los estómagos de sesenta mil personas, ha conseguido colarse por quinta vez en el Guinnes el libro de los records mundiales. Ahora son objetivo los pollos. En estos tiempos de eclecticismo, en los que gastrónomos y cocineros se estrujan los sesos dilucidando entre nueva cocina, cocina tradicional, cocina de la razón o cocina de los sentidos... Josep Grugues o Papitú de Cornelia, como es conocido, se decanta por la cocina masiva que le ha convertido en un auténtico showman de la gastronomía. Con un aspecto de buda satisfecho, su generosa barriga delata sus tendencias culinarias, pues dicen que debajo de un comilón se esconde siempre un cocinero, y viceversa. La especialidad de este popular cocinero viene siendo la de convertir sus variedades culinarias en un auténtico espectáculo de masas. En otras ocasiones ya cocinó una butifarra para 40.000 personas, la parrillada más grande del mundo, de doscientos metros, y una chanfaina para dieciocho mil comensales. En esta coyuntura se trataba de componer una paella gigantesca e incluir así, por quinta vez, su nombre en el Guinnes donde ya constan sus record anteriores. Para ello se hizo traer una enorme paellera de- dieciséis metros de diámetro, que hubo que trasladar troceada y más tarde soldar in situ Para preparar tan monumental guisote se emplearon seis toneladas de leña, 6.000 kilos de arroz, 3.000 de carne, 2.000 de mejillones y mariscos, 1.500 de tomates, 700 de guisantes, 700 de pimientos rojos, 200 de. ajos, 300 de sal, 15 de azafrán, 400 litros de aceite y 12.000 de agua. Para la consumación de esta ingente obra Ve la gastronomía, Papitú contaba con la ayuda de treinta acólitos, entre cocineros y pinches, a los que él dirigía encaramado en un cajón. Una auténtica avalancha de personas, bastantes menos de las sesenta mil previstas, se arremolinó desde temprano alrededor de este suculento OVNI. La espera se hizo eterna. Hasta las cuatro de la tarde la paella no estuvo a punto, y esto es mucho decir, porque, ante la consternación del propio Papitú, el guiso estaba excesivamente salado. Aun así, las masas se dispusieron a engullirla matando el exceso de sal con gran profusión de copas de cava de la marca patrocinadora del acontecimiento. A decir verdad, la paella, aunque de aspecto soberbio, debía de estar incomestible, a juzgar por los ascos que le hacía un perro vagabundo que se había apuntado al banquete. Para dar el visto bueno al festejo se personó el, alcalde. de Playa de Aro, Aniceto Clara, buen conocedor de estos menesteres, como propietario de uno de los restaurantes más antiguos de la zona. También al olor de la multitud y del guiso apareció la diputada Ana Balletbó, impaciente por echarle el diente. Mientras tanto, dos delegados del Guinnes vigilaban que toda la ceremonia cumpliera los requisitos para poder ser reseñada en el famoso libro. Para terminar, el gran Papitú invitó a todos los presentes a su próxima magna odisea: para preparar 30.000 pollos a la parrilla en Tarragona. Palma de Mallorca. Santiago Castelo Para mañana, viernes, está prevista la llegada a Mallorca de Sus Majestades ios Reyes de los belgas, Balduino y Fabiola. Como todos los veranos, los Soberanos belgas pasarán unas horas en unión de la Familia Real española en el Palacio de Marivent. Luego volverán a Motril, donde seguirán su temporada de descanso. ciones llamativas, sí de una suave cadencia de serenidades. Hay otras noticias del verano. Como la última cena de Sara Montiel en su chalé de La Burguesa. Para antes de fin de año, Sara y Pepe Tous se habrán trasladado a su nueva residencia- tres pisos enlazados- en lo que fuera hotel Mediterráneo, uno de los edificios más bellos del Paseo Marítimo. El soberbio inmueble pasó unos años en el más cruel de los abandonos. Por fin ha vuelto a ser rehabilitado y en su sede se han abierto los dos restaurantes de moda este verano, el Dahía y el 1.030. También se ha parcelado el edificio para venta de apartamentos y viviendas. Entre los cotilleos mallorquines del estío priva saber qué político, pintor o cantante quiere comprarse su vivienda allí. De momento sólo se habla de Sara Montiel. Hay quien dice que también el pintor Miguel Barceló desea poner entre estas nobles paredes una especie de pequeño nido de amor. Pues bien, Sara ha dicho adiós a La Burguesa con una cena junto a la piscina de su chalé. En realidad, la fiesta no la organizaba ella, sino un amigo canario del matrimonio, Tino Medina, que celebró allí su cumpleaños. Entre los invitados estaban Marujita Díaz y Pilar y José María Iñigo. La pequeña Thais no quiso acostarse y estuvo revoloteando por entre las mesas. Mientras se servía la cena, a base de pescados y con generosidad de cavas, la orquesta Aqua Vitae interpretaba canciones de los años sesenta y, cómo no, inolvidables cuplés. Aunque la fiesta no era para Sara, al final una tarta fue encendida en su honor recordando los treinta años de El último cuplé mientras la orquesta se arrancaba con los compases de Nena Luego hubo baile y, para los más remisos, tertulia. A los más asiduos al chalé de Sara no se les ocultaba la melancolía de abandonar esta casa, escalonada en la sierra, entre pinares y buganvillas, mirando siempre a Palma, con su bahía iluminada, a los pies. Pero... Los Reyes de Bélgica Suele ser una visita corta y entrañable. Llegan a media mañana, se trasladan a Marivent, allí asisten a una sesión fotográfica con los medios informativos y almuerzan con la Familia Real española. A primeras horas de la tarde, Balduino y Fabiola regresaran a Motril. Apenas unas horas y este encuentro se ha convertido en una de las reuniones más cordiales y simpáticas del estío en Marivent. Gozan los Reyes belgas del cariño de todos y también para todos tienen ellos la palabra amable, afectuosa y cálida. Su visita, cada mes de agosto, es como algo familiar y cercano, sin estridencias, que llena palacio, si no de expecta- Rosariyo Flores paseó su negro de verde luna por la noche almeriense Mojácar. Martín Navarrete Mira, es Rosariyo, es Rosariyo... Alguien descubrió en la noche mojaquera la figura morena y menuda de la menor de las hijas de Lola Flores y Antonio González, y todo se hizo expectación en la plaza Nueva, adornada con las primeras guirnaldas de la feria. Rosariyo saludó con un tímido hola y fue a refugiarse en el restaurante La Ermita, donde cenó con unos amigos. Al terminar, marchó hacia la playa con su moreno de verde luna, su blusa roja por encima de la cintura, su minifalda negra y su gran capazo de Palma. Pero ya había despertado la curiosidad en el pueblo, a punto de iniciar sus tradicionales fiestas de San Agustín. Por cierto, uno de los primeros actos de estas típicas fiestas ha sido la proclamación de la reina y sus damas de honor. Este año, las vistosas funciones han correspondido a las jóvenes Julieta Hope y Consuelo Contreras y Angelita Meroño, respectivamente. Las tres habrán de presidir con su belleza las diversas actividades programadas por la Comisión de festejos.

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