ABC MADRID 15-08-1987 página 11

SÁBADO 15- 8- 87- OPINION -ABC, pág. BANDERAS EN SAN SEBASTIAN EFLEJAN las noticias de San Sebastián, tras la celebración de la tradicional Salve a la Virgen, el ambiente de expectación, e incluso violencia ya desatada por militantes de Herri Batasuna, que existe en la ciudad ante el desenlace del enfrentamiento entre el alcalde, Javier Albistur, y el gobernador civil de Guipúzcoa, José Ramón Goñi, por el cumplimiento de la legislación que regula el uso de las banderas. Este nuevo- en realidad, repetido- episodio de la llamada guerra de las banderas se ha producido de acuerdo con los planteamientos que han sido base en anteriores ocasiones. Los concejales de Herri Batasuna quieren impedir la colocación de la bandera nacional, en el lugar preferente que le corresponde, en la fachada del Ayuntamiento. Y han izado en solitario estos días la ikurriña que ha sido retirada por la Policía Municipal. El gobernador civil, de acuerdo con la ley sobre el uso de las banderas, y con gallarda actitud personal, ha requerido a la Alcaldía para que ordene la colocación de la bandera nacion a l en el l u g a r q u e le corresponde, junto a la ikurriña y la de la ciudad. Y además, ha prohibido un acto de homenaje a la ikurriña convocado por HB. Ante situación semejante, el alcalde de San Sebastián- militante de Eusko Alkartasuna- ha decidido no colocar ninguna bandera, al parecer con el pretexto de no desunir a los ciudadanos. Alegación que, lógicamente, no admite el gobernador civil y que no es admisible según la legalidad vigente. Porque el uso de la bandera nacional, bandera de España, no es optativo, sino obligatorio: La bandera de España deberá ondear en el exterior y ocupar el l u g a r preferente en el interior de todos los edificios y establecimientos de la Administración central, institucional, autonómica, provincial o insular y municipal del Estádo. Este punto primero del artículo 3. de la ley sobre el uso de banderas tiene claro carácter imperativo. Y aplicación obligada y expresa en las autonomías, que son también Estado. Pero, además, el pretexto o habilidosa cautela del alcalde de San Sebastián- -no HIPOCRESÍA Y ARMAMENTO SUNTO complejísimo, por sus implicaciones políticas y económicas, es el del tráfico de armas. Por los innumerables resquicios que deja se deslizan incluso situaciones tan monstruosas como puede ser la prolongada lucha entre dos naciones en vías de desarrollo, Irán e Irak, que carecen de medios para construir armas algo sofisticadas. Cuando se plantea la pregunta de quién lleva a los iraníes al frente, la respuesta es el nombre de algún vehículo japonés. ¿Tiene esto mayor o menor importancia que la venta de minas submarinas a esa nación efectuada por la sociedad italiana Vaisella Meccanotecnica? Japón e Italia dan la impresión de responder, en el fondo, a una necesidad de sus economías. El 59 por 100 del consumo japonés del petróleo procede de yacimientos costeros al golfo Pérsico, al igual que el 49 por 100 del italiano. Esto, naturalmente, obliga a insertar esta cuestión en medio de otras cuatro. La primera es la necesidad de R que el mundo occidental tenga una política económica internacional en la que, de algún modo, se apaguen excesivas rivalidades y búsquedas de enriquecerse a costa del otro. La segunda se relaciona con el ámbito de Cocom, que tan eficaz se muestra frente al tráfico de armas o de mecanismos ligados al esfuerzo bélico, como la electrónica, por ejemplo, con el mundo comunista. Esto exigiría ampliar el radio de acción de este acuerdo. Toshiba es, desde luego, una muestra del r i e s g o q u e se c o r r e cuando los negocios priman sobre la responsabilidad de formar parte de Occidente. La tercera es consecuencia de la actual estructura del comercio internacional. La crisis de la deuda pública ha hundido muchas relaciones de pagos habituales. Para sustituirlas se ha ampliado, de modo considerable el tráfico de trueque. A través de él, y de país en país, todos los productos, incluidas las armas, acaban llegando a los lugares más inverosímiles. Una política generosa occidental respecto a los poco desarrollados eliminaría más de una de estas malignas transacciones. La cuarta causa radica en AS fiestas de la Paloma llegan hoy a su fin. Durante casi la defensa propia. Sí Suecia quince días, madrileños y visitantes han disfrutado de no vendiese masivamente a actos, verbenas, conciertos y convocatorias de todo tipo que otros países, no podría deshan alegrado el verano madrileño. Quince días que han plegar su enorme capacidad transcurrido en ún clima a veces asfixiante, pero alegre y defensiva autónoma. Su digno. Hace tan sólo ocho días pedíamos desde esta misma neutralidad armada se basa, página a las autoridades municipales- que han logrado deen realidad, en el envío de volver a Madrid sus festejos más populares- no permitiesen armas a países variadísique caigan en la vulgaridad y la chabacanería. Madrid ha de- mos, muchos de ellos en mostrado durante estas dos semanas que su popular elegan- vías de desarrollo. Sólo así cia, con escasas e inevitables excepciones, queden de manilos suecos consiguen amfiesto. Y el Ayuntamiento ha colaborado. Todos, asistentes y pliar las series producidas no asistentes a los festejos, debemos congratularnos por ello. y, por ello, abaratar su armamento. Llegados a este punto, conviene señalar que el dePresidente- Editor sarme unilateral no tiene GUILLERMO LUCA DE TENA sentido cuando es bien perDirector manente la amenaza soviétiLUIS MARÍA ANSON ca. Para que el coste de la defensa no resulte intoleraDirector de ABC de Sevilla Subdirectores Francisco Giménez- Alemán Darío Valcárce) Joaquín Víla, José Jable es precisa la colaboravaloyes, Manuel Adrio, Joaquín Amado Subdirector: Antonio Burgos ción internacional en el úniJetes de Redacción: J. A. Gundín (Continutíad) J. C. Azcue (Intemaciona! R Berasátegii (ABC literario) A co ámbito que tiene OccidenFemande 2 (Economía) J. I. G. Garzón (Cultura) A A González (ContinukSad) R. Gutiérrez (Continuidad) L Lz. Nicolás (Reportajes) Ó. Maribona (Continuidad) J. L Martín Descalzo (Sociedad) J. Orno (Edición) L 1. Pasada te, la OTAN, junto con sus (Suplementos Económicos) L Prados de la Plaza (Continuidad) C. Pial (DomWcaJ) Santiago Casteto (Colaboraciones) alianzas colaterales. Secciones: J Rubio (Arte) J M. Foez. -Rua (Ciencia) A. Garrido y J. Espejo (Conlección) J. C. Diez (Deportes) A. Yáñez (Edición Aérea) J Badía (Educación; E. R. Marchante (EsColaboración económica pectáculos) J. Pato (Gráfica) M. A. Flores (Huecograbado) F. Rubio (Ilustración) M. Salvatierra mundial y colaboración de (Internacional) C. Navascués (Madrid) J. A. Sentís (Nacional) M. A. Martín (Sanidad) D. Martínez- Lujan (Sociedad) R. Domínguez (Sucesos) V Zabala (Toros) E. Yebra (Vida Social) fensiva del mundo occidental son las premisas necesaDirector General de Prensa Española, S. A. rias para liquidar este aboJUAN MANUEL GONZALEZ- UBEDA m i n a b l e t r á f i c o de la Producción: S, Barreno. Personal: C. Conde. Financiero: I. Laguna, P. Datos: V. Peña, R. Extermuerte. Sin plantearlo así, nas: J. Saiz. Comercial y Distribución: Enrique Gil- Casares. Publicidad: 1. Escolar. nos moveríamos en meras TeléloJios: Centralita (todos los servicios) 435 84 45. 435 60 2 S y 435 31 00 Télex: 27682 ABCMDE. Publicidad: 435 18 90. Suscripciones: 435 02 25. Apartado 43 declaraciones que oscilan entre lo cínico y lo hipócriPrensa Española, S. A. ta. colocar ninguna bandera y se evita el problema- no es admisible, decimos, porque equivale tanto como a admitir, y consentir, que la presencia de la bandera nacional resulte ofensiva para ciertos ciudadanos. Lo que es, desde la autoridad y representación de una Alcaldía, un dislate mayúsculo o abierta incursión en el vedado campo de la ilegalidad. Es inaceptable la decisión del alcalde de San Sebastián. Y también el Gobierno debe exigir, con firme autoridad, que la bandera nacional, con la ikurriña y la de la ciudad, tengan presencia en el lugar que les corresponde durante las fiestas donostiarras. La guerra de las banderas no ha sido, desgraciadamente, incruenta en todos sus episodios. Pero es obligación inexcusable la defensa permanente del respeto a la bandera de España porque al hacerlo se defiende algo más que un honorable símbolo: se defienden la unidad e integridad de la patria y los valores superiores que afirma la Constitución. A ELEGANCIA EN LAS VERBENAS L ABC 3