Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 15-08-1987 página 3
ABC MADRID 15-08-1987 página 3
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 15-08-1987 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página3
Más información

Descripción

EDITADO POR PRENSA ESPAÑOLA SOCIEDAD ANÓNIMA 15 DE AGOSTO DE 1987 FUNDADO EN 1905 POR DON TORCUATO LUCA DE TENA punto de conmemorarse el X aniversario de su muerte, Callas continúa siendo única. Y su mito vigente hasta los límites de la adoración. Si en uno de sus asombrosos saltos en el vacío hubiese decidido cambiar su voz por la de un tenor y vestir la cota de malla de los guerreros medievales, ningún papel más apropiado que el del Cid arrojando el guante después de muerto, venciendo una batalla momentánea e incorporándose a la leyenda con tanto vigor como su ingreso en la Historia. Después de muerta, Callas gana la batalla más importante de su vida; porque ya no es sólo en provecho propio, sino en el de la ópera y su proyección universal. Se ha repetido hasta la saciedad que el auge asombroso que la ópera ha ganado en las grandes capitales y entre una nueva generación de espectadores no hubiera sido posible sin las innovaciones escénicas debidas a la incorporación de los metteurs en scene, que han devuelto a la ópera sus dimensiones de espectáculo total. Pero no se ha repetido menos que una idéntica contribución se debe a Callas, tanto en el plano estrictamente musical como en la recuperación de títulos que habían permanecido arrinconados durante años esperando la llegada de una soprano assoluta, capaz de responder plenamente a las exigencias que plantean. Cuando Callas llegó el mundo de la ópera se encontraba sumido en los confortables límites del estilo verista, y obras maestras del primer Verdi, de Rossini, Bellini o Donizetti habían sido olvidadas, cuando no denostadas. Existía básicamente un problema de estilo: al abandonar los virtuosismos del bel canto, voces sin duda valiosísimas se habían quedado en el encasillamiento, cuando no en la chapuza. La primera hazaña de Callas, en 1950, consistió en alternar dos estilos diametralmente opuestos con sólo dos noches de diferencia. Pasó de la etérea ligereza que requiere la locura de Elvira (de Puritani) al profundo dramatismo de la duquesa Helena en la reposición de una obra casi olvidada de Verdi: Vespri Siciliani. Esta hazaña pareció dejar atónitos a sus contemporáneos. Fue el maestro Serafín quien percibió con toda claridad que la extensión de la voz de la Callas, consagrada a una apuesta que iba a cambiar el curso de la lírica contemporánea. Cuando Serafín exclamó: Este es el ABC rica- sino a la posibilidad, todavía más apasionante, de resucitar el gran estilo que había sido enterrado en favor del verismo. Dentro de este estilo, que sería el de la gran época romántica, sopranos como Giuditta Pasta (la favorita de Donizetti y Bellini) podían reunir en su voz las exigencias de una soprano dramática y los malabarismos vocales de una coloratura. Es decir, los dos extremos de una opción vocal. De hecho, toda la carrera de Callas se basa en el constante agotamiento de estas opciones, viajando de un extremo a otro con una facilidad que es e l asombro de la época. Como apuntó Giaccomo Lauri Volpi, el riesgo de estas voces absolutas es el de no alcanzar el debido perfeccionamiento, la belleza perfecta en las notas extremas. Y, de hecho, Callas misma cuenta que siempre tuvo que entablar feroces batallas con los agudos. Sin embargo, el genio personal estaba allí para suplir cualquier deficiencia que pudiesen exigir los exquisitos. Y en última instancia, en los momentos más altos de aquella genialidad, el defecto quedaría subsanado por facultades vocales casi sobrenaturales. Cuando éstas fueron perdiendo su poder, los defectos quedarían en mayor evidencia y sería el fin de la carrera de Callas. Precisamente donde empezaría su leyenda. Las innovaciones del genio no fueron siempre comprendidas por un público demasiado conservador, que en algunos momentos llegó a preferir la cómoda perfección, la tranquilizadora belleza de la voz de una Renata Tebaldi (gran artista, por otro lado) La rivalidad entre las dos artistas dio de comer a muchos periodistas sensacionalistas de los años cincuenta, pero la distancia nos revela cuan escasamente fundada estaba. Mientras Callas apostaba por ef futuro, Tebaldi se instalaba en el perfec- REDACCIÓN ADMINISTRACIÓN TALLERES- SERRANO, 61 28006- MADRID cionamiento de un repertorio limitado. Preguntada por la presunta rivalidad, Callas supo constestar: Cuando la se- A CALLAS: REINAR DESPUÉS DE MORIR EDICION INTERNACIONAL tipo de soprano assoluta de que nos hablan los libros no se refería sólo a las posibilidades de Callas- y a demostradas en giras anteriores por Iberoamé- Un medio publicitario único para transmisión de mensajes comerciales a ciento sesenta naciones ñora Tebaldi cante hoy una Medea, mañana una Norma y después una Traviata podremos hablar de igual a igual. Mientras, es como comparar el champaña con la coca- cola. Que en muchas ocasiones el público burgués prefiriese la coca- cola, es otra cuestión. Hoy en día, cuando la leyenda de Callas está en su apogeo, nos maravilla que pudiese suceder. Pero si en algunos casos, como en Mimí o Leonora, la versión Tebaldi nos parece más redonda, no hay que olvidar que, paralelamente, Callas resucitaba a heroínas como Anna Bolena, Imogene, Medea o, en fin, Alcestes. Este proceso de recuperación, este ir reconstruyendo paso a paso la historia del arte lírico hacen que el fenómeno Callas se convierta en un fenómeno cultural tout court. Naturalmente, Callas también abordó las Mimís, las Butterflys y las Toscas convencionales. De esta última hizo una creación memorable, total, dando además la medida de su insuperable personalidad dramática (como Norma, como Lucía, como Violetta o Medea) En los otros casos se trata de personajes en principio contrarios a su personalidad, abordados con múltiples defectos, pero que tienen la virtud de sernos presentados bajo luces completamente nuevas. Lo que Callas hace con Cio- Cio- San (la apodada Butterfly) es un milagro de desdoblamientos consigue hacernos creer que la edad del personaje son catorce años. ¡Trabajo arduo para quien llegó a transmitir como nadie la madura furia de Medea! En sus momentos mejores Callas fue Norma, pero el no convencido por otros papeles, puede hacer la prueba con los momentos menos conseguidos, como las heroínas puccianas que acabo de citar. Escuchar primero a Butterfly y después a Medea nos hace pensar en dos voces distintas, en dos intérpretes que jamás hubiesen sido presentadas. En estos saltos triunfa la teoría de Callas, según la cual el intérprete tiene que adecuar su voz a las características de cada personaje, y no al revés, como se venía haciendo. La soprano assoluta se convertía también en la actriz total. El legado de Callas se dejaría sentir en las intérpretes de la nueva generación. Todas y todos hablan de ella con una devoción como no ha merecido ningún otro intérprete del arte lírico. Todos saben, en fin, que Callas abrió el gran camino. Terenci MOIX

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.