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ABC MADRID 04-08-1987 página 67
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  • EdiciónABC, MADRID
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MARTES 4- 8- 87- ESPECTACULOS -ABC, í ág. 67 Nuevo Mundo, la vanguardia del ballet llega del Cono Sur Madrid. S. E. El Ballet Nuevo Mundo de Caracas se encuentra actualmente en la vanguardia de la danza en Iberoamérica y, si bien basado en la técnica y en las enseñanzas clásicas, se ha desarrollado en el estilo contemporáneo marcado por el contenido energético acorde con la dinámica del siglo. La compañía, con su primera bailarina, Zhandra Rodríguez, al frente, ha actuado en las principales ciudades de los Estados Unidos, Europa y ia Unión Soviética, y ahora llega a Madrid con tres programas diferentes, para bailar desde hoy en el Conde Duque. Esta noche y mañana, Nuevo Mundo presenta Cantos urbanos, de Ulisses Dove, Encuentro, de Eric Emmanuelle, Llantos perdidos, de San Goh, y A trabajar, de J. Jamtson. El 6 y 7, Vil por VIII, de Elisa Monte, Poema, de Pares, Incidente dramático, de José Ledezma, Cinco tangos, de Van Manen y Mercurio, de Dénnis Nahat. Por último, el 8 y 9, Doble realidad, de Le dezma, Momentum, de San Goh, Encuentro, Incidente dramático, Después del Edén, de John Butler y A trabajar. Fallece Pola Negri, estrella y sombra del pasado más glorioso de Hollywood El cine enmudece en memoria de uno de sus más viejos mitos Una de las grandes figuras del cine mudo, la actriz Pola Negri, ha fallecido a los noventa y cuatro años de edad, en San Antonio (Texas) víctima de una neumonía, según informó el médico que la trató en sus últimos años. Con ella desaparece Pola Negri era, desde hace muchísimos años, un recuerdo más o menos vivo de una época gastada de la historia del cine. Tuvo, como algunas otras estrellas de los últimos años del cine mudo, una gloria extraña: tan real como para ser admirada en todo el mundo, y tan ficticia como para caer en el más oscuro olvido durante décadas. Ocurrió que, como a tantos otros personajes del cine, la llegada del sonoro sumió a Pola Negri en un prolongado silencio. Un silencio de muerte que ha durado más de cincuenta años y que sólo se ha roto en escasísimas ocasiones, la última, con la triste noticia de su muerte, a la edad de noventa y cuatro años, y víctima de una neumonía. Madrid una figura mítica, la vamp conservada como un recuerdo pasado de moda entre la gasa de las décadas. No se sabe si fue ella quien creó ese personaje, pero lo cierto es que fue quien con más frivolidad lo trasladó de la pantalla a la vida. casi diez años; ella recibió del cine un pasaporté para la historia y a cambio le dio una figura, la vampiresa que supo encarnar no sólo dentro de la pantalla sino en sus aledaños más o menos reales. Desde su retiro, probablemente forzoso, han sido muy pocos los ecos que se han recibido de ella; tras un intento frustrado por volver al cine en 1943, su imagen apareció por última vez en 1964, en la película La bahía de las esmeraldas Al margen de esto, por lo que no se la recordará, tuvo una airosa salida al mundo en 1971, cuando publicó las Memorias de una estrella llena de recuerdos de un Hollywood que ya no existe, de alusiones a personajes que son historia y de frases que modelaban una personalidad, la suya, que se pedrían resumir en una: He amado a muchos hombres, pero siempre me casé con aquellos que no amé. Era el sello de una vamp la primera y a buen seguro la última. Pola Negri Nació en la ciudad polaca de Janowa y con el nombre de Apollonia Chalupezc, que adobó convenientemente para tentar el éxito en Hollywood en 1923. Se sonrieron mutuamente durante La terapia de contar y cómo vivir del cuento, etcétera, etcétera... Madrid. S. E. Una nueva obra unipersonal se presenta a los ojos del espectador veraniego que aún no ha abandonado la Villa justo cuando concluyen, en el Centro Cultural Galileo, las representaciones de La tigresa, de Fo, según la monologa versión de Manel Barceló, y curiosamente dirigida por el mismo José A. Ortega, que está haciendo el agosto en este mes madrileño. Efe, Efe... es la propuesta de psicodrama que presenta Ortega, en esta segunda oportunidad, a medias con Karra Elejalde. El director barcelonés ha puesto en escena una especie de autobiografía asaz retorcida de un cuentista- léase que vive del cuento- el cual, haciendo ejercicio de su oficio, narra desde el escenario el rosario dedesventuras que componen su descarnada vida. El riesgo de poca originalidad está asumido, y el montaje se ofrece, desde hoy y hasta el próximo día 9, en el recién estrenado Centro Galileo. Entre vamp y actriz de prestigio Ha muerto a los noventa y cuatro años. Los mismos que tenía, al desaparecer, su máxima rival europea, Francesca Bertini, no hace demasiado tiempo. Aunque su verdadera rival, en su propio terreno, fue Gloria Swanson, a quien se dice que, tras lucha abierta en los años veinte, intentó pisar al inicio de los cincuenta, el papel de Norma Desmond en El crepúsculo de los dioses. Fue, en todo caso, un personaje aparte, una sublimación del concepto mismo de la superstar hasta el punto de que hoy su imagen puede resultar, a fuerza de tópica, grotesca. Grandes ojos negros, labios como una herida, oscura cabellera y tez pálida, Pola Negri, nacida Apollonia Chalupezc en Polonia, fue la primera actriz exótica del cine americano en el sentido más estricto del término, lo que equivale a decir que fue la primera extranjera que trabajó en el cine americano. Ya en Hollywood, a donde llegó en 1923, cuando se aproximaba a la treintena, rápidamente se convertiría en una extraña mezcla de vamp -o si se prefiere, de femme fátale -y actriz de prestigio, imponiendo, al mismo tiempo que su categoría profesional, una personalidad muy europea que hizo estragos en los años veinte, los de su máximo esplendor, al tiempo que se hacía envidiar por sus bodas con aristócratas y sus amores apasionados con estrellas como Rodolfo Valentino o Charles Chaplin, llegándose a decir, a su regreso a la Alemania en la que se había formado, que también vivió un tórrido romance con el mismísimo Adolf Hitler. Superstar en la máxima extensión de la palabra, Pola Negri, que, entre otros, trabajó con realizadores como Stiller Walsh y, sobre todo en su etapa americana, Rowland V. Lee, vio truncarse su carrera con la llegada del sonido, ya que su fuerte acento no fue admitido por el público yanqui, lo que daría como resultado que, tras una última película, -A womán commands, 1932- en Estados Unidos, volviera al cine alemán, tras un breve paso por el francés. En él hizo alguna película de cierto interés, como Mazurca, de Willi Forst, ya en un papel de madre. Y, en 1943, regresaría a EEUU. A casi veinticinco años de distancia de su última aparición en las pantallas, Pola Negri es ya una sombra en el pasado. Su rostro no dice nada al público actual, sus viejas películas- -de las que pocas resultaron, al margen de las de Lubitsch, memorables- -tiene la escasa difusión de que adolece el cine mudo en general, y sus admiradores de la época o han desaparecido antes que ella o la han olvidado. Fue, sin embargo, y con todo, en su momento, poco menos que una institución. Sic transit gloria mundi César SANTOS FONTENLA

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