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ABC MADRID 19-07-1987 página 45
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ABC MADRID 19-07-1987 página 45

  • EdiciónABC, MADRID
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DOMINGO 19- 7- 87- RELIGION -ABC, pág. 45 Buena nueva LA DULCE ESPERANZA Tu soberanía te hace perdonar a todos... con la dulce esperanza de que, en el pecado, das lugar al arrepentimiento Sabiduría. El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad Pablo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega Evangelio. Líder religioso critica a Gorbachov y pide que se evite el desarme total Su influencia podría modificar las negociaciones con la URSS Bruselas. Andrés Garrigó Las concesiones que el Occidente se apresta a hacer a la Unión Soviética aumentarán el peligro de guerra y entregarán a Europa, inerme, a la apisonadora comunista que sólo Dios podrá detener Quien esto advierte no es un político o un general de la OTAN, sino el más celebre de los religiosos europeos, el holandés Werenfried van Straaten, fundador de la Ayuda a la Iglesia necesitada que auxilia a los cristianos en dificultades. Los temores de un religioso próximo a la jubilación no tendrían la menor importancia si no se tratase de una de las figuras más influyentes en amplios sectores católicos de Europa. Más de seiscientos mil hinchas le proporcionan cada año los cinco mil millones de pesetas, o más, que distribuye su obra Ayuda a la Iglesia necesitada Son los mismos que se beben sus vibrantes cartas en su boletín bimestral, editado en Bélgica en cinco idiomas. Su última carta es probablemente la más dura y alarmante de las que ha venido publicando en los 40 años que ahora celebra su fundación. Suena, a la vez, a testamento y premonición. El vendaval de optimismo con que es saludado ahora Gorbachov- d i c e- resulta tan injustificado como las expectativas que, en su momento, suscitó Kruschev La razón profunda es que, para él, como para toda una lista de Papas, el comunismo es incorregible. La cirugía estética no puede cambiar nada. También el comunismo con rostro humano si sigue siendo ateo, no es sino una vanante de Satanás, que- como afirma San Pablóse camufla de ángel de la luz Debemos temer- prosigue- que los dirigentes soviéticos sólo puedan resolver su difícil posición interna mediante el último recurso de los dictadores: una aventura exterior coronada por el éxito. Todo apunta a que quizá este año- e n un momento de máxima debilidad de la Unión Soviética, y sin auténtica contrapartida- se hagan enormes concesiones al dictador rojo. A pesar del júbilo general i de quienes quieren la paz o fingen quererla, esas concesiones aumentarán el peligro de guerra. Nunca se había aventurado tanto el padre Werenfried en asuntos político- militares. Pero su moraleja discrepa de la del general Rogers. El recién jubilado jefe de la OTAN pide más armas. El popular religioso holandés pide penitencia y conversión, pues sólo el retorno a Dios puede salvarnos Según él, la Humanidad se halla ante un círculo vicioso de maldad, un torbellino destructor, resultado de la mala voluntad del hombre a lo largo de los siglos y de una inteligencia sobrehumana, diabólica. Hay un príncipe de las tinieblas, un ángel caído, llamado Satanás. Es el genial organizador de la maldad. No en vano, Cristo le llama príncipe del mundo. Esa maldad, que conquistó media Europa con el nazismo, embriagando e hipnotizando las masas, se manifiesta- a su juicio- hoy en la seductora tentación de hacer las paces con el gran adversario pues una espesa niebla de pecado oculta la verdad En ningún momento aboga van Straaten por mantener tales o cuales misiles. La solución, para él, no estriba tampoco en tratados de paz, sino en la lucha por cumplir los mandamientos y propagar la fe. Tal vez no esté de moda, pero- comentan sus partidarios ¿acaso los verdaderos profetas no fueron contra las corrientes dominantes de su época? En esto de la salvación, no se fíen ustedes de los que dicen tener las cosas claras; sería tanto como haber comprendido a Dios, y eso, aparte de ser imposible, es siempre un pecado de suplantación. Lo más claro es que nuestros criterios no sirven, ni siquiera los de los más metidos en esto de la fe y de la Iglesia. El Evangelio nos llama constantemente a no aplicar nuestros criterios al proceder de Dios. La Iglesia sabe lo que Dios quiere de todos y cada uno, sabe además que andamos lejos; ella misma anda lejos de ser lo que Dios quiere; pero sobre todo sabe, y es su misión decirlo, que Dios nos ama y nos salva en esa lejanía que El no quiere y que la Iglesia tiene que denunciar como pecado. Dios no quiere nuestros juicios sino nuestra mediación. Tan pecado es la temeridad del que perezosamente se remite a la misericordia, entendida como miopía de Dios, como querer adelantar acontecimientos, llevar excesivas cuentas del bien o del mal, etiquetar conductas o indulgenciar gustos personales. Dios no va por ahí. Dios no piensa así. Una cosa es válida: la dulce esperanza del que sin cálculos se esfuerza y da lugar a la ayuda del Espíritu. La Palabra de Dios nos sitúa hoy frente a unas evidencias y nos disuade de unas pretenciones: -Nadie, absolutamente nadie, está abandonado de Dios; nadie es irrecuperable para el Espíritu. El poder de Dios y su omnisciencia no son fuente de temor sino de dulce esperanza. El pesimismo sobre nuestra debilidad se desvanece cuando se nos dice que el Espíritu viene en nuestra ayuda enseñándonos a pedir -Esta dulce esperanza en la pasión de Dios por todo hombre nos disuade de hacer preguntas interesadas sobre buenos y malos: trigo y cizaña pero nos disuade sobre todo de hacer juicios y justicias nuestras, erróneas o impropias. Trigo y cizaña no son términos definitivos ni diferenciados, hay que esperar el final de cada conciencia y el gemido del Espíritu en cada hombre. ¿Qué hay mucha siembra del enemigo? Ciertamente, muchísima; pero el enemigo no es dueño definitivo de ningún hombre en camino. Lo importante, lo. primero, es permanecer en la dulce esperanza de una siega compasiva para mí. Lo segundo, que se me note esa esperanza y saber dar razón de ella hasta la siega. Jaime CEIDE Monseñor Suquía hace balance de su labor episcopal Madrid. S. R. El arzobispo de Madrid, cardenal Ángel Suquía, en la habitual charla semanal que realiza a través de la cadena COPE, efectuó un balance de su episcopado al celebrarse el XXI aniversario de su consagración como obispo. En su alocución, monseñor Suquía invitó a amar a la Iglesia y señaló que en el discípulo de Jesús son inseparables el amor a Jesús y el amor a su Iglesia. Hay que fijarse menos en lo que la Iglesia tiene de organización y estructuras y más en lo que la Iglesia es: misterio de Dios manifestado en Jesucristo para la salvación del mundo También manifestó que, durante estos años, ha aprendido a seguir el camino del hombre. Me duele el hombre- a ñ a d i ó- Gozo con él. Espero en el hombre llamado al dominio de la creación Mavilsa Avda. América, 80 (Gasolinera Sta. Marta) Tel. 267 55 00

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