ABC MADRID 19-07-1987 página 44

44 A B C CULTURA DOMINGO 19- 7- 87 Uno de los más bellos dibujos de Leonardo, dañado por los disparos de un demente El valor de la obra se calcula en unos cuatro mil millones de pesetas Londres. Alfonso Barra El hombre que atentó el viernes contra un dibujo de Leonardo en la Galería Nacional de Londres es un británico de treinta y siete años residente en Wimbledon, según declararon a Afp fuentes judiciales. Disparó un cartucho con la escopeta que ocultaba en un maletín. La pintura, que representa a la Virgen y el Niño con Santa Ana y San Juan Bautista, estaba protegida por un cristal cuyas astillas dañaron el vestido de la Virgen. Cuando el demente reunieron 800.000 libras y el Estado aportó disparó estaba sólo en 350.000 para que la obra maestra pasara al la sala dedicada a esa patrimonio artístico nacional. Está expuesta obra de Vinci. Dijo a la en una sala con control estricto de la humePolicía que lo hizo en dad y de la temperatura. En un período de señal de protesta Al cuatro meses fue admirada por setenta mil parecer, el agresor supersonas. fre transtornos mentaEl autor del atentado fue detenido inmediales. tamente y pasó a la Comisaría de Bow El dibujo es muy fráStreet, en el centro de la capital. No hay exgil y se calcula que plicaciones sobre el móvil de la acción. Técnipuede valer veinte micos del museo opinan que es imposible gallones de libras (unos rantizar al 100 por 100 la seguridad de los tecuatro mil millones de soros artísticos. El museo ha prometido una Autorretrato de pesetas) Es uno de los declaración en los próximos días para infortesoros de la Galería Leonardo de Vinci mar del estado del dibujo. Nacional y tal vez el más popular. El artista Leonardo de Vinci lo dibujó en papel con terminó la obra el año 1500 y se cree que fue un color castaño poco intenso y mide 139 por enviada a Gran Bretaña a mediados del si 101 centímetros. Sirvió de esbozo para el glo XVIII. Procedía de la colección Sagredo, cuadro de La Virgen y el Niño con Santa en Venecia, y la adquirió John Udny. El año Ana expuesto en el Louvre. Harold Wilson, 1962 un pintor alemán, a quien le diagnosti- que era jefe del Gobierno cuando fue organicaron irresponsabilidad mental, arrojó un tin- zada la suscripción nacional, calificó el dibujo tero contra el dibujo. como una de las cosas más bellas del munEse mismo año, por suscripción popular se do Rafael Alberti se recupera del accidente que sufrió ayer Madrid. S. C. El poeta Rafael Alberti se recupera favorablemente del accidente de tráfico que sufrió a primeras horas de la madrugada de ayer, que le produjo fractura de la tibia izquierda. Alberti se encuentra internado en el hospital Gregorio Marañón, donde deberá permanecer al menos dos semanas. Su estado de salud es satisfactorio y no ha sido sometido a ningún tipo de intervención, según fuentes del citado centro sanitario. El accidente ocurrió a la una y cuarto de la madrugada en la calle de Alcalá, esquina a la de Alcalde López Casero. Un Seat 131 chocó con un Seat 1 27 que, a su vez, chocó con el Renault 18 en que viajaba el poeta. Las primeras noticias hablaban de que Alberti había sido atropellado, lo que resultó no Rafael Alberti ser c i e r t o El c o n ductor del primer coche, según ha sabido ABC, se negó a someterse a la prueba de alcoholemia tras el accidente. Rafael Alberti ingresó un cuarto de hora después en el hospital. Nada más conocerse el accidente, el poeta recibió innumerables muestras de cariño- las líneas telefónicas del hospital quedaron bloqueadas- a las que respondió con una nota pública. Jean Tinguelly en el Palazzo Grassi, un buscador de arte en las entrañas de la chatarra Gran exposición antológica del escultor suizo en Venecia Venecia. Julio Bravo, enviado especial Lo primero con lo que uno se topa al entrar estos días en el Palazzo Grassi es con un gigantesco armatoste indefinibie por naturaleza. Tiene multitud de ruedas y hace un extraño ruido. Su autor es Jean Tinguelly, curioso personaje a medio camino del chatarrero y el artista que ofrece en Venecia la antología de sus mejores cacharros Allí se puede ver desde un caballo de cartón que sube y baja, accionado por un invisible mecanismo, hasta una caja que se abre y cierra con una muñeca en su interior, y también varias cabezas de pitufos colocadas sin orden ni concierto. Jean Tinguelly denomina a sus creaciones arte en movimiento que practica desde 1954 y que el Palazzo Grassi recoge ahora en una exposición antológica patrocinada por la Fundación FIAT y dirigida por Pontus Hulten. El escultor Jean Tingueily es suizo. Nació en Friburgo en 1925 y vive actualmente en Neyruz- localidad cercana a sus ciudad natal- junto a un depósito de residuos industriales, de donde saca buena parte de la materia prima que emplea en su obra. Desde mediados de los años cincuenta, Tanguelly se dedica a la construcción de estas estructuras metálicas en las que la base son ruedas hidráulicas. Las ha expuesto en Estocolmo, Amsterdam, París, Basilea, Londres, Houston, entre otras ciudades, y ha realizado con ellas experimentos tan curiosos A la vez sorprendente, infantil, mágico y ridículo, Tinguelly hace jugar al público con su arte ñas que despide los balones previamente introducidos por un gran embudo, y con la que Tanguelly disfrutó durante largo rato el día de la presentación de la muestra a los periodistas. Uno de los aspectos más peculiares de la obra de Tanguelly es que el espectador puede jugar con ella. No sólo puede hacer sus propios dibujos ayudado por los Meta- matics o máquinas de dibujar, inspiradas en los ready- made de Marcel Duchamp, sino que también tiene ocasión de poner en movimiento, pisando unos interruptores, a un perro de juguete que camina hacia delante o hacia atrás alternativamente. Se le permite también que haga que se golpeen diversos tambores y latas en una máquina de desbarajustado aspecto; o puede conseguir que, al tiempo que dos palos chocan estruendosamente entre sí, una sierra vaya cortando un tocho de madera. Hay mucho trabajo en esta muestra. Una labor cuyo resultado final es a la vez sorprendente, Infantil, mágico, curioso, ridículo, atrayente e inquietante. Los psicoanalistas tendrían un buen sujeto de estudio en este fascinante Jean Tinguelly, con cuya exposición el Palazzo Grassi y la Fundación FIAT se han apuntado un nuevo tanto, tras las exposiciones sobre el futurismo y sobre Arcimboldo. como el que llevó a cabo con su obra Homenaje a Nueva York, en la propia ciudad de los rascacielos. Una pieza que él mismo definió como autodestructiva, y a la que hizo suicidarse en una demostración pública en el jardín del Museo de Arte Moderno neoyorquino en 1960, que repitió diez años después en Milán. La exposición del Palazzo Grassi es una buena prueba de la originalidad de Tingueily. Cerca de trescientas obras, entre esculturas y bocetos, componen la muestra. A lo largo de las salas, el espectador camina de sorpresa en sorpresa. Puede ser la figura de un enano de cuento de hadas sonriendo mientras da vueltas, colgado boca abajo, sobre un cubo de agua. O esas calaveras de animales a las que ha devuelto la vida mediante un artilugio que les hace mover ías mandíbulas- é n ocasiones, como en el caso de la obra Blancanieves y los siete enanitos, envueltas de modo tragicómico en velos blancos y negros. Puede ser también ia pieza Rotozaza I, suerte de máquina para entrenar M. arado-