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ABC MADRID 17-07-1987 página 12
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ABC MADRID 17-07-1987 página 12

  • EdiciónABC, MADRID
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12 ABC OPINIÓN VIERNES 17- 7- 87 A propósito ZIGZAG Cocaína El dilema está servido: La búsqueda del escalofrío puede matar... Di no a las drogas y sí a la vida son las palabras que Nancy Reagan encabeza en un cortometraje que se proyecta en los cines americanos antes de la película. Esta campaña antidroga contra la cocaína y su derivado, el crack que tantos adictos arrastra en Estados Unidos, se acompaña de la presencia de otros personajes famosos que han ofrecido su imagen para sumar fuerza al mensaje. En los documentales se muestran los peligros que conlleva la coca y el grado de dependencia que crea. Información parecida ha de proyectarse en nuestras salas: a más de uno se le iba a cortar el resuello. Porque en nuestro país el dilema no está servido; lo están, en cambio, listas para ser esnifadas, las coloquialmente llamadas rayitas de cocaína. Caras pero demasiado fáciles de comprar. blecimientos. Los ambulantes ofrecen todo tipo de productos que el comprador puede adquirir sin el pago del IVA, si es que antes algún carterista no le ha desplumado: en provecho del gentío los pequeños delincuentes actúan en ese tramo. con total impunidad. Los comerciantes dieron cuenta de lo dicho por escrito el pasado mes de abril al concejal residente del distrito municipal al que pertenecen, pero la contestación no ha llegado. EL AGOTAMIENTO L A necesidad de una remodelación del Gobierno González está siendo machaconamente reiterada, al menos desde las elecciones del pasado 10 de junio. Como se sabe, el presidente, por el contrarío, no desaprovecha oportunidad de repetir que no e n t r a en sus planes cambiar, poco o mucho, su Gobierno, bastantes de cuyos miembros desempeñan la misma cartera desde diciembre de 1982. Cabe pregunItalia donde la investidura la recibe el Gobierno entero. El programa de gobierno lo presenta el presidente al Parlamento y los ministros no hacen más que adherirse a él. De hecho son puros ejecutores de la política presidencial. Felipe González puede cambiar o no a sus ministros, pero mientras él sea presidente no se pueden esperar modificaciones esenciales. Piénsese, por ejemplo, en lo intranscendente que fue sustituir en Exteriores a Moran por Ordóñez. El supuesto proamericanismo de éste no ha modificado la errática política exterior ni evitado la peor etapa de la relaciones con Estados Unidos. El patente cansancio de algunos miembros, la ostensible insustancialidad política de otros, las aireadas discrepancias Ledesma- Barrionuevo... no son más que señales visibles de un problema de fondo que no afecta sólo a los ministros sino, además y sobre todo, al mismo presidente. De la ola de ilusión popular en cuya cresta llegaron los socialistas al Poder ya no queda ni la espuma. El proyecto socialista se ha agotado en su propia inanidad y González se ha pasado con armas y bagajes a ese capital solidario que ahora predica. La manoseada moral de las responsabilidades ha sido la cobertura para abandonar los viejos e inútiles dogmas y limitar el famoso cambio a situar a la sombra de los presupuestos públicos a unos cuantos miles de compañeros. Tantas contradicciones, tanta incoherencia son, a la larga, difícilmente sostenibles y los ciudadanos empiezan a acusarlo, como se vio el 10 de junio. Por eso mismo el presidente González ha perdido su discurso y se ha quedado sin nada que decir como pudieron comprobar millones de españoles hace una semana en TVE. Una remodelación del Gabinete no puede solucionar este problema de fondo. No están agotados los ministros, está agotada una política. Alejandro MUÑOZ ALONSO Un mal gesto Lo primero que hizo el actual alcalde de San Sebastián, señor Albistur, tras la toma de posesión de su nuevo cargo, fue descolgar la bandera española de la pared de su despacho en el Ayuntamiento. Esta medida le descalifica para el cargo que ocupa. tarse cuáles son las razones de quienes creen llegado el momento de hacer una amplia crisis gubernamental. ¿Espe: ra. n de unos nuevos ministros soluciones para el vasto surtido de problemas que afligen a la sociedad española o, más simplemente, desean una crisis estival como revulsivo a la monotonía de la vida política, como pura amenidad? Si se pretende una crisisespectáculo nada hay que objetar, pues cada uno es dueño de aliviar su tedio de! modo que le apetezca. Permítaseme decir, no obstante, que no se entiende qué aliciente puede tener la sustitución de los actuales ministros por otros correligionarios tan desconocidos como eran muchos de ellos al acceder a la poltrona. Si, por el contrario, se piensa en una crisis- solución no se puede por menos de manifestar el asombro más absoluto. Si el presidente González cambiase a la totalidad de sus ministros se habría modificado, sin duda, el decorado, pero la situación sería sensiblemente igual a la de ahora. El reparto sería otro, pero el argumento a representar, el protagonista y el director de escena serían los mismos. Para el público espectador sería presenciar por segunda o tercera vez una aburrida comedia. Nuestro régimen constitucional es tan marcadamente presidencialista como el sistema cancilleral germánico. La in; vestidura la recibe el presidente y sólo después, éste forma su Gobierno, a diferencia, por ejemplo, de lo que ocurre en Jueces La nueva legislación española jubila a los jueces a los sesenta y cinco años como si Ja magistratura fuera un ejercicio físico o una tarea manual. Pero la longevidad, desde la Atenas de Pericles a nuestros días, es una garantía de mesura e independencia. En la Corte Suprema norteamericana nos encontramos, por ejemplo, con que el juez Brenann sigue ejerciendo su función con ochenta y un años, el juez Lewis Powell acaba de anunciar su retiro voluntario, a los ochenta años, aquejado por un pequeño tumor en la próstata. El juez John Kennedy, veinticuatro años después del asesinato de Dallas. En medio de sus defectos, la sociedad norteamericana mantiene al cabo de dos siglos una justicia ejemplar. Gracias en buena parte al sistema opuesto al implantado en España mediante el rodillo. Aquí prescindimos de los magistrados, derrochadoramente, en el momento mejor de su vida profesional. Venta ambulante Los propietarios de los locales comerciales situados en el tramo impar de la madrileña calle Goya comprendido entre General Díaz Porlier y Conde de Peñalver pagan puntualmente sus impuestos al tiempo que un ejército de vendedores ambulantes- algunos puestos fijos y legales; otros, movibles e ilegales- invade de lunes a sábado esa acera. No sólo contravienen la ley Municipal de Venta Ambulante- que la autoriza exclusivamente en aquellas zonas donde el comercio sea escaso- sino que además se apropian de los escaparates y fachadas de los comercios autorizados para improvisar sus tingladillos: rayan los mármoles y las lunas y, lo que es más grave, desvían el paso del viandante, que, atosigado por la aglomeración, cruza de acera y hace sus compras en otros esta- Tarifas de suscripción Mes Ptas. Trimestre Ptas. Semestre Ptas. Anual Ptas. Madrid 2.325,6.480,12.460,23: 870, Hágosesiisciiptor de

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