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ABC MADRID 11-07-1987 página 57
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ABC MADRID 11-07-1987 página 57

  • EdiciónABC, MADRID
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11 julio- 1987 ABC ÍITcrarío ABC XIII -Pensamiento y Ciencias Sociales L interés del esapreciar en ella. Aciertudio de la Ilusta al resaltar la contratración, es deposición entre el solitacir, del periodo que se rio y el misántropo, por extiende desde fines Ginzo, A. La Ilustración francesa. Entre Voltaire y Rousseau. Prólogo de J. M. Gómez una parte, que se redel siglo XVIII hasta la Heras. Ed. Cincel (Madrid 1985) 198 páginas, 567 pesetas, Hume, D. Ensayos políticos. f l e j a en una de las revolución francesa es Estudio preliminar de J. Colomer. Traducción de C. A. Gómez. Editorial Tecnos (Madrid, versiones más paradig 1987) 154 Rousseau, J. J. Discurso sobre ei origen y los fundadoble. Por una parte, mentos de páginas, 600 pesetas. los hombres y otros escritos. Estudio preliminar, traduc- máticas del género aula desigualdad entre como movimiento inte- ción y notas de A. Pintor Ramos. Editorial Tecnos (Madrid, 1987) 264 páginas, 650 pesetas. tobiográfico y el ciudalectual, la Ilustración Todorov, T. Frágil felicidad. Un ensayo sobre Rousseau. Traducción M. R. Segura. Gedi- dano que se identifica tiene un carácter muy sa (Barcelona, 1987) 123 páginas, 950 pesetas. Iglesias, M. C. Los cuerpos intermedios con el orden social. definido, una personali- y la libertad en la sociedad civil. INAP. (Madrid, 1986) 76 páginas, 300 pesetas. Pero hay que añadir dad propia, a pesar de que en la obra del los numerosos matices pensador ginebrino se y divergencias que podemos reconocer en pueden apreciar las timitaciones de ambas Pero la clara limitación de la sociedad y de cuanto nos acercamos a ella como bien nos figuras. El misántropo no puede subsistir sin la vida política del momento puede dar lugar recuerdan Ginzo y Ramos. Se caracterizaría, la sociedad de los hombres. La misma cona actitudes muy distintas que rebasan en en primer lugar, por la confianza en la razón fesión arranca de una necesidad de su aumucho las formulaciones más ingenuas de en lo que se refiere al conocimiento. y domitor de llegar a un prójimo. Correlativamente los enciclopedistas. De ahí el interés de la nio de la realidad, es decir, por la intensidad el ciudadano ha de hacer frente a la corrupcontraposición que establece con gran finura y envergadura que adquiere en dicho siglo ción y al despotismo a la que la Humanidad M. C. Iglesias entre Montesquieu y Rousel esfuerzo secular por amoldar nuestro enorganizada socialmente ha llegado. En este seau. La política no es en rigor la plas matorno a nuestras necesidades. sentido, el Discurso sobre el origen y fundamentos de la desigualdad entre los hombres. Las obras que comentamos dejan bien del que aquí se comenta una excelente verclara la preocupación práctica del pensasión, constituye una versión de la historia de miento ilustrado en dos de sus dimensiones la Humanidad muy distinta de la prevalente fundamentales: la pedagogía y ia reflexión en aquel momento: la superación del estado política. El libro dé Todorov insiste en la imde naturaleza habría que conceptualizarla portancia del Emilio de Rousseau justamente negativamente en la medida en que no se porque la superación de la dicotomía estado habría logrado con ello propiamente un prode naturaleza- sociedad sólo puede lograrse greso. mediante la formación de un nuevo tipo de hombre. Asimismo es prácticamente unániEn ambos casos, lo fundamental no es me la valoración de la reflexión política. tanto la tesis a pesar de su interés, como la delimitación de dos figuras de indudable alPero al mismo tiempo también debemos cance histórico. La figura del hombre solitaapuntar la importancia de la Ilustración como rio que ha de tener tanta importancia en el comienzo de una etapa nueva de historia. Romanticismo admite cierto parentesco con Las grandes transformaciones del siglo XIX algunos de los ideales de la antigüedad. y XX están en no pocos aspectos prefiguraPero ahora ya no se trata de la suficiencia das en la cultura del siglo XVIII. Esta contimesurada del sabio estoico o aristotélico nuidad con nuestro tiempo ha dado lugar a que busca ponerse al resguardo de las conun esfuerzo por valorar el fenómeno de la tingencias o moderar sus pasiones, sino del Ilustración: ¿en qué medida el optimismo y convencimiento de que la verdad está en la confianza en la razón que caracterizan el uno mismo, y que la principal tarea es lograr siglo son legítimos? Esta pregunta ha pesasu plena manifestación. Pero hay otra figura do especialmente en el mundo alemán a que aparece claramente en los escritos partir de Max Weber y Adorno. rousseaunianos y en la que Iglesias, en su ción inmediata de unos deseos, sino un esIndependientemente de la solución que se contraposición con Montesquieu, ha insistido fuerzo técnico por lograr la mayor libertad ofrezca, esta discusión presupone por parte especialmente. Se trata de la de quien busposible mediante la división de poderes y la de los ilustrados una visión de la razón ca y no encuentra la salvación en la vida constitución de cuerpos intermedios. Para como razón instrumental y no propiamente social. Sus aspiraciones anticipan- aunque ello ha de contemplar la situación histórica especulativa. Se trata de resolver problemas no coincidan con- las de quienes han acureal de la sociedad para la que se está leprácticos y no de llegar a conocimientos últidido en los dos últimos siglos a los pensagislando. En Montesquieu, como en cierta mos y definitivos como son los de la metafímientos totalitarios. Frente a la aspiración a medida en Hume, cabe hablar de una visión sica. De la exposición de Ginzo (que tiene un orden nuevo y totalitario, Iglesias nos ilustrada de la política, pero en ambos casos el mérito de haber apurado las posibilidades hace valorar la moderación y el realismo del se trata de una visión cautelosa y realista. del formato y de la orientación pedagógica señor de la Bréde, pero al mismo tiempo reLa razón que la anima no es la razón utópipara ofrecer unos excelentes capítulos de inconoce la comlejidad de la obra del pensaca, sino más bien la razón de quien busca troducción temática a la Ilustración francesa) dor ginebrino. La desilusionada lucidez con decisiones razonables. Su resultado no es la destacaríamos el dedicado a la posición crique se presenta la figura del ciudadano traciudad ideal, sino una sociedad equilibrada tica de ésta ante la metafísica tradicional y duciría... al lenguaje político la queja del con el menor grado de opresión posible. Se las formas- por lo general atenuadas- en Eclesiastés o del Fausto de Goethe por el nos hace sentir a lo largo de estas páginas que está presente en el siglo de las luces, crecimiento del dolor a medida que crece el que ni las soluciones ni el espíritu de Monpor ejemplo, como física experimental del saber: el precio pagado por la adquisición tesquieu han perdido su vigencia. alma en D Alambert. de cultura y civilización, del lenguaje y también de la racionalidad y moralidad... A su Con todo, la discusión sobre la legitimidad A Montesquieu se contrapone la figura manera, tanto el dramatismo de la obra de de una cultura culmina en una discusión socompleja e intensa de Rousseau. -El trabajo Rousseau como la moderación de la de bre el orden político y social. En principio el de Todorov, cuya traducción al castellano Montesquieu representan la culminación de intelectual ilustrado es partidario de la transostensiblemente no hace justicia al original, un periodo crucial para nuestra época. parencia, la seguridad del individuo ante la constituye un intento por ofrecer una imagen ley, la tolerancia y una matizable igualdad coherente de su obra por encima de las tenJaime de SALAS que garantizaría el régimen parlamentario. siones y discontinuidades que se pueden E ILUSTRACIÓN Y LEGITIMIDAD

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