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ABC MADRID 03-07-1987 página 95
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ABC MADRID 03-07-1987 página 95

  • EdiciónABC, MADRID
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-i VIERNES 3- 7- 87 ESPECTÁCULOS iABC, pág. 95 Estoy muy decepcionado y muy triste- dijo López Cobosporque no pudo celebrarse dicha representación, un proyecto en el que llevaba trabajando desde hacía dos o tres años y en el que había puesto una gran ilusión en que llegase a convertirse en una tradición en el Festival. Estoy convencido- agregó- de que es una idea que contribuiría a dar personalidad y proyección internacional al Festival de Granada, por la singularidad irrepetible del marco, y es una pena que no se haya llevado a cabo por la falta de apoyo del Patronato. Entiendo- a ñ a d i ó- que la técnica está hoy en día tan avanzada y que los que acuden a escuchar una ópera son tan civilizados como para poder estar en un lugar como el de los Arrayanes contemplando un espectáculo único en el mundo. Confío en que se recapacite y que se empiecen a aprovechar más los escenarios naturales de esta ciudad para hacer música. López Cobos efectuó estas declaraciones en una rueda de Prensa presidida por el subdirector general del Departamento de Música del INAEM, Juan Francisco Marco Conchillo, que con anterioridad a su actual cargo ocupaba la dirección del área de Cultura del Ayuntamiento de Granada. En su intervención, Cobos acusa al Patronatode la Alhambra de proteccionismo Impidió el montaje de El rapto del serrallo Granada. Inmaculada Viiaderbó El director de la Orquesta Nacional de España, Jesús López Cobos, ha denunciado el excesivo proteccionismo del actual Patronato de la Alhambra, quien, a su juicio, impidió la representación de El rapto del serrallo en el patio de los Arrayanes, desaprovechando los marcos de esta ciudad para hacer música Conchillo trató de quitar hierro a las declaraciones del director de la ONE al afirmar que había habido tensiones, pero sólo las lógicas Creo- añadió el subdirector de Música- que durante el desarrollo de este Festival hemos entrado en el camino de resolver algunas de las tensiones que estaban planteadas. Por parte del Patronato de la Alhambra y sus directivos no existe intención de negar el marco monumental para la celebración del Festival. Se debería llegar a un punto de acuerdo entre las dos instituciones para que se puedan celebrar las sesiones del certamen sin que el monumento sufra. El sentir de López Cobos es el que se tiene en el Ministerio de Cultura, porque es deseo del mismo potenciar el Festival También reconoció Marco Conchillo una falta de entendí- López Cobos miento entre los representantes del Ministerio y de la Junta de Andalucía, falta de entendimiento que perjudica al Festival y, en definitiva, a la cultura misma Asimismo, declaró que durante las treinta y tres ediciones de este Festival realizadas en el monumento, antes de hacerse cargo el actual Patronato, nunca sufrió éste, que sepamos, deterioro alguno del que ahora pudiéramos lamentarnos Por su parte, el director del Patronato de la Alhambra, Mateo Revilla, manifestó encontrarse perplejo por las declaraciones del director de la Orquesta Nacional de España. El director del Festival hace la programación con toda libertad, y si este año no estaba programado El rapto del- serrallo no ha sido por culpa del Patronato. Nosotros nos limitamos a ceder la Alhambra para que se celebre el Festival y no entramos en lo que se programa. Mateo Revilla negó que hubiera enfrentamiento institucional entre la Junta y el Ministerio, y aseguró que la colaboración este año es más estrecha que nunca En relación con la idea de convertir en tradición la ópera de Mozart en los Arrayanes, Revilla dijo que no tenía ninguna información al respecto. Declaró, por otra parte, que el año pasado, un director de escena de la ópera pensó introducir en la alberca del patio de la Alhambra una barca, pero que, al verla sobre el terreno, él mismo suprimió la escena. No hubo que decirle que aquello no podía ser, se dio cuenta él mismo Sáenz de Heredia y dos décadas del cine español A sus setenta y siete primaveras, después de una década de silencios, rotos únicamente por algunos partes médicos sobre ocasionales alteraciones de su salud, José Luis Sáenz de Heredia acaba de recibir el mejor de los homenajes: con asistencia de público y autoridades, se ha proyectado nuevamente, reverdeciendo laureles de hace más de treinta años, una de sus mejores y más populares películas: Historias de la radio Este homenaje vivo, esta proyección, ha venido a subrayar la presencia del que fuera uno de los mejores- tal vez el mejor- de los realizadores españoles de los años cuarenta y los cincuenta, y arrojar una cierta luz sobre ese periodo de vida española que muchos de nuestros contemporáneos contemplan exclusivamente desde el prisma de la política. Sáenz de Heredia, políticamente vinculado al régimen anterior, primo del fundador de la Falange, realizador de cabecera del sistema, autor, entre otras muchas películas, de la única que llevó guión de) propio Francisco Franco, ha tenido la cruz de fabricar lo mejor de su producción en esos años de ostracismo, de bloqueo y cerrazón hacía nuestro país, que lo fueron por causas ajenas a la mayoría de los ciudadanos. De ahí que su nombre y su filmografía no figuren prácticamente en ninguno de los diccionarios y manuales internacionales al uso, y que su fama haya quedado reducida a los límites geográficos y culturales españoles, sin más proyección. Entre 1945 y 1955, su década dorada Sáenz de Heredia, entre otras películas, realizó El destino se disculpa ejemplo de comedia con evidentes influencias literarias; El escándalo con la que inauguró una vía de cine de época luego explotado hasta la saciedad; Mariona Rebull apertura hacía la crónica histórica de nuestro país, centrada en la Barcelona de principios de siglo concretamente; Los ojos dejan huella ejemplo de cine policíaco, de cine negro a la española, que también sirvió para abrtr caminos y, como florón de esa etapa, Historias de la radio acaso la mejor película de toda su carrera, tipo de comedia populista centrada en lo que, hace treinta años, constituía un fenómeno sociocultural: la radio ysus concursos, historias impregnadas de ternura y con ese ligero tono de mordacidad que siempre caracterizó al cine. En Cannes, este año, al comenzar la proyección de Radio days la película de Woody Alien, la pantalla ofreció, por esa extraña casualidad que de vez en cuando produce el encuentro de dos ingenios en un mismo camino, un homenaje a Sáenz de Heredia al reproducir, prácticamente, en unaHareve secuencia, uno de los sketches de Historias de la radio el del ladrón que, en trance de ejercer su oficio contesta al teléfono, urgido por su llamada, y cae en la tentación de contestar, en nombre de su asaltado, las preguntas de un concurso. El homenaje rendido en estos días a Sáenz de Heredia- -resulta hermo. so y gratificante hablar bien de un veterano sin esperar a su adiós- ha servido para situar en unos términos más precisos el cine que se hacía en aquellas décadas, por tantos motivos sombría a los ciudadanos que estaban entonces más o menos a la sombra, y a quienes buscando el entretenimiento de los más, inventaban historias y personajes. Sáenz de Heredia es, en su trayectoria, un realizador fácil, directo y perfectamente dotado, tanto para la comedia como para el drama; un realizador que, en su última etapa profesional, descubrió el gusto por la facilidad de las comedias y comedietas con cantante, utilizando a Manolo Escobar como protagonista, siempre bien acompañado por Conchita Velasco, y se depreció, aunque siguiera en pie, lo mejor de su filmografía. Recordar hoy esos títulos, que fueron celebrados con una lluvia de premios oficiales y sindicales, y fundamentalmente por el público, resulta una tarea tan grata como justa. Pedro CRESPO

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