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ABC MADRID 28-06-1987 página 65
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  • EdiciónABC, MADRID
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DOMINGO 28- 6- 87- CULTURA -ABC, pág. 65 La semana Miguel Delibes, John Cowdery Kendrew y Andrés Segovia- -este último a título póstumorecibieron el nombramiento de doctores honoris causa de la Universidad Complutense. El escritor castellano es el primer doctor honoris causa por la Facultad de Ciencias de la Información. Pedro Masaveu, presidente de la Fundación Principado de Asturias desde su fundación en septiembre de 1980, abandonará el cargo por razones de salud. Octavio Paz ha sido galardonado con el I Premio Internacional Menéndez Pelayo, dotado con cinco millones de pesetas y una medalla de honor. La villa romana descubierta en Carranque (Toledo) permite conocer por vez primera la planta completa de un edificio romano. El hallazgo es fruto de un proceso de investigación que comenzó en 1984. El cincuenta aniversario de Superman ha merecido una exposición conmemorativa en el Museo Nacional de Historia Americana. En el Centro Reina Sofía se inauguró una muestra conmemorativa de la presencia española en la Exposición Universal de París de 1937. Obras de Picasso, Julio González, Calder y Gutiérrez Solana, entre otros, reconstruyen aquel pabellón hispano. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando ha manifestado su posición favorable a que Las hilanderas se exhiba completo, sin eliminar los bandas añadidas al cuadro años después de que lo pintara Velázquez. El Centro Georges Pompidou ha abierto al público una muestra que recoge toda la obra gráfica, dibujos y pinturas de Antonin Artaud, uno de los grandes pilares del teatro contemporáneo. En el domicilio madrileño de María Zambrano fue presentada la Fundación que lleva su nombre y que ha sido creada por iniciativa de su pueblo natal, VélezMálaga. En el Museo del Prado va a experimentarse un nuevo sistema de iluminación que, al estar basado en una red de fibras ópticas, permitirá iluminar piezas únicas de la pinacoteca sin temor a que sufran, con el tiempo, deterioro o dilatación. Fernando Botero, uno de los más célebres pintores colombianos contemporáneos, exhibe en el Centro de Arte Reina Sofía una antología de su obra. El genio prolífico de Le Corbusier, resumido en una exposición Mañana se abre en el Centro Reina Sofía Madrid. José Manuel Costa Mañana, en el Centro de Arte Reina Sofía, se inaugura una exposición sobre el arquitecto suizo Le Corbusier en el centenario de su nacimiento. Una muestra proyectada por y para España, que hace un amplio repaso por las múltiples actividades de tan notable figura. Los responsables son Sigfrido Martín Begué y Javier Pioz. Con los: responsables hablamos entre ruidos y la espera de litografías que no llegan. La exposición, compleja y montada específicamente para y por españoles, es casi un desván de fotos, esculturas, maquetas, tapices, planos raros, dibujos, lienzos, muebles, grabados, recuerdos personales... habrá quien la considere caótica, ¿cuál fue su espíritu rector? -Cuando empezamos, hace dos años, a pensar en esta exposición creíamos que la gracia de Le Corbusier está en lo prolífico y polifacético que era. Si a eso añade que en España no se había expuesto a Le Corbusier de una manera amplia, tomamos la determinación de hacer una exposición global. ¿Y el orden, la elección, el montaje? -L a verdad es que el orden resulta muy cónflictivo. Aunque Le Corbusier era un personaje de cabeza muy ordenada, lo tenía todo un poco patas arriba, eso incluso se nota en lo chapucero de las maquetas o los cuadros. No podías seguir una cronología, porque si reconstruías su vida te volvías tan loco como él. Tampoco todos los cuadros juntos y separados de las maquetas... hubiera sido agotador. Así que lo hemos pensado y elegido un poco en función de lo que va a ver, tratando, sobre todo, de que no fuera una muestra exclusivamente para arquitectos, sino para el público en general. Y buscando la sorpresa. ¿Qué cambios en la imagen de Le Corbusier pueden percibirse a través de esta muestra? -L a imagen que tenía yo, y que creo la más extendida, es la del arquitecto de las casas cúbicas, de la producción en serie, del Modulor, algo muy radical... lo que no me imaginaba es que fuera tan expresionista... quizá porque su última fase, después de la guerra, no se conoce. Y es Le Corbusier que, sin duda, para copiar la casa Citrohan (prácticamente un cubo) no hace falta ser ningún genio, mientras para hacer la iglesia de Ronchamp (casi una cabana de curvas audazmente interrelacionadas) hace falta un talento creativo mayor. De manera que su aspecto más racional ha tenido muchos más seguidores que el posterior. -E n esta exposición se ven cuadros, esculturas, tapices... ¿En qué medida las otras artes eran fundamentales para Le Corbusier o más bien eran investigaciones estéticas para su aplicación en la arquitectura? -El mismo dice que se siente tan pintor y escultor como arquitecto, pero que la gente no lo ve así. Y de hecho vende muy poco. También es cierto que era como una esponja... Está muy claro donde recuerda a Leger o a Picasso... Ahora, como lo absorbía... eso ya es otra cosa. Pero también es cierto que su arquitectura está muy relacionada con lo que hacía en pintura o escultura, tanto al principio con el purismo como más adelante en los cementos coloreados de Chandigahr... -A través de todo esto parece extenderse la idea de un arquitecto premoderno, uno de aquellos como Bernini o Miguel Ángel, que eran artistas integrales, no tan especi I izados como en la actualidad. ¿Es aplicable en el momento actual de la arquitectura? Yo creo que es muy ilustrativo y, sobre todo, en este momento. Creo que la arquitectura ha perdido su mira desde hace ya bastantes años. Tal vez porque no hay esa efervescencia intelectual, esos deseos de arreglar el mundo y hacemos una arquitectura de sálvese quien pueda, muy banal. Y de alguna manera es muy refrescante ver que un personaje como Le Corbusier tuviera la actitud de los antiguos. EL ÁTOMO POR FIN HUMILLADO Joven todavía, juré un día ante la estatua de Cascorro que dedicaría el resto de mi vida a denunciar a los impostores. Entiendo por tales a quienes llevan la fama mientras otros, nosotros mismos, lectores míos, yo, los humildes cardamos la lana. Los tres que más odio son Gorgorete (que algunos llaman aún Goethe) Pololo da Vinci (el cual decía llamarse Leonardo da Vinci) y el átomo. A cada vez, verbigracia, que he leído aquello de que el plutonio y no sé qué otro conservan su peligrosidad miles de años, me he revolcado de risa (profetizando, de paso, que algún día encontrarán un alga o bacteria o cosa parecida que les quite tanta radiactividad, por excesiva insignificante) Hubo luego Chernobyl que- l o reconozco- me puso dudando de mí mismo. Pues, bien, una noticia ATS AFP nos cuenta ahora que el profesor Robert Galé, de Los Angeles, acaba de descubrir, estudiando precisamente Chernobyl, que el ser humano tiene una resistencia a la radiactividad que es el doble de la que iba a misa hasta ahora. Segundo: nos dice Gale que por culpa de Chernobyl habrá 60.000 cánceres adicionales. En todo el mundo añade. Pero resulta que el día anterior había leído yo aquí Journal de Genéve que, simplemente en un país- los Estados Unidos- y por culpa de una sola fruta ¿legumbre? como es el inocente tomate, habrá 20.000 cánceres al año más- e n un solo país, repito- por haber sido tratadas las tomateras con plaguicidas. Si al tomate sumamos el pimiento y la lechuga y multiplicamos la ensalada por 160 países, chiquito queda el átomo. Julio CERÓN

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