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ABC MADRID 03-06-1987 página 34
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ABC MADRID 03-06-1987 página 34

  • EdiciónABC, MADRID
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34 A B C NACIONAL MIÉRCOLES 3- 6- 87 Hace cincuenta años moría en accidente el general Mola Fue artífice minucioso y coordinador de las fuerzas que se alzaron en 1936 contra la República Se cumplen hoy cincuenta años de la muerte en accidente aéreo, en la provincia de Burgos, del general Emilio Mola Vidal, una de las figuras más complejas y profundas de! a historia militar contemporánea, artífice indiscutible del alzamiento de julio de 1936 en la Península. Se cumple también estos días e centenario S de su nacimiento, ocurrido en Cuba el 9 de junio ds 1887. Con motivo de esta doble conmemoración, traemos a nuestras páginas la semblanza y evocación del ilustre militar desaparecido La serie de Televisión Española sobre la guerra civil es una composición antihistórica, un atentado a la reconciliación nacional, una exhibición de amateurismo barato que demuestra por sí misma la degradación a que ha llegado ia Universidad española- representada por un conjunto asesor de catedráticos escogidos por sus afinidades políticas y no por su competencia profesional- y una auténtica vergüenza nacional en el cincuentenario. Más de una vez he repetido, sin más. apoyo que una docena de libros dedicados al problema histórico de la guerra civil española, que en esa serie cualquier parecido con la realidad es simple coincidencia. El error trágico que acaba de sacudir a la opinión pública al herir con un nuevo atentado los sentimientos y los recuerdos más sagrados de una familia española mártir no es, desgraciadamente, más que un caso en la cadena de despropósitos que nos ofrece Televisión Española cada semana, y que provoca el desvío y la indignación dé los espectadores. Eso no es historia, sino propaganda barata. Pues bien, en ese centón de errores, manipulaciones y partidismos, donde la biografía de los participantes se sustituye casi siempre por la hagiografía o por la caricatura, según los casos, se ha cometido durante varios episodios una tergiversación sistemática contra una figura clave de la historia de España: el general Emilio Mola Vidal, de cuya muerte conmemoramos ahora el cincuentenario. militares que conserva hoy buena parte de vivísima actualidad; los avalares de la reforma militar en las diversas fases de la transición no merecen solamente las apologías insuficientes ya publicadas a medias, sino sobre todo un libro profundamente crítico desde una perspectiva tal vez no muy diferente de la que trazó el general Mola. Y más ahora en que el azañismo se reivindica desde las filas de una extraña derecha vergonzante como posibilidad política para la España desorientada. El coordinador del alzamiento Rehabilitado en su carrera miliíar por los Gobiernos de centro- derecha, tras la victoria electoral de noviembre de 1933, el general Mola desempeñó un puesto clave- l a jefatura superior de las Fuerzas Militares de Marruecos- después del general Franco en 1935. Poco a poco, la atención de los militares y de las fuerzas políticas y cívicas, disconformes con el rumbo y la degradación de la República (a la que algunos ilusos se obstinan en llamar democrática incluso en sus. procesos de degradación) se fue fijando en la ejecutoria y en la capacidad organizadora del general Mola. Sobrevenido el formidable pucherazo electoral después de la victoria parcial y relativa del Frente Popular en febrero de 1936, el nuevo Gobierno Azaña sacó al general Mola de África y trató de confiarle en el Gobierno Militar de Pamplona. Desgraciadamente, Mola no tuvo tiempo para confiar sus experiencias de esa época a un nuevo libro de Memorias; sus papeles privados, además, fueron arrebatados de su despacho, previo descerrajamiento, a raíz de su muerte. Pero poseemos la información y documentación suficiente para seguirle en las dos últimas etapas de su vida: la conspiración y la guerra civil. De paso para Pamplona, el general Mola pudo conferenciar en Madrid, a primeros de marzo de 1936, con el genera! Franco y los demás miembros de la Junta de Generales, que, a la vista de la degradación revolucionaria en que caía jornada tras jornada- el Frente Popular, preparaba el alzamiento cívicomilitar contra un Gobierno y una mayoría absoluta- nacida del pucherazo de febreromarzo- -que no necesitaban organizar secretamente una revolución totalitaria de izquierdas; la estaban alentando o permitiendo, según los casos. La fementida serie de TVE sobre la guerra civil acaba de presentarnos al alzamiento de juüo de 1936 como un ataque más de golpismo clásico; cuando fue realmente, como lo definieron los obispos de España e! 1 de julio de 1937, un movimiento cívico- militar de aquella media nación que no se resigna a morir descrita acertadamente por el jefe de la oposición, José María Gil Robles, en plena primavera trágica. El general Mola, coordinador de la conspiración contra aquel desgobierno, no era un irresponsable, sino un íntér- batalla africanos desde su bautismo de fuego en 1912. Terminadas la campañas de África, Moja, ya general, fue nombrado comandante general de Larache. A la caída de la Dictadura, e! general Dámaso Berenguer, jefe del Gobierno Africanista y escritor Emilio Mola es una de las figuras más complejas y profundas de la historia general, y concretamente de la historia militar contemporánea española. Había nacido en Cuba el 9 de junio de 1887; conmemoramos también en estos días el centenario de su nacimiento. Se educa en una familia de tradición liberal y militar, e ingresa jovencísimo (1904) en la Academia de Infantería de Toledo. Pide destino a África, donde las fantásticas noticias sobre nuevos Eldorados mineros recrudecen la hostilidad de las cabilas rebeldes contra el sultán y contra! as plazas españolas de soberanía; participa con distinción en la campaña dei Kert iniciada en 1912. Su valor frío, su inteligencia, su sentido de la información y de la organización contribuyen a que se labre un sólido prestigio entre los militares africanistas. El momento culminante de su carrera africana es la victoriosa defensa de la oposición de Dar Akobba, contra la ofensiva general del rebelde Abd- el- Krim (el modelo de nuestro inefable Aomar Mohammedi Dudu) contra las líneas españolas del Uad Lau en el contexto trágico de la retirada de Xauen. Allí se unen definitivamente para el futuro las trayectorias del teniente coronel Emilio Mola y del teniente coronel Francisco Franco, que mandó la retaguardia en esa retirada, y que se había encontrado ya con Mola en los campos de Su valor frío, su inteligencia y sentido de la organización le granjearían un sólido prestigio en las campañas de África para la difícil transición de 1930, nombró a Mola director general de Seguridad. Acreditado ya como excelente escritor de temas contemporáneos en su puntual relato africano Dar Akobba, reflejó en su nuevo libro de memorias inmediatas Lo que yo supe... su paso por ia Dirección General. El libro, publicado durante el bienio Azaña en enero de 1933, causó una gran sensación y toaavía hoy constituye una fuente histórica ineludible. Mola fue perseguido injustamente por la República y por Azaña. Perdió su carrera y tuvo que malvivir de sus libros. Pero sus libros eran interesantísimos y la historia de los años treinta en España no se puede escribir sin ellos. Publicó primero una segunda y tercera partes de sus memorias en la Dirección Genera! de Seguridad, Tempestad, calma, intriga y crisis, que desembocan en El derrumbamiento de la Monarquía. Se opuso cerradamente a las reformas militares de Manuel Azaña con un libro histórico, político y militar, El pasado, Azaña y el porvenir, cuyo subtítulo es Las tragedias de nuestras instituciones

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