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ABC MADRID 31-05-1987 página 84
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  • EdiciónABC, MADRID
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84 A B C VIII CENTENARIO DE LAS HUELGAS DOMINGO 31- 5- 87 Sor Presentación Balbás: Mantenemos las primeras orientaciones delaOrden l a actual abadesa del monasterio explica la vida en clausura Burgos. Antonio Maura Tiene el hábito blanco del Císter y el aire juguetón de una niña. Su rostro es redondo y sonrosado, probablemente por haber paseado mucho bajo el duro frío de los inviernos y el acuciante calor de los veranos burgaleses. Habla con una voz dulce y cálida, siempre amigable, siempre sencilla. Es la abadesa de Las Huelgas, el último eslabón de una larga cadena de más de cien religiosas que durante ocho centurias dirigieron el monasterio. Para ser monja de clausura hay que tener una voluntad firme, madurez, cultura y un ánimo alegres la suficiente fe y dedicación a la comunidad. Sin embargo, no todas las aspirantes a vivir en clausura son siempre aceptadas: Novicias de clausura Existen muchas formas de llegar a la vida monástica, y cada una de nosotras tiene su historia particular y sus razones. OriginalmenHubo un tiempo en el que ser abadesa de sí mismos, a ninguna abadesa. El rey tenía te debe existir un atractivo, una vocación muy Las Huelgas significaba poseer un señorío como amigo y consejero al abad de Santa fuerte. A partir de entonces, se produce un espiritual y jurídico, sobre trece monasterios y María de Huerta, Martínez Hinojosa. Fue él acercamiento a la comunidad, se intercammás de cincuenta concejos. Alfonso VIII dotó quien le aconsejó para que se. eligiera a doña bian cartas, se realizan: visitas, y se va viendo, a esta mujer de un poder extraodinario para Misal como primera abadesa. Después, todas la voluntad de la futura candidata. Las interesu tiempo. Desde aquella doña Misol hasta las abadesas fueron escogidas dentro de la sor Presentación Balbás han transcurrido comunidad y entre sus miembros. Nunca ha sadas quieren conocer la vida déla comuni- dad, sus leyes y sus costumbres: La chica ochocientos años, ocho siglos de oración y existido una mano extema que las haya imque quiera pertenecer a la Orden puede pade recogimiento, de trabajo y de servicio hu- puesto: Hasta el siglo XVI su mandato fue vimilde. talicio, más tarde trianualy, actualmente, sar una temporada con nosotras sin que ello implique ningún tipo de compromiso. De esta La comunidad actual está compuesta de dura seis años. El procesó para la elección cuarenta y seis religiosas- comenta sor Pre- de la abadesa es el común a cualquier otra forma la comunidad puede también observarle a ella, puede apreciar sus inclinaciones, sentación- Pertenecemos a la Orden del comunidad de estas características. Nos reuCíster que fundó San Bernardo en el si- nimos y realizamos una votación secreta. La mientras que la futura candidata puede ver la actuación de las demás religiosas, su función glo XII. Como esta fundación tiene una gran y su ritmo de vida antigüedad, mantenemos y conservamos las primeras reglas y las primeras orientaciones Iniciatmente pasa de quince a veinte días religiosas de la orden. Llevamos una vida Los reyes de Castilla no de- con nosotras como si dijéramos, de vacaciosignaron a abadesa alguna ni nes. Si al cabo de este tiempo sigue interesaaustera dedicada a la contemplación. Nuestra vida se resume a oración y a trabajo, a trabahubo una mano externa que da por nuestro tipo de vida, entra: y durantejo y a oración meses realiza las mismas tareas y tiene que las haya impuesto nunca seismismas obligaciones que una monja más. las Pero entre doña Misol y sor Presentación Las postulantes visten de seglares y hacen la ha pasado mucho tiempo, se han sucedido las generaciones, se han ganado y perdido Su poder fue enorme, aun- vida de la comunidad. Después pasan a ser que hoy día es semejante a la novicias, todavía sin ningún compromiso. Si batallas. Ocho siglos dan para mucho. Sin su normal, embargo, ia actual abadesa no olvida tos lejade cualquier otra de una fa- todo siguehacecursovotos portras dos años de noviciado sus tres años exclunos tiempos en los que Alfonso VIII dio a milia monástica sivamente. Esto no significa que profesen doña Misol aquel poder que fuera impensable finitivamente en la Orden, porque a los para una mujer del siglo XII. años es libre, como lo es la comunidad para ladfpar A la primera abadesa de Las Huelgas, doña Misol, la conocemos por la carta de fun- que reúne más votos sale elegida. Si a los aceptarla o no. Al cabo de este tiem dación de Alfonso VIH. Se cree que vino del seis años su mandato no es renovado, la an- novicias realizan sus votos perpetuos monasterio de Tulebras, en Navarra. Los pri- tigua abadesa vuelve a ser una de las tantas vilegios de la abadesa vienen desde la carta monjas de clausura flusión y entrega, En nuestros días la abadesa de Las Huelfundacional. Sobre todo porque el rey Alfonso Si se es una persoaa normal y se tienen deseó, y lo consiguió, que Las Huelgas fuera gas es semejante a cualquier abadesa local casa matriz de todos los monasterios de Cas- en su familia monástica y debe sujetarse, se- motivaciones saflás y sobrenaturales no es tilla y León, tanto de los que fueron fundados gún las actuales leyes eclesiásticas, a la au- tan diftcfhpemo parece ser una monja de con posterioridad como de los anteriores a él. toridad de los obispos. Es la cabeza de la co- clausura. Con una motivación fuerte todo reFue un remedo de lo que era el Císter entre munidad y tiene que responder a los numero- sulta fácil y no existe dificultad que no pueda los varones, que tenían una casa matriz, sos- problemas que se plantean en el superarse. La juventud quiere ser, a veces, radical. He visto muchachas de diecinueve, siendo las demás filiales. En aquellos tiempos monasterio. Tiene que dirigir la marcha de las todos los monasterios de ambos reinos que- demás religiosas, que éstas cumplan con sus veinte y veinticinco años con la mayor ilusión daron sujetos al de Las Huelgas. Me refiero a normas, tratar de conseguir que nos amemos por hacerse religiosas. Claro que no todas la actividad espiritual, porque en la económi- mucho y que vivamos felices y unidas en la entran, pero esta actitud de entrega y esta ca cada monasterio siempre fue autóctono. vida. También debe hacer frente a todo lo ilusión es bastante general Sor Presentación continúa explicando las Era costumbre que cada año se reunieran las que es necesario en la vida material y es la religiosas para comentar la vida de sus res- responsable de todas las cosas que sucedan características que debe reunir en su persona, aquélla que quiera ingresar eñ la comunipectivas comunidades. Esta jurisdicción espi- en su comunidad. Esto no significa privilegio ritual duró hasta el siglo XVIII, con las vicisi- alguno, nada que sea destacable de la fun- dad: ción de cualquier otra directora espiritual de tudes y cambios propios de los tiempos Es muy importante que sean maduras en religiosas sus actitudes síquicas. También es necesario Las cuarenta y seis monjas que viven en el que tengan cualidades humanas, que tengan Elección y autoridad de la abadesa cultura y, sobre todo, que posean una volunmonasterio se levantan a las cuatro de la maEsa voz aguzada y tranquila de sor Pre- ñana y prolongan sü jomada hasta las nueve tad firme y que sean optimistas. Las jóvenes sentación se cuela por los barrotes de! locu- de la noche. Viven de su trabajo que se condeben tener unas enormes ganas de vivir y torio de clausura, es la de una persona acos- centra en una lavandería, un taller de cerámiuna gran capacidad para la alegría, no nps tumbrada a la meditación y al silencio. Se ca y un huerto. Sor Presentación explica que gustan las personas tristes o melancólicas vuelve casi un susurro o se eleva chillón so- no es una vida difícil si se sabe afrontar con Y con esta alegría juguetona e infantil se bre la placidez y la calma de la sala. Ahora despide esta pequeña y vivaracha mujer. Es recuerda la independencia que siempre gozala actual abadesa de Las Huelgas, sor PreLas reproducciones de los grabados de Pérez ron las comunidades religiosas de la Orden de Villaamil que ilustran las páginas de hueco sentación Balbás, heredera de una tradición y de este cuadernillo han sido facilitadas por frente a la realeza: de señorío y religiosidad que ha durado ocho José Sancho Roda. Los reyes de Castilla no escogieron, por siglos.

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