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ABC MADRID 28-05-1987 página 62
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ABC MADRID 28-05-1987 página 62

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC, pág. 62 TRIBUNA ABIERTA -JUEVES 28- 5- 87 ACE pocos días se me acercó una s e ñ o r a muy amable en una papelería, mientras estaba yo eligiendo una tarjeta para felicitar el cumpleaños a una amiga de mi hija. -Leo siempre lo que usted escribe- me dijo- Y quiero hacerle una sugerencia: no se marche de este país sin tocar el tema del mundo de la tarjeta... Quizá se desconozca fuera, y es algo tan curioso, tan diferente... Agradecí la buena idea, y pasé un gran rato viendo detenidamente ese mundo de la tarjeta americana. La marca Hallmark ha creado un verdadero imperio y ha inventado y editado lo inimaginable. Como diciéndonos: Relaciónese usted con sus semejantes, quede usted siempre bien en cualquier ocasión o con cualquier motivo, pero no tenga pereza, no necesita usted cansarse ni romperse la imaginación. Todo está hecho ya. Todo está grabado, escrito para usted. Sólo ha de elegir, meter la tarjeta en un sobre y echarla al correo. ¿Carta de enhorabuena, de pésame, de agradecimiento, de felicitación... No tiene usted que escribirla, no necesita usted pensar ésta o aquella frase amable, estas o aquellas palabras de condolencia, tan difíciles a veces... El mundo de la tarjeta piensa por usted, por nosotros. Y lo facilita todo. Desde aquel día en que la señora me dio el consejo, rara es la ocasión en que no pierdo un rato en las tiendas apuntando los textos y los dibujos de las tarjetas expuestas. Me divierte, me llena de curiosidad, de asombro. Las hay de todas las formas, tamaños y colores. Serias y sobrias, con sentido del humor a prueba de bomba, adultas e infantiles, tiernas, satíricas, cariñosas, nostálgicas... Dejemos aparte las clásicas dedicadas a felicitar cumpleaños (aquí el santo se ignora completamente) o bautizos... Vayamos a las otras, a las diferentes. Por ejemplo: Perdóname No me guardes rencor ¿Cómo podría darte tantas gracias... No quise hacerlo, ¿me has perdonado ya? H EL MUNDO DE LA TARJETA Por Se abre la tarjeta, y dentro continúa el texto, grabado, alusivo al tema que se elige: riñas, enfado, perdón, arrepentimiento, amor, amistad, gracias, adiós... Ponte bien enseguida, ¡por favor! ¡Sal pronto de la clínica! ¡Quiero que la salud vuelva a ti! Te has roto una pierna: no es nada, ¡enseguida estarás bien! La sección viajes es apasionante. Los dibujos son de aviones, barcos, automóviles, trenes, naves espaciales, globos... En la distancia, ¡te recuerdo tanto! ¿Cuándo volverás? ¡Date prisa! A través del mar, te recuerdo... Espero tu regreso: ya falta menos... Tarjetas para invitar a un bautizo o para anunciar un nacimiento. Para dar parte de un embarazo o para felicitar a la mujer embarazada. Para el cambio de domicilio. Para convidar a un paseo en barco, a una barbacoa, a un almuerzo... Para despedir a quienes emprenden un viaje, para dar la bienvenida a quienes regresan... Se felicita a unos novios, a quienes se casan, al recién nacido... A los padres, a los suegros, a los hermanos, a los cuñados, a los amigos... Hasta se felicita un divorcio, si va a ser para bien... Las tarjetas son realmente preciosas y los dibujantes hacen gala de su sensibilidad, de su sentido artístico, de su sentido del humor, de su gracia. Se felicita el primer año cumptido, y... los demás. Hasta los ochenta, los noventa... A un ser excepcional. A ti, que eres fuera de serie. Qué suerte la mía al haberte encontrado. A la persona más querida. Aquí se celebra todo, como ya escribí hace unos meses en éstas mismas páginas. Se celebra todo. Y cuando termina la fecha de una celebración, al día siguiente se pone en marcha la próxima. Día del padre, de la madre, de los ahijados, de los padrinos, de los abuelos, de la suegra, del veterano, del Thanksgiving del Halloween Acaba- mos de pasar la Pascua Florida. O, mejor, el Easter Se multiNatalia FIGUEROA plicaban las tarjetas: Happy easter, happy spring Feliz primavera y envío de felicitaciones. Uno de mis dibujos favoritos es ese de una tortuga que avanza, sudando, por un largo camino, con expresión inefable, disculpándose: Pm sorry... Soy tan lenta, que he llegado también tarde a felicitarte... Este imperio de la tarjeta se da un poco de bofetadas (al menos, así lo pienso) con esa gran soledad que me aseguran existe en Estados Unidos cuando se cumplen ciertas edades. La gente mayor- m e dicen- está terriblemente sola. Todo empieza cuando los hijos se van a la Universidad, a veces a otro Estado. Es entonces cuando la familia empieza a deshacerse, en general. Los mayores van quedándose solos, absolutamente solos, y aislados. Y añaden casi siempre quienes me hablan: La vejez no me encontrará en Estados Unidos. Todo, menos ser anciano aquí... ¿Entonces... No lo comprendo. ¿Cómo es posible que el pueblo que celebra todo, hasta lo inverosímil, que felicita todo, que aplaude todo y que agradece todo, esté condenado a esa evidente soledad... ¿O es precisamente por eso? ¿Es quizá ese alejamiento, esa dispersión de la familia en un momento determinado, esa falta de calor, lo que ha promovido la existencia del imperio de la tarjeta y de las frases hechas, como una inconsciente necesidad de autojustificación? ¿Es acaso el sentido de culpabilidad de quienes dejaron solos a unos padres, por ejemplo, lo que empuja a comunicarse constantemente... por correo? Es un tema, éste de la tarjeta, que empezó asombrándome y divirtiéndome, y que hoy me produce otra sensación muy diferente. Me parece, ahora, algo muchísimo más profundo y significativo. Feliz primavera... Usted, tranquilo. No tiene que perder tiempo, no tiene ni siquiera que pensar. Compre su tarjeta, ponga un sello, échela al correo. Quede bien. Dígales a sus padres, en la distancia, que jamás les olvida... ¡Feliz primavera! E S la culminación de un s u e ñ o que hicimos común durante un tiempo de amor. El amor es limpio como el otoño cuando llega a nuestro encuentro derramando hojas y abriendo, amarillos, los bosques ancianos. Día tras día, mes tras mes, año tras año... y llegará el momento, no sabemos cuando, de decirnos adiós aunque no queramos. Todo sabrá, de nuevo, a tiempo viejo, a ese viejo pasado que nos unió hace ya tanto, tantos años. En este tiempo fuiste madre. Y cuando yo me vaya, o tú te vayas, cuando nos vayamos, quedarán en este mundo nuestros hijos, espejo de nuestras vidas. En sus ojos, en sus labios, seguirá leyendo el mundo nuestra historia, una historia de amor. Pero los niños, que son la primavera de la vida, anticipo de la historia futura de cada una de las patrias terrestres actuales (Juan Pablo II) sufren, a veces, el egoísmo humano- Uir mujer abandonada, sin fuerzas para he muerto Madre, hoy estoy buscando tu sombra. Ayer... escuchaba tu Por Juan FERNANDEZ- CUESTA respiración. Por mi corazón circulaba tu sanser madre, y llevando en su vientre un em- gre, y mis ojos, aunque no podían verte, brión humano, significa, meses después, una veían tu imagen, tu imagen perdida entre mentiras y deseos no satisfechos Desde madre sin fuerzas para ser mujer. que le concebiste, le negaste. No llegó a coEn estos casos, el recién nacido se connocer los sentidos y, sin embargo, sentía en vierte en culpable. No es necesario un juicio torno a él un escudo, una coraza infranqueaprevio. Es culpable por haber sido concebido ble. Nunca debiste dejar que ese escudo fuesin ser querido. Será abandonado con pocos ra traspasado. meses de vida. Madre e hijo nunca más volEstamos en mayo. Es el mes de la Virgen verán a verse. María, nuestra Madre. En este tiempo de Está buscando tu sombra, solamente tu amor, en éste y en cualquier tiempo, debesombra. Es de noche, y entre las estrellas mos defender el derecho a la vida de todo que llegaron está él. Sabe que volviste al luconcebido y no nacido. Debemos defender el gar donde una fría madrugada le abandonasderecho a vivir para todo ser que no pueda te. ¿Recuerdas? Ahora te ha encontrado, y defenderse: Me fui yo sólo, caminando. Sin quiere hablarte, escúchale: Acabo de desllorar mi silencio... caminando. Que todo ser pertar... Sí, oi tu voz, oi tu voz perderse en mi humano pueda recorrer el camino que le ha alma. Cuéntame quién fuiste, para el recuersido trazado, y a nosotros, que ya hemos ando. Y si no supiste amarme como desde el dado parte, se pueda unir para gritar agradecielo te pidieron. Cuéntame tu vida desde que cidos: Gracias, madre. GRACIAS, MADRE

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