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ABC MADRID 28-05-1987 página 52
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ABC MADRID 28-05-1987 página 52

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC, TRIBUNA ABIERTA -JUEVES 28- 5- 87 E L demonio más familiar de la izquierda histórica- e n cualquier parte, pero, sobre todo, en España- -ha sido, y es, el ansia de dejar de ser la izquierda. ¿Quién más conservador- o sea, menos progresista, más inmovilista- que las revoluciones cuando, ¡al fin! alcanzan el poder? Seguramente sin quererlo y sin saberlo, por traición del subconsciente, el felipismo está dando una lección impagable, inimaginable hace años, a la derecha vergonzante española: la asunción del posfranquismo, como estrategia política, en una utilización pragmática del poder. El franquismo, en última instancia, era un modelo de gobernabilidad, sin pudores democráticos, con el posibilismo como esencia y con la perdurabilidad como objetivo supremo. Se crearon con el régimen anterior unos intereses entramados, unas estructuras basadas en la sinergia, que ya se cuidarían de defenderse a sí mismos, y por derivación, de sostener el sistema entero. ¿Me quieren ustedes decir si no estoy definiendo exactamente el nuevo régimen, el felipismo? Los intereses se han creado a toda prisa. Incluso a toda costa, como en el caso Rumasa. Y con tanta prisa e inexperiencia, que ha sido preciso rectificar a menuao. Pero yo no me rasgo las vestiduras. ¿Es que podría esperarse otra cosa? Más aún: ¿Es que todo esto es nuevo bajo el sol? Y todavía más: ¿Es que no podrían perdonarse los fallos menores si en lo importante hubieran acertado plenamente? Pongo por ejemplo: si efectivamente, se hubieran creado 800.000 puestos de trabajo, ¿sería demasiado que 100.000 de éstos fueran funcionarios y se prefiriera a los de su confianza política? Ya se que esto es volver a principios de siglo, pero, ¿es que no puede entenderse que el progresismo de la izquierda española- tras siglos de ostracismo- parte de cero, y tienen que pasar por las novatadas, por el noviciado, por el descubrimiento de las verdades, por apearse del burro, antes de alcanzar la solidez y la eficacia del estadista? Insisto, y no se tome a cinismo, sino a tener los pies en el suelo: lo que podría reprochársele a los gobernantes actuales no es que hagan mal bastantes cosas, sino que- con tanto poder en sus manos- hagan bien tan pocas. Ya es lugar común que el PSOE sólo acierta cuando rectifica. Pero, ¿se dan ustedes cuenta del valor moral que tiene que tener un político para rectificar? Para mí la cíave para respetar a un político estriba en su sincera capacidad e intención de servicio al pueblo. Lo que, por supuesto, no se contradice con una ambición personal, tan legítima en la política como en el arte, en la industria, en el deporte, o en cualquier otra actividad. Volviendo al tema que nos preocupa a muchos, el actual régimen español, el felipismo, es una demostración de que la historia se repite. ¿Me permiten ustedes que les reseñe, con inevitable concisión proclive al excesivo simplismo, los puntos que aún diferencian al felipismo del franquismo? Franco escuchaba a sus colaboradores, y a mucha gente más. Luego hacía lo que estimaba conveniente. Estos le imitan en lo segundo, pero no en lo primero. No admiten enmiendas; y acaso es que no la tienen. Los ciudadanos encuestados por la calle, a meRU- EL FRANCOFELIPISMO hándicaps del mundo. Teóricamenté, era el maldito de la posguerra. Pero los turistas y los inversores extranjeros se volcaPor Miguel JUSTE IRIBARREN ban aquí. Ahora, con galleguismos de vodevil e ingenuas astudo no saben, no contestan Nuestros go- cias de EGB, intentamos jugar con varias babernantes de hoy, la mayor parte de las ve- rajas- sin darnos cuenta de que todas están ces no contestan porque no saben; pero el marcadas- haciendo un constante ridículo inpudor les impide reconocerlo. Cuando un po- ternacional, derrochando el cheque admiratilítico no atiende a razones, generalmente es vo de simpatía que el mundo concedió al Rey porque no está seguro de su razón. y a los Gobiernos de la transición. Eso sí, hemos abierto nuestras fronteras a Franco era gallego y astuto. todas las mafias y a todos los teSolía callar, dando la sensación de que prefería ocultar lo que rrorismos. Cuando el anterior pensaba, aunque es probable jefe del Estado estaba en la esque con frecuencia no supiera calera, no se sabía si subía o exactamente cómo pensar. Estos bajaba. Lo que intenta el actual son de la escuela retórica meri- jefe del Gobierno, en una mala dional y, por tanto, eq lugar de imitación, es bajar y subir al misocultar sus limitaciones callando, mo tiempo; y no es él, sino Espretenden ocultarlas hablando. paña la que puede desnucarse. ¿Ustedes se han fijado en la inDesde la entrevista de Hendaya creíble vaciedad de tantas declahasta los compadreos del Caribe raciones, en cómo se utiliza el va un abismo de categoría y de lenguaje para no tener que utiliestilo. ¿Se habrán creído que zar el pensamiento, en el uso Reagan es Pinochet y que Hascada vez más frecuente de cirsan es un Fidel Castro cualquiecunloquios, de frases hechas y Miguel Juste ra? manidas para ocultar que no se Iribarren El franquismo organizaba masabe qué decir? Abogado nifestaciones para decir que sí. El felipismo hace caso omiso de Franco hacía la ley, pero respetaba la independencia de los jueces; si las manifestaciones que dicen no. Que cada creó jurisdicciones especiales fue por eso, cual diga lo que quiera es democracia formal; precisamente. El francofelipismo suprime es- que se le escuche, y se dialogue, y se contas últimas, pero intenta mediatizar y contro- teste, y se acerquen posiciones, es democralar las ordinarias. Los representantes del pue- cia europea. La española is different. blo hacen las leyes, como debe ser; pero se Y no es que yo esté defendiendo que el intenta que los jueces- bajo presión de fiscales gubemamentalizados- las apliquen sumi- tiempo pasado fue mejor; cosa que ya nadie en España cree, aunque los políticos actuales samente. parezcan empeñarse en que lo creamos. No. Franco tenía el sentido, casi visceral, de la Pero hay que cuidar las realidades además autoridad. En los fines de su uso no entro de las apariencias. Con ingenio, oportunismo aquí ni ahora; pero él sabía que el ejercicio y buena facha se puede llegar al poder. Para de esa autoridad tenía que ser compartido y mantenerse en él hacen falta el talento, la delegado, no ya con los gobernantes, sino con las instituciones policiales. Durante su ré- formación y la prudencia. Tres cosas que no se improvisan. No sé si el poder en España gimen, podrían la Prensa y los chistosos me terse con el alcalde de Madrid, pero no con la estaba necesitado de una pasada por la izPolicía b con la Guardia Civil. Hoy día no es quierda; lo que sí creo es que la izquierda en la Policía la que reprime, sino la que es repri- España estaba necesitada de una pasada por mida. El Estado no parece estar seguro de su el poder. Cuando vuelvan a la oposición, verazón; los que lo combaten, sí. Hay políticos rán ustedes como serán más responsables, -e s un decir- que ya no saben distinguir en- más consecuentes, que lo fueron en su día. tre lo demócrata y lo ácrata... Y ésa es la Porque antaño el socialismo creyó que pescadilla que se muerde la cola totalitaria. bastaba con introducir un caballo en Troya. Franco tenía el sentido de la incompatibili- Pillando a la derecha dormida, era fácil hadad de los funcionarios; pero justo en el sen- cerse con la ciudad. Y era fácil, porque adetido contrario al de ahora. Quiero decir: en- más en España siempre es fácil pillar dormitonces el Estado (con aquella manía de equi- da a la derecha. Pero a condición de dispolibrar los presupuestos) sabía que no tenía ner de un buen caballo, como los tuvo en dinero suficiente para pagar la colaboración tiempos de Iglesias, de Besteiro, de Largo o de los profesionales mejores; pero tampoco de Prieto, entre muchos. La izquierda espapodía permitirse el lujo de ignorarlos o desa- ñola, sorprendida por los acontecimientos en en 1982 e incluso ahora mismo, día a provecharlos. Por consiguiente, los compartía 1975, con la sociedad. Los mejores médicos, aBo- día, sale del paso como puede. Pero hay que gados, catedráticos, etcétera, no es que go- reconocer que no tiene la exclusiva de la imzaran de la benevolencia del Estado, es que provisación, de la desorientación y del deseran benévolos con la Administración cicate- parpajo. Salvo raras excepciones- que estorra. Y el pueblo se beneficiaba. Aunque nin- ban a los oportunistas y son jubilados- gún profesional se ha enriquecido jamás a cuando los políticos actuales quieren conquiscosta del Estado. Hoy día se ha logrado la in- tar a nuestro sufrido, asediado y troyano puecompatibilidad radical: o los profesionales y blo, a falta de caballos alinean una serie de funcionarios de élite se mueren dé hambre, o asnos y organizan el asalto. En otro país el pueblo y el Estado se mueren de incompe- cualquiera, se armaría la de Troya. Aquí- o h dioses- -Troya es ocupada, y bien ocupada, tencia. -Franco temaren política exterior todos los por mayoría de rebuznos.

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