ABC MADRID 28-05-1987 página 18
- EdiciónABC, MADRID
- Página18
- Fecha de publicación28/05/1987
- ID0001598153
Ver también:
Otero, Heredero y Lamas Aldaba, Serrano, 19, y Duran Hasta el 28, 29 y 30 de mayo, Pza. San Javier, 2; SerrsnO; 19; Serrano, 30 respectivamente De la Paz y Urqujjo Galería Toisón Arenal, 5 Mayo: De 11 a 13,30 y de 18 a 21 horas Precios: De 40.000 a 85.000 ptas. D E nuevo es posible en Madrid percibir la humedad que deja la lluvia en las calles de Santiago, respirar el olor salado del puerto y contemplar un mar calmado de claridad brumosa, porque Heredero expone sus acuarelas. Traslada las emociones de los sentidos hasta la raíz misma de su comienzo, porque no pinta lo que se ve, sino lo que siente. Sin abrigarramiento ni adorno superfluo, transforma cada visión en un poema que llega fácil por su cercana significación. La figura es un elemento del paisaje prendida en su textura, esquemática y solitaria como el mar o el campo que acompaña su nostalgia. En luz de ocaso o amanecer, esto no se sabe, la acuarela aparece serena y fuerte, tiempo y espacio contienen por un instante el aliento para que el artista extienda ese gris de susurros, C Escultura de Otero cobalto o cadmio sobre un pliego de transparente atractivo con la limpieza de lo recién lavado y planchado. (Precio: de 50.000 a 200.000 pesetas) F ERNANDEZ Lamas capta la realidad con precisión naturalista no para crear una tensión emocional, sino por el simple placer del reconocimiento de lo real en el producto artístico, un esfuerzo incrementado por el pequeño formato que utiliza, con resultado de fina textura y trabajo milemét r i c o Nada es casual en un argumento tan poco aleatorio como es la naturaleza urbana que sobrevive, a pesar del ladrillo y la piedra, con persistencia que el artista plasma minuciosamente a través de su paleta. Sombras de hojas en el muro, desconchones en la pared, ramitas cortadas en el suelo... detalles entre detalles que humanizan la obra; óleos y, en mayor parte, acuarelas se confunden en la vi- URRI de la Paz ha mostrado sus trabajos en Sevilla, Mallorca, Florida, Nueva York... y esta es la cuarta vez que puede verse su pintura en Madrid. De origen granadino, su estancia en la isla de Mallorca le imprime el sello particular de la escuela catalana y, al igual que Anglada Camarasa, se deleita en el puerto de Po Granada de Curri de la Paz llensa interpretando la realidad en una descripción de lu- des panorámicas exentas de figura, gares con la pincelada menuda y en un intento por objetivar ese senjugosa, la captación de la luz y el tido subjetivo tan cálido y colorista sentido decorativista propio de los que impregna de alegre optimismo amplios términos del postimpresio- cada palmo de sus lienzos. Son nismo. Paisajes, también andalu- más de treinta óleos que se expoces, que ofrecen sosiego y reposo nen conjuntamente con otros tanpor sus bosques, jardines y patios tos de Isabel de Urquijo, madrileña donde el agua a menudo hace acto y sobrina de la anterior, para la de presencia para recordarnos una que cobra importancia el dibujo, así presencia más cercana de vida en como cierta luz de claridad brumooposición a lo distante de cerros y sa que infiere personalidad a sus obras. pueblos. La pintora se aleja de su obra al ofrecer distantes horizontes, gran- E. del C. Santiago de Antonio Heredero sión única del artista artesano que consigue sin rebuscamiento y con cierta originalidad una expresión plástica de gran vitalidad. (Precio: media de 50.000 pesetas) E. del C. Sala Zenhind Marqués de Urquijo, 18 Carmen y Soledad de Rojas Hasta el 30 de mayo De 11 a 13,30 y de 18 a 21 30 Precios: Media de 130.000 pesetas E L A madera nos cuenta cosas después de pasar por las manos de Julio Antonio Otero. Nos habla del sentido de la distancia que puebla en Galicia la memoria de las cosas, nos transmite el íntimo latido de una mitología constelada de brumas, abre en cada pieza un ojo de buey por el que se cuela, rauda y arisca, la sorpresa. Como señala el crítico neoyorquino Edward H. Walters, hay un algo muy especial en estas obras, que explica el camino desde la más humilde materia inerte a la concreción más compleja y expresionista. Se intuye la ensoñación previa, la ponderación de lo que ha de ser sustantivo en la representación y la preocupación por decirlo en un lenguaje auténtico, natural y lleno de significado Otero trabaja con gran calidad la madera y las piedras blandas, concreta sus volúmenes en dos vías que, al cabo, convergen, la recreación 18 A BC WñP tamm Hlli V Wi ¿y El banco de piedra de Fernández Lamas de viejas formas emblemáticas y la búsqueda expresiva de lo que cada material encierra. S. C. N la sexta ocasión que expone en nuestra ciudad Soledad de Rojas, lo hace en compañía de su hermana gemela Carmen; ambas de formación académica, durante tres décadas han venido ofreciendo sus obras dentro y fuera del país, aunque de una forma no muy prolífera. Des Florista de Carmen Rojas pués de dejar atrás etapas de influencia cubista y su- desarrollados en la luminosidad rrealista, Soledad se centra ahora menos hiriente del atardecer de en una valoración meramente pic- Casablanca, donde vive la pintora, tórica en la que el color- objeto entre escenas cotidianas que elige construye un espacio de cromatis- el azar de un flash totográfico. mos puros e intensos, eliminando Carmen utiliza en sus óleos el dinegros y blancos, como ocurre en bujo de línea y el pincel menudo las tendencias fauvistas, pero con para recrear con precisión y lirismo la diferencia de que existe volumen las atmósferas húmedas y difusas en las formas y una luz que se ex- de las tierras gallegas, su neblina pande en la totalidad del lienzo, re- melacólica y pensar profundo. legando la sombra a la condición de argumento, ya que el contraste se logra a través del color; temas E. DEL CASTILLO JUEVES 28- 5- 87