ABC MADRID 17-05-1987 página 155

iicTO mt SGJvirá para i l u i l u r una de las tjrüctcrisiicas del posmodcmismo. Caballero reprcitma el fu ilamicnio de Fcc (onco García LoTca como ú é. slc cayera Ion lamente al sucio, dejando en la calda una sucesión de imjiccne como lüs planos no fundidos de una películaLa idra del bombW en la literatura posmoüemi tfl esta misma. U n hombre que csiá constanTk. mcnic en el proceso del d c rrumbamienio, es decir, cayendo MH acabar de caer, ¿En quf? En la nada, en el v a d o en la dcscspeíación, en (a vida sin i c n l i d o en la inhumanidad de la existencia. Permiíascmc oiro ejemplo. E l del cuento que relata el Q u i o t e del labriego oue acude a Sancho, a ta sazón goftemador de la ínsula Barataría, en pleito con l u sastre. Había solicitado de é te que con un pedazo de paf o le h i d í s c una caperuza- ¿Habr. bastanle? le pregunta. E l sastre responde que si- ¿H a b r á paia dos? insiste el astuto. El sastre también responde que ts Creciéndose en la demanda, el rústico acaba solicitando diez ca p e n j i a s A l cabo del liempo el sastre acaba entregúíídoje diez cape nicitas para los die 2 dedos de as manos. El hombie actual- con un buen trozo de i d a para ser e m p k s d o quiere multiplicar sus goces materiales- D i n d e y s u M i v i d e l o d o sus apetencias, sus placeres, sus ctmocimientos. A l finaJ s queda ¿I mismo fragmentado e n diez capcrudtas que no sirven, múiiles. U n escritor alemán- Peicr Stoterdijk- autor de una interesante C r f t k de b razón cinka de la que he hablado en otra ocasión, culpa de esta fiapmcntacidn del hombre contemporáneo, que tie ne su e x p r e s i ó n p a t e n t e e n La m u l l i ü l i c a d ó n de especial i d idcs en Niedidna, a una visión de Ja rica V amplia realidad del mundo en el cuaJ, para ajustamos a los patrones Mcioríosos de la cienda actual, no hemos hecho más que recoilcs constantes. La vasta realidad es recortadaH empequeñedda- como hacia el sastre del cuento de Sancho Panza con d paño Que Le llevaba su dienrcA l g u n o s hombres de ciencia, como cj físico Prygoginc, pícmio NobeL han d e n u r a d o el desencantamiento de la realidad que se produce cuando reducimos é i i a a aquellos fenómenos muy generales y sustraemos de la considerad ó n de la d c i K i a lo que es infrec u e n t e caprichoso o singular. S l o t e r d i j k habla d r na visión platomrlca del mundo, ingenua, natural, que todavía admite que el Sol sale por el horizonte y se pone despulís de recorrer un ciclo azul. V de una dsii m coptmlcatt ya adulterada por la enuncia. Visión naiuralmenic más real- de mavor certe a y gracias a la cual podemos dominar físicamente el U n i v e r s o Pero a la p o s t r e a l perder la i n g e n u i d a d p r i m e r a nuestra naluialidadv, que hada penetrar el mundo hasta lo más entrañable de nuestro set, con una plena riqueza de matices de Símbolos, de realidades infreeuenics pero maravillosas, l o n i ñeaba nuestra alma. Es h o r a de oue v o l v a m o s a M a r a t ó n el cual euiribe en su l i bro Ereméridcs y tMiwnlarioK, a propósito de la autobiografía de un hum; inista y pohiico cgipao Taha Husein. unas páginas iluminadoras. Estas páginas, que no tienen desperdicio, se titulan- L a esclavitud del ver- Maiañón comenta que el extraordinario p lendo... E insiste más adelante en la magi; de z visiún que se desprende del libro del poeta d c go. Termina sus breves líneas con un apartado titulado- L a magia de las tinieblas Dice así: Piensa urio. l e y e n d o estas páginas emocionantes, en la ani cdoia famosa del Greco cuando para ver la p r o f u n d i d a d de las cosas se sentaba en un rincón oscuro, cerraba los ojos y se tapaba la cara con las manos. El GTCCO era también oriental y labia, como Taha H u s e i n- mus que n o s o t r o s d e todo esto. Nosotros vemos de las llamas el fulgor y nada más. El G r e c o con los o j o s c e n a d o s veía y pintaba despulas la forma y las oimetisiones de las l l a m a s exactas como el perill de las ro- lerdiik no oculta su entusiasmo por Ja obra de Joachim- Ernesto Bcrcndt. Este autor, que durante muchos años ha dirigido La radio bávara. que ha publicado un Libro sobre el- jazz que ha alcanzado una venta de más de seiscientos mil ejemplares, se nos muestra en su último librOn Do. D r i l l c O h r- e s t o es. EJ teixer oWo, la escoeha d e l m u n d o- c o m o- u n á l intelectual de un lipo que empieza a CT frecuente. Con amenidad y desorden, pero con intuidones agudas- demuestra la importancia del oido en un nuevo esquema o paradigma de abarcar la realidad en su conjunto, sin mutilaaoncs. L a r i q u e z a y La b e l l e z a d e l m u n d o- su e s p l e n d o r renacen cuando se- fescucban las mil y m i l tonalidades que el estrepito de un mundo e: icesívamente dominado por el pensamiento úptíco calculador, dentista nos habfa mutilado de la totalidad de la expe rienda humana. De conocer las frases de Marañen que acabo de d t a r eon segundad las hubiera puesto como lema de alguno de los capítulos de sil libro, que por desgracia, por el empleo de muchas palabras peculíarísimas de la lengua alemana, me partícc muy difícil de traducirEs l á s t i m a p o r q u e la o b r a dentro de su estilo cspedaj de iuego a la vez serio y funambulesco, es un síntoma muy importante de un c a m b i o radieaí d e nuestra cultura actual, Y M bre todo de la superadón de la llamada posmodernidad. Superación que nada dice en contra de las espléndidas obras de aiie que ha producido v del hondo conocimiento de las profundidades de hombre que ha aportadoEn b r o m a suele r e f e r i r s e la anécdota de que cuando a Maráñon le preguntaron ciué t i p o d e utensilio hahia aportado más proeresos al conocimiento métfico, dícese que r e p l i c ó L a s i l l a Esto es. H cuchar. Marañón ha escuchado c o n t o d o su ser no sólo a los enfermos, sino también al h o m b r e en las enrevesadas raíces de su grandeza y de su m i sera- o sea, en su destino. Por eso se le recuerda ahora con cariño. He querido con esta nota advenir que la esenda de su estilo de pensar y de vivir no ha disminuido ni un ápice. La Medicina volveri a ser lo que él quería: escucha del hombre EQ la loUUdMl de su vJd de su persona. Su arifcuLo sobre la profundidad del escuchar y sobre la esclavimd del ver data del año 1954, Treinta y tres años después vemos que sus palabras pueden coni dervirse s- atidnadoras de una nueva y grandiosa época en La historia del espíritu humano. J u a n flOF C A R B A L L O rv- w. dcf evocador de este libro, que ha sido traducido por García Gómez, se debe a que el autor es un d c g o Y entonces dice algo muy ¡mporiante: -E l hombre moderno es el esclavo de sus OJos- i vista nos proporciona un repertorio de ensadones tan rico. lan copioso, lan sugestivo, que hemos acabado por sacníicar ante ella todos los demis sentidos... Y prosigue: -E l oído, el tacio. el gusto han quedado reduddos en el ser humano de hoy a una categoría secundaría... Eí mundo de los ojos es sin duda, infinitamente maravillosos mas su culto idolálneo nos ha hecho abandonar los altares de los otros sentidos. Por exceso de ver hemos dejado de oír t o d o lo que puede oírse en lo que hoy nos parece si- cas, Y- ciaro es, veía mejor que nosotros las llamas y las almas. Y ia luz del mundo sin luz, que es infinita. Lo mismo este otro gran vidente de las pupilas muertas. A l terminar su libro cierra uno los OJOS y piensa: Señor es también mágico el mundo de tus t i nieblas- Después de su fuerte diatriba contra la estructura profunda de la actual cultura de su meditación snhre el arte de suprimir y recortar la inmensa riqueza de la realidad que practica nuestro mundo tecnológico, de la ausencia de un filosofar autentico ahof a d o p o i la chuchara trivial disrazada de pensamiento; es d c d r tras repetir una vez más las criticas a nuestro tiempo. Peter Slo- 1