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ABC MADRID 14-05-1987 página 77
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ABC MADRID 14-05-1987 página 77

  • EdiciónABC, MADRID
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JUEVES 14- 5- 87 ENTREVISTA ABC 77 teas que endémicamente ha soportado on laprivada, a TVE le sería I partir de cero muy espontáneo, tuteándome, de muy buenas maneras, como con deseos de colaborar. ¿Y nadie protesta, nadie se enfada al hablarle? -L a verdad es que nunca me ha sucedido. ¿Recibe muchas cartas de los telespectadores? -En la Dirección General llegan, por término medio, unas doscientas o trescientas cartas dianas. Hay de todo en sus contenidos. Normalmente, el que escribe lo hace porque está cabreado con tal o cual espacio o el que pide algo, un cambio de horario de un programa, por ejemplo. Por lo general, son cartas que te producen pocas sorpresas. ¿Tiene algún esquema de lo que ha de ser su misión eri este cargo? -Sé lo que quiero hacer, pero ignoro si, después, he de introducir alguna modificación o hasta qué punto seré capaz de llevarlo a cabo. termina, condiciones de trabajo cambiantes. RTVE se ha ido haciendo, con los años, de un modo muy confuso y muy agónico. Me gustaría, en fin, ser capaz- y no sólo yo, sino el equipo que trabaja conmigo- de dejar una televisión consolidada, donde la gente estuviera segura de lo que hace, queriendo cumplir con su tarea y que el resultado de todo ésto fuese una programación coherente. ¿Se considera con mucho poder? -Realmente, no. -Pero ¿nota que ha llegado el turno de los halagadores, que gentes que antes no la conocían se hacen pasar por sus amigos? -Sí. Y eso es algo que me crispa bastante. En poco tiempo he pasado de estar en un Ministerio a volver a mi vida normal, para luego incorporarme a televisión, y noto que hay determinadas personas que te tratan de un modo muy distinto estés en un sitio o estés en otro. Mi reacción ante eso es muy mala, porque yo soy muy mala... Y, además, no sé disimular; lo que pienso se me nota inmediatamente. ¿Eso es sinceridad, o es algo que intenta corregir? -Quizá sea sinceridad, pero no se puede ir tan abiertamente por el mundo. Yo no intento reprimirme porque, además, es inútil; incluso pondría las cosas peor. -Entrando en su vida cotidiana, sin duda existirán obligaciones más agradables que otras. -Lo que más me molesta son los actos oficiales, y voy a los imprescindibles. Lo paso mal, no soy simpática, no me gusta saludar ni ser el centro de nada, intento quedarme en un rincón; en el fondo, siempre a vueltas con la timidez. Lo que de verdad me gusta es trabajar en la programación y en la producción. Siempre que puedo evito el despacho y voy a los platos, a los rodajes. Tengo el despacho en Prado del Rey y había otro en Torrespaña, pero he dicho que éste lo suprimieran. Cuando voy a Torrespaña me encuentro relajada tratando los problemas en los lugares de trabajo, hablando con la gente. ¿Delega muchas responsabilidades? -Todo lo que no entiendo; es dec i r los a s u n t o s e c o n ó m i c o administrativos y de personal. Opino, lógicamente, y tomo decisiones cuando me explican las cosas con mucha claridad, pero la tarea de preparación ta delego. De las distintas sociedades del Ente Público, quizá participe menos en radio porque los procesos son más sencillos y, en fin, porque lo más complicado es la televisión. ¿Cómo valora el proyecto de ley de televisión privada? -Era un proyecto necesario que, cuando pase por el Congreso, tendrá algunas modificaciones. ¿Importantes, o no? -Posiblemente las líneas generales no se cambien, pero hay aspectos que, personalmente, creo que se deben modificar. Televisión Española debe convertirse en una empresa capaz de competir con las privadas y eso es dificultoso; sería mucho más fácil partir de cero, buscando buenos profesionales, estrenando equipos técnicos, contando con un capital determinado y no arrastrando todas las evoluciones políticas que ha soportado RTVE y que han constituido su mal endémico. -L a experiencia de la competencia de las emisoras RNE y RCE con las privadas no parece excesivamente satisfactoria para la radio estatal o pública. -L a competencia es siempre buena. No creo que el resultado de la competencia haya de ser, en el caso de Radio Nacional, que tenga más audiencia que la radio privada en todos los programas y a todas las horas. La radio y la televisión públicas han de tener interés y credibilidad, y me importa menos la audiencia. Debe prevalecer la oferta, cosa que las emisoras privadas no se van a plantear. Estoy segura, por ejemplo, de que jamás la televisión privada ofrecerá el debate sobre el estado de la nación o la moción de censura porque no va a emplear diez o quince horas de emisión que, desde luego, no van a tener publicidad, salvo que los propios partidos pudiesen financiarla. Por eso será bueno el día en que aparezca la televisión privada y los políticos se convenzan de que el juego de la comunicación es otro. Con mi hijo Gonzalo, de seis años, lo que en realidad ejerzo es la paternidad En los actos oficiales lo paso mal, no soy simpática, no me gusta saludar... siempre a vueltas con la timidez RTVE se ha ido haciendo, con los años, de un modo muy confuso y muy agónico ción con la televisión, suele hablarlo con sus compañeros de colegio. ¿Qué le dirían otras gentes de España si tuviesen la oportunidad de hablarle, como los amigos de su hijo? -Noto que, en la calle, me conoce mucha gente y eso me sorprende porque suelo aparecer muy poco en la televisión; desde octubre, deliberadamente, no he aparecido en ningún programa. Observo y especialmente en la gente joven, que me piden, por ejemplo, más películas o más deportes, todo ello de un modo Me gustaría que televisión fuese una empresa productiva, donde los profesionales se sintieran seguros y les gustase su trabajo. Pretendo que se consolide un tipo de programación útil al espectador, con unos programas informativos, culturales o de distracción de alto nivel. Quiero acabar con el confusionismo que siempre hay en los ambientes de trabajo dentro de RTVE, un clima de inseguridad que yo misma he vivido durante veinte años: inseguridad por el cambio del director general, amenza porque un programa se ¿Mejoran los políticos españoles en su familiaridad con las cámaras, se van acostumbrando? -Creo que sí. Van cogiendo el tono y la naturalidad en el modo de expresarse. Algunos utilizan muy bien la televisión, como en el caso de Adolfo Suárez. Felipe González también está más natural que hace seis o siete años. Faustino F. ALVAREZ

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