ABC MADRID 13-05-1987 página 38

38 A B C INTERNACIONAL Las declaraciones del ex jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Robert McFarlane, siguen dejando abiertas numerosas incógnitas del escándalo, pero abonan la tesis de que el presidente Reagan era ajeno al desvío de dinero a los contra MIÉRCOLES 13- 5- 87 Las declaraciones de McFarlane siguen exculpando a Reagan del Irán- contra Secord invitó a tres iraníes a un tour por la Casa Blanca Nueva York. José María Carrascal La noticia más espectacular sobre el asunto Irán- contra no saltó ayer ante el Comité del Congreso norteamericano que investiga el escándalo, sino en una entrevista televisada: el ex general Secord dijo en ella que él y North habían ofrecido un tour nocturno por la Casa Blanca a tres altos funcionarios iraníes, en el curso de las negociaciones que mantenían con ellos para liberar a los rehenes norteamericanos en el Líbano. Secord era entrevistado en el canal ABC, y el periodista ¿reyó al principio que le gastaba una broma. Pero no, el ex general contó muy serio que el pasado septiembre él y North mantuvieron durante varios días negociaciones con tres funcionarios iraníes en el despacho del teniente coronel, justo en el edificio frente a la Casa Blanca. Y una noche, para demostrarles que hablaban con gente de peso, North les llevó a dar una vuelta por la mansión presidencial. Reagan no se hallaba aquel día en ella. El lance ilustra de lo rocambolesco de todo el asunto. Ahí tenemos al segundo jefe del Consejo Nacional de Seguridad ofreciendo tours nocturnos a representantes de un Gobierno enemigo, y menos mal que no les dejó fotografiar, como el sargento de marines a los agentes soviéticos en la Embajada norteamericana en Moscú. Y para continuar en esta tragedia de equivocaciones, nos enteramos también de que diez millones de dólares depositados por el sultán de Borneo en Suiza para los contra fueron a una cuenta falsa, pues o le habían dado mal el número de ella o el sultán se equivocó al transferirlo. Mientras tanto, McFarlane continúa declarando ante el Comité investigador, pudiendo tomarse sus declaraciones como un cargo o como un descargo de Reagan. Hasta ahora, el que fue jefe del Consejo Nacional de Seguridad nos ha informado de lo siguiente: que Reagan dijo a su equipo que tenía que seguir ayudándose a los contra que tras una entrevista suya con el Rey Fahd, de Arabia Saudí, este país dobló la contribución que venía dando a los contra que cuando el teniente coronel North le informó de que parte del dinero iraní iba a Centroamérica, él le preguntó: ¿Supongo que tendrás autorización? contestándole North la tengo, ya sabes que sin ella no lo hubiera hecho Pero detrás de cada una de esas afirmaciones, que parecen ligar directamente a Reagan al escándalo, McFarlane hizo una aclaración que les quitaba fuerza. Así, no preguntó a North quién le había autorizado a desviar el dinero iraní, aunque creyó entender que se refería a un memorándum que había enviado al almirante Poindexter, poniéndole al tanto de la operación. Respecto a la ayuda saudí a los contra no puede asegurar que Reagan la hubiera solicitado, y éste lo niega. Por último, que había que seguir ayudando a los rebeldes nicaragüenses se lo dijo el presidente no sólo a sus ayudantes: se lo dijo a toda la nación, y no una vez sino montones de ellas. Es más, se lo dijo repetidamente al Congreso, tras haber éste cortado dicha ayuda. Quiere decir todo ello que aunque los indicios se multiplican en torno al presidente, hasta el momento no ha habido ninguna prueba específica, incluso ninguna denuncia clara de que sabía de los manejos ilegales de sus ayudantes. Y todas las pruebas circunstanciales que se acumulen no podrán convertirse en prueba definitiva de su culpabilidad. A no ser, como temen algunos en la Casa Blanca, que trate de condenársele por acumulación i NUEVO CITROEN CX 25 TRD TURBO 2 INTERCC