Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 23-04-1987 página 126
ABC MADRID 23-04-1987 página 126
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 23-04-1987 página 126

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página126
Más información

Descripción

Canto a Andalucía Sala Arte y Bibliofilia Ponzano, 69 Abril Los Frau y otros Galería Carmen Andrade General Pardiñas, 35 Hasta el 8 de mayo L t C 1- OS Frau y otros pintores importantes (Waldo Aguiar, Luz de Alvear, Rafael Amézaga, María Carrera, José Lamiel, Palacios Tardez, Pérez Torres y Víctor Pezuela) pero sobreescribimos los Frau como homenaje a aquel matrimonio tan digno de recordación y tan cicateramente recordado. José Frau (Vigo, 1898 Madrid, 1976) tras su exilio en México, ya había recobrado entre nosotros el puesto que merecía como paisajista extraordinario. Margarita Frau, su mujer (que como pintora había asumido el apellido del marido) murió el año pasado de manera dramática. En la Exposición Nacional de 1934, Margarita obtuvo tercera medalla. Su pintura participaba de alguna forma de la de Pepe Frau, sin su encanto colorista ni su atmósfera chagalliana, pero con una ingenuidad tan sabia como sentida. Margarita Frau, posiblemente, sacrificó su vocación de pintora al cuidado de su marido, hombre de salud delicada. José Frau, tras su larga estancia en México, completó aquí (en su Galicia de la niñez y mocedad y en su adoptada Castilla) su obra de personalísimo paisajista, tal vez el in- Paisaje de José Frau térprete más original y evolucionado de un paisaje que, por regla gen e r a l se r e i t e r a b a entre un naturalismo y un fovismo sin sorpresas. En este revival de pintores más o menos exiliados que ahora se celebra es, cuando menos, rara la desinformación que pasa por alto a José Frau. Esta colectiva es, por otra parte, un mirador muy puntual a una pintura española actual mucho más valiosa y variada de lo que creen- o aparentan creer- los orientadores oficiosos. Recorrer esta muestra íntima es una delicia. C. Córdoba callada de Vargas Ruiz XACTAMENTE como en el poema de Manuel Machado: Cádiz, salada claridad. Granada, agua exulta que llora. Romana y mora, Córdoba callada. Málaga, cantaora. Almería, dorada. Plateado, Jaén. Huelva, la orilla de las tres carabelas. ¡Y Sevilla! Exactamente como en el poema, con todas las dificultades que tiene una versión plástica de algo tan sabido y tan poéticamente plástico también. Todo un reto, pues a la estrella de claridad andaluza la ronda siempre el peligro de la pandereta, como al cante grande lo García Héctor y Danésjordi Galería Kreisler Serrano, 19 Abril E amenaza su caricatura de lunares y mata de pelo. Pero Guillermo Vargas Ruiz, que es uno de los grandes pintores sevillanos ¿el último tal vez de la maniera grande andaluza? no ha querido ilustrar el poema de Manuel Machado, sino traducirlo a su sensibilidad de pintor y recrearlo desde su forma peculiar, personalísima, y desde su paleta sutil y refinada, y ello a través de una técnica llena de dificultades como es la del grabado al aguatinta y puntaseca, la más idónea, no importa si la más difícil también, para asumir el poema esquemático y definidor desde su esencial intimidad. Don Ramón Carande puso su último prólogo a esta carpeta del Canto a Andalucía Esta misma intimidad, historia milenaria latente en todas las manifestaciones, es lo que a Manuel Machado en su Canto a Andalucía suspende y enmudece. Es la Sevilla que cifra en el poema la totalidad y la unidad de Andalucía; la Sevilla inefable de la recóndita Andalucía de José Enrique Rodó que Vargas Ruiz desvela en sus bellas estampas, y la que, cargada de experiencia, aparece, se oculta y vuelve, siempre eminente, en nombres luminosos que la escritura histórica ha perpetuado, y es el alma del pueblo andaluz... C. T ODO le llama la atención y todo le sirve a García Héctor para su ejercicio de pintor, para su entendimiento de la pintura como espejo de la vida cotidiana, un espejo en el que las cosas aparecen sin otro énfasis que el de su semejanza, mitigada en su dureza por una atmósfera que las vela y las deja en el perfil de lo que son ya en la pintura: dibujo y materia leve, evocación de ellas mismas tanto o más que rotundo testimonio, ello en los mejores casos -que on estos en que. el pintor, (con memorias de Cossío o Adolfo Estrada) sumerge los bodegones en un clima neblinoso entonado en grises muy matizados. García Héctor tiene un oficio pulcro, un dibujo claro. Una pintura de García Héctor En la misma galería expone sus acuarelas Danésjordi, típico representante de la escuela de Olot, cuyo naturalismo es el más apto para dar testimonio de ciudades y lugares, con sensibilidad muy actual (ahorrándose cualquier detallismo) al mismo tiempo que devolviendo al género su espontaneidad y limpieza, sin otras apoyaturas que las propias del color en su vehículo de agua. Danésjordi hace la crónica luminosa de Venecia o Cadaqués, de la exultante primavera o del tiempo otoñal, todo ello con las peculiaridades que el natural le ofrece, con el carácter de cada cosa. En Danésjordi, la acuarela se corrobora como una deliciosa posibilidad de luminosidad y color. JUEVES 23- 4- 87 Y Sevilla de Vargas Ruiz 126 ABC

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.