ABC MADRID 30-03-1987 página 58

ABC, póg. 58- TRIBUNA ABIERTA -LUNES 30- 3- 87 V riVIMOS en una democracia atípica. El Gobierno actual ignora a la oposición parlamentaria, mientras contempla impasible cómo la oposición surge de manera espontanea mediante movimientos ciudadanos de protesta, que intentan hacer oír su voz ante la ineficacia de una Administración incapaz de dar soluciones a las demandas de una sociedad en crisis. La sociedad está desvertebrada. Los médicos en general y la Medicina hospitalaria en particular no son ajenos a esta situación. Se inician reformas de todo tipo por el mero hecho de cambiar, sin conocer el alcance de las mismas, con unos costes económicos incalculables, y se yerra. LOS HOSPITALES, EN HUELGA El médico, impedido de poder utilizar las armas- tecnológicas que una medicina avanzada requiere, se ve obligado a supervivir en un ambiente hostil creado artificialmente por una Administración que actúa de espaldas a toda lógica, desoyendo sistemáticamente las voces de los profesionales. Los hospitales han perdido gran parte de las funciones que deberían realizar como un todo integrado: asistencia, docencia e investigación. Los criterios economicistas aplicados a la Sanidad hacen estragos en ellos. La asistencia desborda los límites de seguridad y buen hacer. La investigación apenas constituye un eslabón aislado y casi siempre heroico, generalmente no programado, y al decir de algunos directores: un lujo que no nos podemos permitir La docencia del postgraduado se resquebraja por la actitud aberrante y regresiva del Ministerio de Sanidad que condiciona la formación de especialistas a las necesidades políticas de las autonomías, cuando no a un simple y estricto sentido de ahorro económico. La Administración practica la demagogia de cara al paciente e intenta encubrir su incapacidad acusando al médico, al que responsabiliza del deterioro del sistema hospitalario, desconociendo que el médico es el mejor defensor de los intereses del enfermo, y que médicos y enfermos estamos condenados a ir juntos y a entendernos por la propia esencia tiempos de guerra (artículo 24) y recordamos qué los médicos deben participar en la Por Adolfo GÓMEZ EMBUENA elaboración y ejecución Jefe de sección del Hospital 1. de Octubre de todas las medidas de la enfermedad personalizada en el acto colectivas destinadas a mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enmédico. Mientras tanto los Tribunales se pronuncian fermedades (artículo 26) y que en la medien algunos temas concretos, y en el plazo de da de sus competencias y posibilidades debe tres meses la Audiencia Territorial ha fallado participar en la constante mejora de la calien contra de la ley de Incompatibilidades, la dad de los cuidados por medio de la investiSala Cuarta del Tribunal Supremo ha anulado gación y del continuo perfeccionamiento, de las órdenes ministeriales que regulaban la modo que pueda ofrecer al paciente unos cuiReforma Hospitalaria y una vez más el Tribu- dados acordes con los elementos de la ciennal Supremo ha declarado ilegal el comple- cia (artículo 27) Aceptamos también, y exigimos, en defenmento económico por la jornada de mañana y sa de los intereses del paciente, la aplicación tarde. de la Carta Magna del Enfermo Hospitalario, Triste bagaje para una Administración que aprobada por el Consejo de Europa e inspirave desmoronarse todo el montaje legal de da en la Declaración Universal de los Dereuna reforma impuesta al médico y a la socie- chos Humanos, de la Carta Social Europea, dad y contestada por éste agotando todas las de la Convención Internacional de las Naciovías legales. Ni qué decir tiene que si los ciunes Unidas sobre los derechos económicos, dadanos debemos ser fieles cumplidores de la Ley, la Administración aún más por su ex- sociales y culturales y las resoluciones de la OMS, que al hablar de los derechos del encelsa misión de hacerlas cumplir. fermo en los puntos 1 y 2 dice textualmente: Así las cosas, inmersos en un sistema hos- El enfermo tiene derecho a los servicios pitalario cada vez más deteriorado por una hospitalarios adecuados, según su enfermegestión inadecuada, con unos recursos eco- dad o estado. El paciente hospitalizado tienómicos cada vez más restrictivos y aplica- ne el derecho a ser atendido dentro del resdos de manera discrecional por unos directo- peto a su dignidad. Esta prestación comprenres politizados, con una Administración que de no sólo los c u i d a d o s m é d i c o s de se niega rotundamente a dialogar y afirma enfermería y similares, sino también una solisiempre que puede, y puede siempre, la bon- citud, un alojamiento y un encuadre técnica y dad del sistema; el médico desoído sistemáti- administrativamente adecuados. camente, acorralado, maltratado, comienza a Por todo ello, porque asumimos nuestras darse cuenta que la única manera de hacerse responsabilidades ante la sociedad y vivimos oír es organizarse, unir sus fuerzas y plantar el deterioro progresivo de la calidad asistencara a una Administración omnímoda. cia! estamos coartados en nuestra indepenFormando parte, como estamos, de la Co- dencia profesional; se nos impide la participamunidad Económica Europea, a la que tan ción, elaboración y ejecución del entramado proclives son nuestros dirigentes en sus ma- legal que regula nuestra actuación hospitalanifestaciones públicas, los médicos conoce- ria; se nos niega la posibilidad de incorporar dores de los principios de ética médica euro- tecnología de vanguardia; se atenta contra el pea, nos vemos obligados a llamar la aten- sistema de formación de especialistas y se ción de la comunidad por cuanto respecta a nos obliga a atender al paciente en condiciolas deficiencias en lo referente a la calidad de nes no dignas. Por todo ello, nos vemos oblilos cuidados (artículo 25) y somos cons- gados a recurrir al derecho a la huelga que cientes de que para cumplir su misión hu- garantiza la Constitución, como último y demanitaria, el médico tiene derecho a la pro- sesperado recurso para que la Administración tección legal de su independencia profesio- sea permeable a las demandas que el mundo nal, tanto en tiempos de paz como en de la Sanidad requiere y la sociedad exige. Si sus vacaciones se fugan por laJunta de culata denos un telefonazo En estos momentos es cuando uno se acuerda de MONDIAL ASSISTANCE. Si está usted abonado, no pasa nada. Nos da un telefonazo (441 33 44) y le mandamos ayuda inmediatamente. Todo lo que necesite usted, su familia y su coche. Aunque sean las tantas del Jueves Santo y vaya camino de Betanzos. Abónese a MONDIAL por unos días o por un año. Disfrute de una feliz Semana Santa con o sin fugas por la junta de culata. El telefonazo