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ABC MADRID 26-03-1987 página 56
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ABC MADRID 26-03-1987 página 56

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC, pág. 56 TRIBUNA ABIERTA JUEVES 26- 3- 87 i EMOS de reconocer con sinceridad y humildad que los que integramos la Iglesia, sacerdotes, almas con- sagradas y laicos, hemos padecido en general desde hace lustros el mal de la mediocridad, razón por la cual la evangelización y formación sobrenatural de nuestro pueblo no ha sido la que necesitaba y pedía. Las raíces más hondas de España son cristianas, y nuestra cultura es impensable sin ellas. Por eso nuestro pueblo es tierra la más abonada para un cultivo exigente que no ha tenido. Teniendo presente, además, que el mundo del que somos parte, no favorece la verdad del Evangelio, con más empeño habíamos de haber sido luz del mundo, como dijo Jesús. H EL CRISTIANO EN LA SOCIEDAD ACTUAL Un Estado de Derecho, social y democráth co, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia y la igualdad, como dice la Constitución, no se podrá sostener si no intenta por todos los medios que los hombres sean interiormente libres o dueños de sí mismos, que posean esas cualidades que los harán justos e insobornables y que respeten realmente a todos los hombres, simplemente porque todos pertenecemos a la familia humana. No se puede aspirar en verdad a un ordenamiento jurídico, sin un orden moral superior. El hombre puede exigirse elevación de miras, poder de voluntad, dominio de instintos bajos y sentimientos bastardos. Esta es la grandeza del hombre libre, que, siguiendo la normativa de su naturaleza racional, puede ser él mismo. Por eso la libertad no escatima esfuerzos, no es esclava de caprichos, nunca se deja llevar de desahogos de hacer lo que le viene en gana Es libertad responsable. ¿Es ésta la libertad que se divulga y proclama? No, en absoluto. Es la libertad de la masa la que se canta, carnaza que sacia de momento y ayuda a olvidar. Es la libertad de espaldas a ía verdad, al bien y a la decencia personal y pública. Es la libertad que embrutece. A la persona dueña de sí misma le está sucediendo el colectivo, el espíritu gregario, hacer lo que priva. ¿Es éste el hombre que necesita una democracia? Pero vayamos ahora a las libertades públicas que garantiza la Constitución referentes a la religión (Arts. 14, 15 y 16) Todos los españoles son iguales ante la ley sin que quepa la discriminación por razón de religión. Se garantiza la libertad religiosa. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su religión o creencias. Todos los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española. Existen cauces relativamente abiertos de diálogo entre el Estado y la Iglesia que hemos de agradecer. Y la Administración sabe y tiene constancia de que la religión católica es la mayoritaria de los españoles. Pero el clima creado por las autoridades, por acción u omisión, no es pacífico o de distensión, sino de recelo y aversión. Existe una velada acepción de personas para cubrir plazas de concurso. Ciertos profesores abusan de la libertad de cátedra en contra de la libertad de padres y niños. Y el descrédito, la falacia y hasta la calumnia se ceban contra verdades religiosas e instituciones eclesiales con mayor o menor periodicidad en ciertos me- que como venideros. Así como dejan inquietud los crímenes, aunque no se descubrieran cuando se cometieron, Por Pablo BARRACHINA así también los placeres torpes dejan pesar, cuando nos encontradios de comunicación social. Valdría más sentirse olvidados que ser tratados de esta mos hartos de ellos. Busca otro goce que tenga estabilidad; pero no existe ninguno fuemanera sibilina descristianizadora. Existe un interés manifiesto en crear confu- ra del que el alma encuentra en sí misma sión doctrinal y moral. Es todo un plan orga- (Epístola XXVII, de las Epístolas Morales nizado de indiferencia religiosa. Porque no es Aquella falsa libertad, tan extendida por nuestra geografía, hace hombres serexplicable tanto celo en quienes viles, degenera en esa crisis de no creen, y tanto insisten en remoralidad, que parece está topetir las mismas consignas. Es cando fondo. Siempre ha habido de dominio común que una suseres humanos viciosos, pero teperficial educación en la fe y una nían vergüenza de sus miserias. práctica rutinaria arrastran al Hoy la vileza está deshonrando abandono de las creencias y de nuestra patria. las sanas costumbres ante cualquier motivación personal o soLa Constitución española ha cial. Por otra parte, el permisivíscolocado la justicia como valor imo, la licencia y la inmoralidad superior de nuestro ordenamienpública producen el mismo fenóto jurídico. Y con razón. Ahora meno descristianizador. La ley bien, tal virtud no puede concedel Divorcio, la despenalización birse sólo socialmente; en primer del aborto, que ahora se quiere lugar es, como dice la antropoloextender a un cuarto supuesto, y gía, una virtud cardinal o conjunla planificación familiar en danza, to de virtudes que hacen al homPablo Barrachina presentada por el Ministerio y di- Obispo de Orihuela bre bueno. Difícilmente podrá coversos Ayuntamientos mediante municar justicia social quien no Alicante panfletos degradantes, son claro sea honrado, insobornable, justo. testimonio de esa confusión que se crea des- La justicia es la virtud que van inculcando los de arriba. Son los mismos jóvenes los que gri- padres, con amor, desde el principio a sus hitan indignados. ¡Estos no son tos jóvenes jos, los educadores serán continuadores de la de este país! Produce vergüenza ajena te- obra- para que, por fin, los jóvenes, convenoner que transcribir estas palabras. Se dirá dos de su grandeza y necesidad, la practique son dos concepciones del hombre y de quen y sean verdaderos ciudadanos. la vida social distintas las que presenta el caEn el orden social estamos seguros que los tolicismo y las del Gobierno; Y tienen razón. Son dos concepciones del hombre y de la poderes públicos trabajan con denuedo en vida; pero debo agregar que vivimos en un una labor que es difícil y compleja por las diEstado de Derecho, y el Ejecutivo representa versas vertientes que comprende. A nivel a toda la nación. Al margen de cualquier económico social hay que decir que han apacreencia o ideología, hemos de afirmar con recido unas luces de crecimiento que ojalá se Aristóteles: que hay que actuar según la consoliden. Mas no existe política económica recta razón, es un principio común que da- pactada, porque las partes no quieren o no mos por supuesto Movidos por ella- agre- saben qué política aplicar al momento espaga- todos hemos mamado en la niñez, que ñol. La tasa de desempleo de España excede la educación es en orden a crear hijos virtuo- con mucho a la media de la Comunidad Ecosos. Y análogo es el fin del que gobierna: ha- nómica Europea; El futuro de nuestra juvencer ciudadanos morigerados, cualificados por tud es pavoroso. No obstante, las alarmas sus virtudes Etica a Nicómaco L. II, 2, 3 y justificadas de tiempos pasados, nuestro ingreso en la Comunidad Europea se ha reali 4) zado sin la preparación adecuda. Los recargos de los Ayuntamientos sobre la ContribuY nuestro gran Séneca nos dejó escrito: ción Urbana, consentido por el Ministerio Abandona los torpes placeres, que tan caros correspondiente, han sido tan exagerados cuestan, que perjudican más como pasados que ahora se ven obligados a devolver dinero. No hay justicia en la calle. Al miedo de los ciudadanos indefensos ante los delincuentes, hay que sumar el de los comercios, los Bancos y taxistas. El poder jurídico que, según la Constitución, emana del pueblo y necesita de La Publicidad le informa. jueces y magistrados independientes, inamoLe pone al día de las últimas vibles y responsables, padece una enorme crisis de identidad, hasta el extremo que munovedades. Recuerde que la chos de ellos se sienten molestos y como en decisión de compra siempre entredicho entre la política, la calle y la forma la toma usted. cómo se aplican las sentencias. No hay dinero suficiente para perseguir el tráfico de drogas, y sí lo hay para editar panfletos de planificación familiar que avergüenzan a quienes los leen. ¿Son éstas las condiciones de vida recomendables en orden al bien común, que considera la justicia como uno de los valores superiores? LA PUBLICIDAD

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