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ABC MADRID 22-03-1987 página 154
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ABC MADRID 22-03-1987 página 154

  • EdiciónABC, MADRID
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Hm- -l l l l l JLLI AL LORO A D A vc me parales de Cías (iündcdU que aún en ka bairicft flp: in aíK. va una callep poco (ni Ml ¡H a, escaparalcii dispuesKn en revoLtijo, a la buena de Dios, sin los pretensiones ailislica- de los siiniuoios ojmcTdra. pero, sin embaído. LICDOS de verdadero arle- Son en los únicos en que me dcicngo con moriísa complacencia, sinf; u aTmen 1 c en aquellos de lat cacharrerías. ¡Qué nugníficíi mezcolanza una cacharrería, üui gran profusit n y contusión ae colores y J e líncasl Laí cacharrerías me recuerdan los cajTtavalcs ntadrjleños. Al ran Josí Gutibrrcz SolaüHÍ se le escapó pintar una cacbuTCria. jÜutí van cuadro hubien úóo LA más estupenda o a i u r a k z a muerta es una cadiaircri. v Aür. en d cscaparaTe de una de ellaSn he visio hace poco unas calcomanías. Todo un tropel de recuerdos se rae vino a lü mcnic. Los lejanos días de mi infancia. ¿Siguen bu caicomania? conílituycndo un pasatiempo para los niños de noy? Me lemo que no. ¡Pobres niños captados por la icJevison Me enlió b comezón de adquirir unas c comanias, ¿CuÍQtas k pongo? -m e demandó la cacharrera- ¿Tiene usicd miKiios nietos? HUMOR C Antología del h u m o r US CALCOMANÍAS Por Antonio DIAZ- CAÑABATE- -No son para los njelos. Son paia mi. -Usted disimule... U n a pues, claro, por hablar. Como csfo Nc Mevj para los niños, pues una, -N o se apure. Ya sabe usted que los viejos nos volvemos niños. jQu ¿contento sal! con mis cafeomanías! Me fui a casa derecho, ilusionado, anheloso de volver a vivji momcnlos i n e blci. Por el cammo me cnconlie con un amigo, ¿D ó n d e vas tan de prisa? -T e n g o un quehacer urgente. -Y a podrá esperar. Me vienes como anillo al dedo, testaba pensando echar una cana al aifc que de vez en cuando no viene mal. Verás, tLOs podemos ira... -N o sigas. Preci Lamcníe mí día llene con Ids canas y con el aire. -j A h picarón, rú hss sido de los que l u maian callando! F ese ca. so rw he dicho nada. Oue te diviertas y que gastes poco. ¡Si lú supieras! pensaba al alejarme de í l Y acanciabí el sohre donde iban encerradas las ca -Llegué i casa. Me encené en el despacho. Di orden de que no entrara nadie. Saqué mis calcomanías. ¡Caramba, ésta si que es buena! ¡A h o r a r e s u l t a q u e no me acuerdo cúmo se utilizanl ¡Qaro. pues asi que no hace años que Jas ibandoni Acudí al diccionario. Calcomanía. Procedimiento que consiste en pasar de un papel a otro, o a una supcrricie cualquiera, imágenes de color conveoicntemcnEe prep a r a d a s Muy bien, p e r o ¿edmo? Tiene que ser muv sencillo, porque lo que si recuerdo es que lo hacia con mucha facilidad y prontitud. Pues, nada, ni idea, ¡Qué comphcackm esto de vol tr a ser niño! Los niños lo preguntan t o d o P e r o ¿a quien se lo iba a preguntar yo? ¿A la familia? Se reiría de mí y con razón. ¡De manera que en Jugar de trabajai le encierras a hacer caJcomanías! ¡Pues si que vamos a echar buen pelo! No. No era posible la prcguntita. Y aUi estaban las calcomanías muertas de risa. De pronto me dije, ¡Pero seré Ionio! Basta con humedecerlas- ¡Eurcka! ¡Oh. sí, qué bonito ct ser niño! Dispuse una cuartilla. ¿Oué íelicídad. en lugar de escribir en ella ucar calcomanias! Humedezco la calcomanía. La aplico a La cuamlla. Estaba trémulo. Estaba como el investigador que se encuentra a punto de hallar la meta deseada. Golpean a la puerta. Sc puede? ¿Oué pasa? He dicho que no me moleste nadie grite enfurecido. Es el señor Pdrcz. ¡Vaya, h o m b r e Pérez, qué oportuno! Y el caso es que me traerá el dinero de esa ediloriat tan remolona en sollario. -Que espere, que ahora le redhiré. Volví a la c a k o m a n b Me salió un churro. ¡Hubiera matado a Pérez! No me Iraía el dinero, sino exeusaSr ¡Maldita sea su estampa! Lo despaché con cajas destempladas. Remacho la orden. Sea quien sea. no estoy para nadie. Ahora sj que si. Ahora me van a salir que ni pintadas. No me salió una ni medio regular. P e r o s e ñ o r ¿c ó m o p u e d e ser e s t o? Las acoté infruciuosamenie. Me (ut disparado a la cacharrería para comprar más. La cacharrera se sonná. jVaya con el niño que está h e c h o usted! C o m p r e cuairo docenas. Puse mis cinco sentidos CD Ic mr quiera una impecable. Ni por esas. Y en vista de que no podía volver a ser niño rcsolvi echar una cana al aire. (ABC. I2- 1- 1 W Hiatorias del más acá DE LA FELICIDAD CONYUGAL T O D O S s a b e m o s que la vida matrimonial es difícil y las relaciones de la pareja muy complejas, pero todas Lts djücultaücs se resuelven siempre con un poco de amor y compremión muTua. El otro día le dije a mi sefiota que pensase un número. Ella meditó un momento y me dijo: ¡Ya está! Vo refleiioní otro momento y le dije: ¿A que h a s p e n s a d o e n el n ú m e r o 143.727? -Ella me miró con asombro v murmuro, admirada de mi íalenlo: ¿Pero cómo es poabJe que lo hayas adivinado? iEse es exactamente el número que he pensado! b s i o no es azar esto es algo que nos une, ¿río Jo crees? Yo sonreí con satisfacción y o r i l l o ¡Lo había ini Of idol Ton o la c gundad absoluta de que ella no Jiabla pensado ese número, que había pensado el siete, como lodo el m u n d o pero dije el 143.727 para estudiar iu reacd ó n Sí que ella me minüó por amor, por halagar mi vanidad. Yo también, por a m o r fingí que le crcia. pero tengo ia certeza de que Mana IMaria eí mi señora) sabe muy bien que yo sé que ella sabe que yo sé que ella no cree que yo crea que ése sea el número en el que ha pensado. Esa mentira companida nos unió más todavia. Nos fuimos ii cenar para celebrarlo y de ese día de fcliddad nació nuestro prímer hijo. que. desgraciadaracnlc- y quizá por nuestra c u l p a- no consigue aprobar jamás las matemáticas. Confunde los números y no hay manera que aprenda a multiplicar. Creo que la culpa es nuestra V esa duda me roe el corazón, Y a mi muier también, pero por ojncdridad nof lo calUmot. no hablamos de nuestro seniidu de culpa, pero somos felices con nuestras mentiras nacidas del amor CHUMV CHUHEZ -nW ¿tx e oüssi k 6o aA W cáhi ó i BCf A

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