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ABC MADRID 08-03-1987 página 70
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ABC MADRID 08-03-1987 página 70

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC, pog. 70 A no sé cuándo escuché por primera vez esa TRIBUNA ABIERTA DOMINGO 8- 3- 87 Y canción mexicana que lleva el nombre oscuro de un dios, o quizá de una diosa: Sandunga, y cuyo tema exalta el amor, invocándolo hasta la culminación de la boda. Tampoco retengo su letra, a la que sospecho previsible, con sus alturas corales deslizándose sobre el curso lánguido y volvedor de la música, por lo demás plena de arrobadora indolencia. Sé que la roza el temperamento cursi y caliente del bolero, pero recuerdo que la distingue una suerte, diría, más esencial, menos transitoria que la moda o el gusto de un tiempo. Ignoro quién pudo haber sido su autor, pero puedo prescindir de ese dato, porque Sandunga pertenece a todo un pueblo y ese pueblo, me parece, es el de Tehuantepec. Una vez la escuché en París, y Europa empezó a desmigajárseme y añoré un trópico que entonces desconocía. Más tarde, un anochecer en Caracas, la difundió un altoparlante en uno de los agradables paseos de Sabana Grande, mientras yo tomaba un martini viendo de qué modo iba cambiando la luz en un cielo de un malva sorprendente. En aquella época yo ya estaba maduro para entender, al menos un poco, qué tipo de atracción habían experimentado hacia México- -y hacia América- hombres como Artaud. Lawrence, Huxley y Lowry. Pero la lista estaba incompleta, y así pasó el tiempo y volvió el olvido, que nos permite desliarnos de una obsesión, aunque no sea más que para caer en otra. Y hace poco más de un mes me fui a Santa Fe. la ciudad junto al Paraná, donde con otros colegas hablarnos cinco días enteros de novelas y de poesías en el marco- propicio de la Universidad del Litoral. DESCRIPCIÓN DE UN SUEÑO AMERICANO tre altas ramas de mango. Qué ironía, me dije, ahora debería yo estar Por Rodolfo RABANAL absolutamente despierto para apreciar esta obra, pero seguramente va a dominarme la tiene y orientan, como lo haría un haz, de luz repentino penetrando un cuarto oscuro, la fuerza del sueño y me ia perderé y quién fuerza de un deseo y la naturaleza de su ob- sabe cuándo volverán a pasarla. Y ahora la fiesta empezaba a desplegarse en torno a jeto. una chica llamada Concepción, la que muy Fue en medio de esas conversaciones- entre una reunión y otra, pasando de las pronto iría a casarse, mientras la música- Sandungaparecía rodear certezas abrumadoras de la teoesas esbeltas cinturas morenas ría al tanteo azaroso del hallazgo enlazadas en un baile de ropas, poético- donde volvió a apareblancas, un baile interminable cer- para m í- México. Abelardo bajo el influjo satinado de SanCastillo y yo hablamos una nodunga. ¡Qué majestuosa indolenche largamente de Bajo el volcia, qué ligera y al mismo tiempo cán, de la construcción sinfónica consistente sensualidad poseía a de ese libro que es al mismo aquellas figuras cautivas en el tiempo la mejor descripción javals! más hecha del Infierno, pero del Infierno según la perspectiva del Recordé una carta de Eisensalcohol. Y alguien citó en. aquella tein a Victoria Ocampo, mientras mesa la primera frase de Antonin aquél rodaba esta lírica epopeya Artaud en su artículo sobre la bajo un clima que decía enloquecultura eterna: He venido a cerlo. Un tramo de esa carta México para entrar en contacto dice así: Querida amiga: hace con la tierra roja pobre y afietanto calor, que me derrito en Rodolfo Rabanal brada alma occidental tratando arroyos de sudor. Me encuentro Escritor de entender el país de los taraactualmente sobre esa pequeña humaras. banda de tierra, mexicana que se llama ¡stmo de Tehuantepec y se encuentra Lo sorprendente es que entonces el azar entre el golfo de México y el Pacífico. Es inobró de forma tal que aquellas preocupaciones se redondearan, completándose el tema creíble escribir en una temperatura en la que uno se muere aun sin hacer nada. Para no de México y añadiendo un nombre a la lista mencionar lo que significa estar filmando dude sus amantes fascinados y transidos. Sería rante horas maravillosas y femeninas muchavano volver a preguntarnos quién organiza la inmanejable aritmética del azar, porque, recu- chas morenas! rrentemente, desconocemos esa respuesta. Eisenstein, pues, era quien faitaba en la lisPero lo cierto es. que estamos aquí para dar ta. El segundo capítulo del filme se. llama testimonio de sus efectos, y esa noche, la úl- Maguey cactus gigante del que se destila tima del coloquio, supe, una vez más, que el el pulque, uno de los elixires avérnicos del olvido es memoria y que las invocaciones, Cónsul, figura central de Bajo el volcán. Viesobre todo ias involuntarias, nos ofrecen resne luego la corrida, tarde de toros donde Dapuestas ajenas a nuestros cálculos, pero devid Lisiaga, el matador, alcanza la cumbre de seadas por nuestro espíritu. su fama tras la serena bendición de su maEsa noche, entonces, me fui a la cama con dre. Pero yo estaba ya dormido, soñando en el propósito de descansar cinco días de tra- Santa Fe que entendía definitivamente el misjín. Edgard Bayley llevaba consigo unas pas- terio de la poesía, eventuaimente llamada tillas milagrosas y me ofreció unos ínfimos Sandunga, entre maravillosas y femeninas miligramos de no sé qué, la mitad de un en- muchachas morenas captadas por el ojo alutero en todo caso, asegurándome con su esti- cinado de un ruso que, en el calor de la sello de bromista enigmático que aquello era va, escribía en francés sus impresiones a una absolutamente inofensivo, pero en fin, vaya señora argentina que lo leía en Buenos Aires. uno a saber... En mi cuarto encendí el televisor y dejé que vinieran las imágenes sin importarme demasiado qué cosas fueran. Pero cuando empezaba a dormirme, algo me detuvo en el borde mismo del sueño. Una película que yo jamás había visto y de la que mucho había oído hablar y de la que había leído bastante en otros tiempos, y que no era, por otro lado, un filme cualquiera- n o lo ha sido nunca ni lo será, por cierto- mucho menos en aquel momento, ya que parecía la sorprendente consecuencia de las conversaciones de esa noche. Se trabata de Oye viva México, o de lo que queda de ella, de Serge Eisenstein, filmada en México en 1931 y 1932 y financiada en parte por ef escritor norteamericano Upton Sinclair. Y allí estaba Sandunga, como capitular del primer episodio, novela del amor y de las bodas en la selva maravillosa de Tehuantepec, con beüas muchachas semidesnudas reposando majestuosamente en vastas hamacas colgantes en- Hugo Gola, Edgard Bayiey. y Francisco Madariaga se refirieron al misterio de la creación artística y lo hicieron en unos términos como hacía tiempo yo no escuchaba. Hablaban, si puede decirse, puramente de poesía, sin intereses extrapoéticos, es decir de una manera sumamente interesante. Y tan bueno fue aquello que necesité participar, sumando planteos alrededor de ese enigma en el que las palabras y el ánimo subyacente de la música develan verdades hasta ese momento iníormulables, dan nombre a aquello que no lo LOCAL 1.700 m 2. Dos plantas comunicadas entre sí. TESTS DE IMGL. ES Para la ESCUELA OFICIAL DE IDIOMAS -Todos los niveles 500 PTAS 1.000 TESTS STANLEY ADUANA, 5. iñUH Teléfono 943 61 58 63 SOÜNGEN Dl TH! BUiB 08 ESl (Fama mundial en cuberterias oro, plata, acero y manicura. Directo de fábrica) Contactamos con personas que busquen oportunidad de MONTAR SU NEGOCIO CON FACILIDADES. Negociaremos exclusivas provinciales como distribuidores o agentes a quien nos demuestre efectividad y empuie. Escribir urgentemente a COMPACTÜM, S. A. Núñ ez de Balboa, 115, 2. J. 28 C 06 Madrid i KEG 0 RI 0 QUEJIDO, S A. 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