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ABC MADRID 03-03-1987 página 70
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  • EdiciónABC, MADRID
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70 A B C ESPECTÁCULOS Música- MARTES 3- 3- 87 Conciertos grossos de Haendel, por la Orquesta Reina Sofía Teatro Real. Ciclo de Cámara y Polifonía. Orquesta de Cámara Reina Sofía. Conciertos grossos de la opus 6 números 1, 4, 11, 5, 6 y 10, de Haendel. Psychedelic Furs, lo bueno conocido Madrid. J. M. Costa Hay conciertos de pop que, a lo tonto y sin mayores pretensiones, plantean temas cruciales de la cultura contemporánea. Así fue el de unos Psychedelic Furs que comenzaron en Madrid su gira por cinco ciudades españolas (Barcelona, Valencia, Bilbao y San Sebastián) El tema gira en torno al valor de la novedad en el arte nuestro de cada día. Ejemplificando, los Psychedelic Furs es un grupo prototípico de los ochenta. Nacidos del punk pero sin pertenecer nunca, se lanzaron desde el principio por una psicodelia puesta al día que, sin demasiados aspavientos, domina la escena inglesa y buena parte de la americana. U- 2, Simple Minds, Echo and the Bunnymen, XTC, según que Diré Straits, The Cure y mucho más, se han impuesto por dicha psicodelia, entendida como rock muy elaborado- y en ocasiones sofisticado- permite la utilización de todo el aparato tecnológico a la venta y el público no sólo se alimenta de canciones de tres minutos a ritmo implacable. Casi todos estos nombres empezaron como grupos de culto, minoritarios y por extrañas casualidades tuvimos ocasión para verles entonces y en directo. Los Psychedelic Furs protagonizaron un concierto antológico para la Edad de Oro y la gente se quedó absolutamente pasmada frente a aquel sonido envolvente, la voz cavernosa de Richard Butler, los prodigios guitarreros de John Ashton, lo buenas que eran las canciones y lo elegante que resultaba todo. Hicieron furor y eran nuevos. Las siguientes visitas nos han mostrado a unos Psychedelic Furs lógicamente crecidos. Ya son un grupo y pueden permitirse incorporar teclados y otra guitarra para complementar al fantástico Gary Windo, todo un personaje a los saxos. También ofrecer espectáculos de luz como el de la presente gira, estupendísimo. En este último concierto ellos mismos se presentaron con un dominio tremendo y el resultado sólo cabe calificarlo de brillante. Gary Windo parodiaba la cadenciosa ambigüedad de Richard Butler y John Ashton ejercía esa guitarra ambiental que inauguró Pink Floyd con una sobriedad magistral. Un concierto muy bueno, en suma. Con todo y con ello, con quedarse la gente encantada, ¡a fascinación había descendido varios enteros. Las sensibilidades esperan hoy que el proceso de renovación acelerada se mantenga y chirría un poco ver a alguien haciendo sustancialmente lo mismo a lo largo dé bastantes años. No esperamos la maestría y el perfeccionamiento, sino el cambio abrupto. Parece como si los hallazgos estéticos llegaran a la meta por el mero hecho de haber aparecido. Traducido a sentires, somos capaces de añorar la magia de la revelación y tenemos muy difícil alcanzar el éxtasis por la profundización en lo ya vivido. Dinámica de una insensata superficialidad que el pop muestra a las claras donde otras artes se cubren de razonamientos. Igual de insensatos. Sonia Vallet, cuestión de buen gusto La vocalista Sonia Vallet, nacida en Baltimore, pero afincada en Madrid desde su más corta edad, ha protagonizado, con anterioridad a sus actuaciones del guión, un concierto en el salón de actos de la Asociación Cultural Hispanoamericana, acompañada de un cuarteto formado por Alejandro Pérez (saxo tenor) Emilio Rubálo (teclados) Víctor Merlo (bajo eléctrico) y Guillermo McGuill (batería) Sonia, a pesar de su juventud (veintidós años) demuestra sobre el escenario poseer aplomo y recursos propios de profesionales más maduras. Su sencillez y gracia espontánea consiguien la inmediata y cariñosa acogida del público mientras las interpretaciones aparecen frescas y surgen con naturalidad de su garganta. En ellas están presentes las huellas de Ella Fitzgerald y de Sarah Vaughan, y su admiración por Al Jarreau y Bobby McFerrin es declarada. Son gustos comunes a todas las cantantes jóvenes de jazz lo difícil es encontrar a seguidores de la estela mágica de Billie Holliday. La prometedora vocalista en sus actuaciones, metódicamente, utiliza sus manos como anticipo del balanceo de sus brazos que en elegante equilibrio ilustran el sentido de sus canciones, en feliz armonía con su juncal figura, al tiempo que con pragmatismo y disimulo dirigen a sus músicos; acompañantes que en esta ocasión tuvieron algún desliz. Sus interpretaciones comenzaron con un título acorde con el público que acudió para aplaudirla, Just Friends después del prólogo instrumental de Spain El inevitable tema volvió en versión vocal, cerrando el círculo del acontecimiento. Así resultó mucho más cálido, gozando además de una feliz intervención de Merlo y demostrando McGuill, como durante toda la tarde, su capacidad para participar en todo tipo de ritmos. El otro tema instrumental, ecuador del concierto, fue la composición de Rubalo, única concesión de los estándares, Instrumental infantil Confirmation y A night in Tunisia fueron los embajadores del bop El amor fue diferenciado con Tell me why y Better than anything y Gershwin conmemorado en I love you Porgy Lambert, Hendricks y Ross reverenciados en Twisted La vena paramoderna tentada con Considere me gone de Sting. Y Goodbye Pork Pie Hat recordó la complicidad de Joni Mitchell y Mingus. En todos Sonia Vallet evidenció gusto exquisito. Al igual que Alejandro Pérez cuando extendía su sonido aterciopelado para refugio y compañía del fraseo de la estrella. Ángel Luis INURRIA Se quebró el proyecto: brindar en dos sesiones consecutivas los doce Conciertos grossos haendelianos de la opus 6 Deberes- que bien pudieran tener en cuenta al comprometerse- de los componentes de la Orquesta de Cámara Reina Sofía en el teatro de la Zarzuela, obligan a diferir el segundo programa hasta el curso próximo Lástima, porque resultaba infrecuente y atractivo escuchar una obra completa que, junto con las suites para orquesta y los Conciertos de Brandemburgo de Juan Sebastián 4 Bach, marcan puntos culminantes para la música instrumental del XVIII. En todo caso, bienvenido el bloque escuchado, en selección ordenada caprichosamente, pero siempre atractiva, rica en bellezas y con ese frescor peculiar en Jorge Federico Haendel, compositor, cuyas flores musicales no se marchitan jamás, inconmovibles al paso del tiempo. Y con el mérito de la parca dotación de elementos empleados: un grupo de cuerda y un clavecín; éste, con dos violines y un violonchelo, forman el concertino que se opone, juega o se enrosca con el tutti el, llamémosle, a pesar de lo desmesurado de la expresión, grueso del conjunto. Sucesión de tiempos vivos y lentos, equilibrio, gracia, alegría- ¿no faltaron un poco estas dos últimas, en las por lo demás excelentes versiones? -son virtudes, que engalanan la inspiración tersa, siempre fiel. La verdadera parte protagonista, a cargo del primero de los violines sólitas, se desarrolló deliciosamente, con estupenda calidad por Gongal Cornelias. Junto con él Jan Poda, violín; Rafael Ramos, violonchelo, y Anna Poda, clavecinista, se hicieron acreedores a un especial aplauso, merecido en realidad por todos, ya que las obras sonaron dominadas, con buen empaste y dosificación justa de las distintas familias. Decir que si todos los conciertos son deliciosos, el número cinco, desde su arranque; el diez, con el adorable final de su Allegro moderato y todo el seis, cuya Musette es un modelo de juego entre solistas y conjunto, alcanzan todavía un atractivo mayor, es subrayar el por qué de su popularidad más acusada. El mucho público no fue nada remiso en los justos aplausos, rúbrica feliz de los seis conciertos. A. F. -C. D El POP de Cádiz solicita la Medalla de Andalucía para Carlos Cano. Carlos Rosado, diputado andaluz y presidente del PDP de Cádiz, ha solicitado por escrito al titular de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla, la concesión de la Medalla de Andalucía al compositor y cantautor Carlos Cano, cuya obra musical- -según Rosado- está definitivamente asociada por Jos andaluces a la identificación de sus aspiraciones autonómicas. ANTIGÜEDADES DE MUY BUEN VER. En la sección de Anuncios por Palabras de

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