ABC MADRID 25-02-1987 página 54

54 A B C RELIGIÓN MIÉRCOLES 25- 2- 87 La elección del Comité ejecutivo, todo un ejercicio de contrapeso y equilibrio Diaz Merchán, Torrella, Setién y Roca lo completarán Madrid. M. D. En la elección del Comité ejecutivo, que tuvo lugar en la tarde del martes, los obispos, siguiendo su tradición, hicieron un auténtico encaje de bolillos buscando, como es habitual en sus Asambleas, una serie de contrapesos y equilibrios que desmontasen de algún modo la sensación de división interna que hicieron ver las votaciones de la mañana, que daban la impresión de una victoria del ala más conservadora del Episcopado. Ya en la sesión de la mañana la elección de monseñor Yanes y, sobre todo, el hecho de que ésta se hiciera con una neta mayoría de votos señalaba el deseo de mostrar que no existía una basculación del Episcopado hacia posturas más conservadoras. Esta impresión de afán de unidad y equilibrio se confirmaría en las elecciones de la tarde para el Comité ejecutivo, que es, en definitiva, quien dirige, en colaboración, la marcha efectiva de la Conferencia Episcopal. Para este importante organismo era elegido, en primer lugar, monseñor Díaz Merchán, el presidente saliente, que conseguía una altísima votación de respaldo a su nombre: nada menos que 61 votos, que venían a demostrar el aprecio sin divisiones con el que cuenta en el aula, aun cuando no haya podido alcanzar los dos tercios necesarios para la presidencia. Los otros tres miembros conseguían también altas votaciones: monseñor Torrella era reconfirmado en el Ejecutivo con 40 votos; igualmente resultaba reelegido monseñor Setién con 43 papeletas favorables; e ingresaba en el ejecutivo por primera vez monseñor Roca, con 39 votos. Monseñor Roca había obtenido ya 20 votos para la vicepresidencia en las votaciones mañaneras. Con ello el Comité ejecutivo queda constituido por el presidente, cardenal Suquía; e vicepresidente, monseñor Elias Yanes; los arzobispos Diaz Merchán, Torrella y Roca, y el obispo Setién. A ellos se une el secretario, monseñor Sebastián, al menos mientras ocupe la Secretaría. Este cargo de obispo secretario se mantiene en vigor hasta el próximo mes de noviembre. El cardenal Suquía, en la rueda de Prensa de la mañana, señalaba que contaba con su colaboración durante el tiempo que le resta. Y señalaba que respecto a su posible continuidad, es decisión que corresponde al aula y no al presidente por lo que no me pidáis que sea profeta Y, llamativamente, un prelado al que los rumores periodísticos pintan como un secretario in péctore decía ingenuamente esta mañana que ahora se le aumentará el trabajo Quedan ahora las catorce votaciones para las catorce presidencias de Comisiones (especialmente importantes si se piensa que todos ellos serán miembros de la Permanente) en las que es previsible una fuerte ración de continuismo. Deberán encontrarse presidentes para las Comisiones de Enseñanza y Medios de Comunicación (ya que tanto monseñor Yanes como monseñor Montero han cumplido su triple mandato presidencial) pero se prevé que la mayor parte de los restantes puestos no cambiarán muy visiblemente en sus nombres y sufrirán, cuando más, algún corrimiento y reajuste. Monseñor Díaz Merchán, arzobispo de Oviedo, ha sido durante seis años el presidente del Episcopado español Díaz Merchán: seis años de trabajo de pacificación Madrid. M. D. Espero que ahora me permitan descansar. La diócesis de Oviedo tiene mucho trabajo; está a quinientos kilómetros de Madrid, es muy grande y allí cien kilómetros de carretera son dos horas y media de automóvil. Ahora podré estar más cerca de mi pueblo, de los sacerdotes y de todos. Con estas palabras comentaba ayer monseñor Díaz Merchán la conclusión de sus seis años al frente de la Conferencia Episcopal. Por lo que parece, sus compañeros obispos le han hecho caso sólo relativamente, ya que le han liberado de la presidencia, pero nó del Comité ejecutivo, que le obligará a seguir viniendo a Madrid todos los meses. Y el respaldo (61 votos) para ocupar un puesto en el ejecutivo dice, mejor que todos los elogios, el respaldo con que el arzobispo de Oviedo cuenta en el seno de la Conferencia episcopal. Los seis años en que ocupó la presidencia han sido tiempo de honda pacificación y serios frutos. Las tensiones que caracterizaron los años de la primera transición desaparecieron prácticamente en el aula durante los años de Díaz Merchán. Y los tres textos Fuertes en la fe Constructores de la paz y Cristianos en la vida pública son documentos que permanecerán. Monseñor Yanes, un rostro controvertido e inclasificable Madrid. S. R. Los fabricantes de etiquetas se verán negros a la hora de poner una a monseñor Yanes. Le han puesto ya tantas y tan contradictorias que probablemente ni él mismo sabe a qué carta quedarse. Tras un intenso bagaje de estudios (es en realidad antes un intelectual que un hombre batallero) en el que unió el doctorado en Teología por Salamanca y ía licenciatura en Derecho conseguida en Roma, comenzó a trabajar en sus nativas islas Canarias, donde pronto adquirió fama de uno de los curas más lanzados de las nuevas corrientes pastorales. Algunos conflictos con un obispo más conservador ie hicieron recalar en el secretariado de catequesis madrileño, donde pronto destacó su cabeza como una de las más agudas y lúcidas con las que contaba la Iglesia. En 1970 fue elevado al Episcopado y viajó a Asturias como obispo auxiliar de monseñor Díaz Merchán. Metafísico, distraído, pero atento a los signos de los tiempos, austero y sobrio en corteza y talante, pero comprensivo, humano y perdonador de todas las flaquezas le describían sus compañeros entonces. Su lema episcopal subrayaba su afán constructivo; No apagaré la mecha que humea Pero pronto entraría la polémica en su vida al ser nombrado obispo secretario de la Conferencia Episcopal, a! lado del cardenal Tarancón y sucediendo a monseñor Su lema episcopal: No apagaré la mecha que humea Guerra. En aquella época todas las voces del conservadurismo se arrojarían contra él y sería considerado la fiera corrupia por las autoridades del franquismo, que le acusaban poco menos que de revolucionario. Las tornas cambiarían más tarde cuando al pasar a presidir la Comisión de Enseñanza y ocupar la archidiócesis de Zaragoza empezó a empujársele hacia una caricatura de conservador. Como tal se le vio cuando se le enfrentó (y estuvo a punto de ser elegido) a su gran amigo Díaz Merchán en las elecciones de 1.981. Y como la historia sigue girando, volvería a aparecer como candidato de la apertura en las elecciones de ayer y conseguiría con 42 votos la vicepresidencia.