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ABC MADRID 25-02-1987 página 52
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ABC MADRID 25-02-1987 página 52

  • EdiciónABC, MADRID
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52 ABC RELIGIÓN MIÉRCOLES 25- 2- 87 Así es y así piens Es curioso ver la necesidad de etiquetar y clasificar a la gente que tenemos los hombres. Suquía es, para la mayoría de los que no le conocen, el amigo del Opus Dei, el prelado conservador con el cual ha vuelto la Iglesia española a sus viejos fueros, el hombre que nos va a poner en sintonía con esa marcha atrás del Concilio que se atribuye a Juan Pablo II. Por eso es un deber de! periodista contar las cosas como son, sobre todo cuando la realidad no coincide La primera vez que vi a monseñor Suquía de cerca fue en una celebración del sacramento de la Confirmación en mi parroquia de Vallecas. Hacía poco que había sido designado arzobispo de Madrid y todavía no era cardenal. Allí, en el feudo de los curas progres en el refugium pecatorum de todos los curas de España que tenían problemas con sus obispos, la fama de Suquía era pésima. Confieso que todos teníamos un verdadero interés en ver cómo se desenvolvía. La última vez que habíamos tenido confirmaciones, las había impartido el entonces obispo auxiliar de Madrid y vicario de la zona, monseñor Iniesta. Su talante cercano y familiar le hacían ganarse en seguida el cariño de la gente. Pero, en el altar, recuerdo los nervios que nos hacía pasar. Siempre se te escapa algún detalle en una celebración tan especial y que sólo haces cada dos años. Iniesta quería todo bien preparado, con minuciosidad, y se molestaba si alguna cosa no salía según lo previsto. Bastaba que los chicos no respondieran con un amén lo suficientemente fuerte para que él echara una severa mirada al cura que se había encargado de preparar la catequesis, que en ese caso era yo. con los clichés que, como monigotes, se cuelgan en las espaldas de las víctimas. El mismo se definió ayer como amigo de todos A muchos eso les resulta imposible; están tan acostumbrados a no ser amigos de nadie más que de sí mismos que no conciben que alguien pueda esforzarse por ver las cosas buenas que tienen los demás. Convendrían que no olvidaran que la función de un pastor es precisamente ésa: ser de todos. Gracias a Dios, Suquía es un buen pastor de la Iglesia. ber que estaba hablando con el arzobispo. Después de despedirse, cuando se enteró, no se podía creer que hubiera podido hacerle tanto caso y que hubiera encajado sin rechistar los tronco tío y colega con que mi joven feligrés sazona abundantemente su conversación. Este es el primer contacto que tuve con monseñor Suquía. Ahora, con algunos años transcurridos desde entonces, puedo decir que siempre le he visto actuar en esa misma línea. El polvorín vallecano sigue tecambiar todo en el último momento porque no se ajustaba con exactitud a las normas litúrgicas. Quizá nosotros habíamos mejorado, pero el caso fue que Suquía aceptó todo, todo le pareció bien y pudimos celebrar la confirmación sin incidentes. Recuerdo también que, al acabar, nosotros pensábamos que se iría en seguida. La gente, bulliciosa y alegre, estaba preparada para saludarle y no atosigarle. Una nueva sorpresa: no parecía existir el tiempo para el arzobispo dé. Madrid. Habló con todos. Contó a los padres Desinteresarse de los que quieren y no pueden trabajar es síntoma de una sociedad y de una religión en franca decadencia En el pueblo de Dios no debe haber lugar para el autoritarismo, sino para el diálogo niendo mucho de santabárbara pero el cambio hacia el equilibrio y la moderación se ha producido sin crispaciones. Las líneas pastorales de la diócesis no desmerecen de las que existían con monseñor Tarancón, siendo en algún caso mucho más avanzadas. Suquía permite la crítica interna: un grupo de sacerdotes acaba de filtrar a una revista famosa por sus desnudos un escrito contra él y no se ha producido ninguna reacción, ningún castigo. En el último Congreso de Teología organizado por los del grupo Juan XXIII, oí durísimas críticas contra él, acusándole de dictador por haberse atrevido a cerrar la parroquia universitaria. No ha habido ninguna represalia, a pesar de que la unidad con el obispo es una condición fundamental para sentirse verdaderamente miembro del equipo presbiteral de una diócesis. El se ha definido a sí mismo en una ocasión como un boxeador, que sabe encajar los golpes mucho mejor que devolverlos. Después de una afrenta, la profunda espiritualidad que le une a Dios, le saca en seguida a flote. Anteayer, en vísperas de ser elegido presidente, me confiaba que los ataques feroces de algunos periódicos y de la Televisión le habían hecho sangrar pero que rápidamente había recobrado la paz. Suquía es lo que debe ser en primer lugar un obispo: un pastor, un amigo cercano a sus cómo era su familia, las dificultades que tenían algunos de sus sobrinos, el cariño que sentía hacia su anciana madre. Uno de los chicos que se acababa de confirmar, ciego desde hacía poco tiempo, estuvo más de Por eso, ante la visita de Suquía, veinte minutos explicándole cómo el párroco y todo el equipo de se- había encontrado en Cristo la fuerglares y sacerdotes que habíamos za para asumir su situación, sin satrabajado con los jóvenes, nos esforzamos mucho más si cabe en ensayar las respuestas, decirles que no olvidaran el tratamiento debido a un obispo y que, pasara lo Nace en Zaldivia (Guipúzcoa) que pasara, no se pusieran nervio el 2 de octubre de 1916. sos. Para eso ya estábamos noso A los doce años ingresa en el tros. seminario de Vitoria. Estudia teología en Alemania y es ordenado Nuestra sorpresa fue enorme. sacerdote el 7 de julio de 1940. Llegó acompañado por el mismo Posteriormente estudió en la chófer que trabajaba con Tarancón. Gregoriana de Roma. Entró en la sacristía y rápidamente I nos hizo comprender que él había El 17 de mayo de 1966 es venido, en primer lugar, para estar preconizado obispo de Almería. con nosotros, para demostrarnos Antes había trabajado como proque era nuestro amigo y que estaba fesor y rector en el seminario de a nuestro servicio. No le preocupaVitoria y en la parroquia de ba otra cosa. Le explicamos los deTuesta, en Álava. talles de la ceremonia tal y como la Nombrado obispo de Málaga habíamos preparado: las monicioel 28 de noviembre de 1969, dirines, los cantos, las preces. La vez ge poco más de tres años la dióanterior, Iniesta nos había hecho Biografía cesis andaluza. El 13 de abril de 1973 es nombrado arzobispo de Santiago de Compostela. Juan Pablo II le nombra arzobispo de Madrid el 12 de abril de 1983. Dos años después, el 25 de mayo, es creado cardenal. Ha sido presidente de las Comisiones Episcopales de Seminarios y Universidades, de la mixta de Obispos y Superiores Mayores. En el Vaticano es miembro de la Congregación para la Educación Católica, de la de los Obispos y del Consejo de Asuntos Públicos de la Iglesia.

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