ABC MADRID 19-02-1987 página 18

18 ABC OPINIÓN JUEVES 19- 2- 87 Panorama JOSÉ GÓMEZ ORBANEJA A Medicina española ha perdido un gran maestro. En circunstancias dramáticas y como un símbolo. En estas mismas páginas se ha contado cómo la enfermedad vascular interrumpió bruscamente su vida, en medio de sus atribulados compañeros de trabajo, en una reunión más de las que se celebran para tratar de salvar y dar nueva vida a una institución que representa un hito fundamental en la historia médica de nuestra patria. Recorrí a las pocas horas de su muerte las salas y departamentos de la Clínica de la Concepción, consternado aún. Era Gómez Orbaneja el prototipo del gran profesor. Pocos libros podrá mostrar nuestra Medicina tan plenos de maestría, de pasión por la enseñanza como su obra de Dermatología. Ilustrada profusamente con imágenes que han nacido de la experiencia de su autor representa una ejemplarísima y por desgracia no demasiado frecuente consagración total de una vida a la enseñanza. Era José Gómez Orbaneja un hombre que ocultaba su gran pasión por España, por la verdad, su decidido propósito de crear una ciencia auténticamente española, tras una seriedad y un continente austero que muchos tomaban por aspereza. El mes de octubre de 1980 ingresó en ta Real Academia de Medicina, con una lección sobre un tema fascinante: los procesos de la piel que simulan las neoplasias y, sin embargo, son alteraciones relativamente benignas. Me correspondió contestarle, en aquella ocasión, y señalé cómo en aquel manojo de curiosas enfermedades, que sabiamente mi amigo iba desgranando y analizando sutilmente, estaba lo más escondido del secreto de la Medicina. El saber clínico de Gómez Orbaneja no tenía parangón más que con sus conocimientos anatomopatológicos. Eran dos antiguas pasiones que nos unían. Cayó fulminado, tratando de restablecer la continuidad histórica de nuestra Medicina, que ahora se quiere interrumpir o desvirtuar por una desfortunada interpretación del quehacer médico. La Clínica de la Concepción nació- lo he contado alguna v e z- de unos minúsculos cuartitos en la calle de Granada, número 4, en los que Jiménez Díaz, con un entusiasmo sin par en nuestra historia, ensayaba la gran clínica modelo que iba a ser su creación fundamental. En uno de aquellos cuartos trabajaron juntos, durante varios años, maravillosos especialistas que el destino ha arrebatado uno tras otro. Le llamábamos, entre bromas que disimulaban nuestra admiración, pues la labor que allí se hacía era de suprema calidad médica, el cuarto de los hermanos Marx. Ya que enfermos y médicos apenas tenían sitio para moverse. He repasado como último homenaje al amigo muerto su discurso de la Academia de Medicina. Y me he enorgullecido, en mi dolor, de haber conocido y amado a este hombre que volcó su inmenso saber, su asombrosa condición de español modesto y creador en una obra que perdurará en la historia de nuestra Medicina como un gran ejemplo a seguir por todos. j u a n ROF CARBALLO de la Real Academia Española L Contraventana BARRANCO NOS DEBE DINERO L O mismo cuando se ponen a gastar que cuando se ponen a conceder. No hay quien los pare. Si el niño de Maravall, un suponer, se pone a darle patadas a la pelota en el pasillo de su casa, ya sabe desde ahora la actitud que habrá de adoptar si de primeras recibiera alguna insinuación negativa. Seguro que en un mismo paquete de negociaciones termina obteniendo, para su uso múltiple en el pasillo, unos patines, una bicicleta y una moto... Claro que entonces puede suceder que el niño solicite- una manera de exigir- -el desalojo del comedor y del cuarto de estar, para colocar una canasta y organizar por las tardes, con los amigos, un concurso de mates. Se trata de disponer de un escenario amplio para tomar carrerilla y machacar con el balón delante del aro. Una mala administración es aquella que no luce. Cuando la inseguridad llama a su puerta, aparte de que sea aconsejable no abrir el cerrojo, lo menos que cabe preguntar es qué se hizo de nuestros impuestos. Siempre que un niño flacucho aparece en la puerta de su casa agarrado a un bocadillo de los que se dice más grande que él el primer vecino que se cruza exclama y pregunta: ¡hijo! ¿y dónde lo echas? ¿Dónde echan los dineros de tantos impuestos? Ya se sabe que los gastos se han disparado, pero nos gustaría saber también hacia dónde. Se intuye bastante la dirección y se necesita conocer del todo el destino final, el agujero que se lleva la pasta del impuesto y de la contribución. Luce poco, ésa es la verdad. Luce poco, porque cada vez es más feroz la acaparación económica y cada vez es menor la calidad de los servicios. La arribada de Ayuntamientos socialistas, por ejemplo- socialcomunistas, aunque no le gustara la mención al viejo profesor- vino acompañada de sed de dinero. A falta de sed de justicia, llegaron con hambre y sed de las más corrientes. Y empezaron a gastar. Primero, de lo que tenían. Y luego, de lo que no tenían. Pidieron prestado, rebañaron los presupuestos, inventaron recursos... Todo era poco. La conocida cuenta de la vieja se quedaba chica para los garabos que la clase municipal, espabilada y por cepillar, desencadenó en los ochenta. Ponerle ceros al presupuesto- -eso, sí, ceros por la derecha, que ni en esto mostraron fidelidad a su origen- fue asignatura principal aprendida con excelentes resultados. El reparto a dedo, la práctica de inflar el gasto y el derroche constante son los tres puntos fuertes de la gestión. Después de dilapidar, pedir. Que no decaiga la fiesta. La casa sin barrer, las obligaciones fundamentales sin atender y las subidas de contribuciones aceleradas. Hasta que el Tribunal Constitucional ha puesto freno. ¡Hombre, mira tú! Eso se veía venir, y para que todo el mundo lo entienda, eso quiere decir que Barranco nos debe dinero. Lo digo para que nos dispongamos a pasarle al cobro, cuanto antes, el correspondiente recibo. Supongo que con sus intereses... Aunque sea a costa deque saque la grúa a recaudar, cobrarle el desafuero al Ayuntamiento- por precipitarse tan tiernamente- no deja de ser una gozada. Luis PRADOS DE LA PLAZA Para VENDER o ALQUILAR responsablemente sus pisos, locales comerciales, oficinas, chalets, etcétera, utilicen nuestra especializada organización profesional, con más de cuarenta y cuatro años de demostrada eficacia y seriedad. Les saluda cordialmente RAMIRO CALLE (API número 11) ¡PROPIETARIOS! EXCLUSIVAS RAMIRO Goya, 58, V Telf. 43528 00