ABC MADRID 17-02-1987 página 40

40 A B C CULTURA Arco 87, un balance- MARTES 17- 2- 87 feria con estrellas Los profesionales han coincidido en registrar en Arco 87, que se clausura hoy, una cierta mejora en la calidad artística y una discreta euforia en lo comercial. Lástima que al final de la feria no se ofrezcan los resultados económicos, algo que ayudaría a comprender mejor la evolución de nuestro mercado. Al menos este año las galerías parecen menos pudibundas y colocan con mayor facilidad los puntos rojos que indican cuadro vendido o los verdes que suponen reserva. Así las cosas, las estrellas de la feria pue- 250.000 pesetas. Y, por supuesto, muchos den medirse tanto por los precios como por más que tenían obra gráfica, de las cuales un éxito artístico que no necesariamente se podía destacarse una litografía de Henry ve reflejado en los primeros. Moore a 150.000 pesetas. La estrella ha sido, sin lugar a la menor ¿Olvidos? Por lo menos uno y enorme, duda, el stand de Theo Internacional. En porque la galería belga Guy Pierers colgaba este pequeño museo se encuentran obras un Leger y varios Delvaux. Superclásicos moque quitan el aliento. Ahí es nada: Picasso, dernos. ¿Olvidos? Alguno más habrá. Perdón Sonia Delaunay, Le Corbusier, Palazuelo, Ikemura, perdón Mac Connell, Burén, AlDalí, Miró, Matisse o Chagall. Obras magnífi- bers... cas, dignas de cualquier museo de primera. De entre los españoles la presencia más Por supuesto, con estos nombres el cotilleo notada ha sido la de la escultura. Susana Sode Arco se centraba en si el pequeño Chagall lano, que exponía en Montenegro, tenía una blanco y negro se había vendido o no en se- de sus mejores esculturas metálicas- El tenta millones de pesetas. Mar de Galilea -a dos millones, mientras Otros hitos indiscutidos son los dos lienzos que justo enfrente Miguel Navarro creaba un del americano Cy Twombly. Dos piezas de sugerente espacio en Gamarra y Garrigues a 1968 difícilmente superables en calidad que 500.000 pesetas la pieza (de media) en la galería Karsten Greve se vendían a cinOtro escultor llamativo es Leiro. Aunque en cuenta y dos millones de pesetas. Es de ha- realidad lo llamativoa era su macizo arquero cer notar que estos estupendos cuadros no en madera que la galería Persano vendía a despertaban gran pasión entre los curiosos 1,5 millones. Más esculturas, las de Tom Carr Por supuesto, en una feria como ésta tam- en la galería Cadaques o las de Jorge Girbién pueden darse escándalos y extrañezas. bau, quien con Maldonado daba un aspecto Tal sucede con una pieza de George Base- sorprendentemente joven a la extrema respelitz, una escultura en madera relativamente tabilidad de Juana Mordó. Por cierto, las pinafortunada cuyo precio, claramente disuaso- turas de un Maldonado en ascenso tenían rio, se situaba en unos increíbles cuarenta y una media de 150.000 pesetas, una posible dos millones. Más interesante y dramática era inversión. la cercana escultura de Jórg Immendorf y no La fuerza de la pintura andaba tan subida a la parra. Para quien sea partidario del graffitti Ya metidos en pintura, destacar la presenneoyorquino la galería Paul Maentz (otra ale- cia de Pilar Insertis y sus cuadros surreales mana) tenía un bonito y divertido Keith Haring y o telúricos que en Machón iban de 100.000 de casi tres por tres metros en 3,1 millones. a 300.000 pesetas. Otro hito de la feria eran Para quienes confían más en el advenimiento los nuevos trabajos de Antón Lamazares, de una neogeometría la misma galería tenía siempre discutido, pero que en esta ocasión sendos Peter Schuyff a dos millones pelados. pulía su brutalismo (cartones ondulados cosiComo puede comprobarse, la presencia in- dos con cuerdas) merced a unos barnices ternacional en Arco 87 ha sido destacada. que lograban una rara calidad de materiales Falta por comentar lo ofrecido por los italia- tan innobles Estás piezas iban a 700.000 nos, pero su representación no desmereció. pesetas, pero otras de pequeño formato sólo La galería Chisel tenía buenas cosas de Sana 75.000 pesetas. dro Chía a siete millones y medio y su comLlamaba mucho la atención el stand de pañero Clemente estaba a tres millones y medio. También había algún Cucchi, Paladi- Vijande, con obras de colección a cargo de no, Germana y un estupendo Salvo que para Chema Cobo (1979) Pérez- Villalta (1978) Sialgunos podía situarse entre lo mejor de la cilia, Zush (1976) o unos emocionantes Gordillos de 1973 que estaban a cuatro y dos miferia. llones de pesetas. De los franceses estaban Jean Charles Blais, que por una de sus pinturas casi heroicas ejecutadas sobre posters callejeros desgarrados pedía (su galería Yvon Lambert) Peletería Internacional 1,7 millones. En esta misma galería el espaliquida modelos de colecciones ñol y también estrella Ferrán García Sevilla estaba a 800.000 pesetas. La otra presencia premiadas; Visón, francesa de cierto interés la constituía Claude Astrakán, Renard, Moutón, etc. Viallat, de quien no tenemos precios. Antes de entrar en España recordar que también había algún Warhol, un dibujo de Christo sobre el empaquetamiento de la PELETERÍA INTERNACIONAL, S. A. I Puerta de Alcalá (con el propósito de que la miremos aún más) un grabado muy bonito PRECIADOS, 1 0- T L 222 71 54 Y 231 05 02- MADRID de Rauschenberg, varias cosas desparramadas de Penck, una pieza del inevitable Beuys, Vostell sin tractor, un James Brown CLÍNICA PSICOGERIATRICA DOCTOR ALEGRE majo, Hans Hartung y unas fotos- láser de Nam Jun Paik que venían a salir en unas Tratamiento médico y psicológico del anciano Condesa VenwUto, 30. T L 2673610. (CS 32) Onne Tírel (1983) escultura de George Baselitz que se vendía a cuarenta y dos millones de pesetas El recientemente desaparecido Reimundo Patino ocupaba el stand de Sargadelos y, aunque la mejor obra estaba destinada a algún museo que se interesara, otras muy bellas estaban a 250.000 pesetas. Resulta evidente que en una feria española las estrellas nacionales no lo son menos, pero son más. Siempre resulta grato enfrentarse a las texturas de Broto, las alegrías canarias de César Manrique, las densidades de Lucio Muñoz, los eternos y siempre agradecibles grabados de Manolo Valdés, alguna presencia bonita y barata de Mariscal o las humoradas intenciones del Equipo Crónica. Por supuesto, también Navarro Baldeweg o el ya mentado Ferrán García Sevilla. Por no hablar de archiclásicos tipo Chillida, Millares, Tapies, Mompó, Cuixart y ese agradable etcétera que forma el gran arte español. Aquí no caben tantos olvidos como ¡ncapa- cidad física de dar cuenta de todo lo notable. Se diga lo que se diga y muy naturalmente, vista la tradición, Arco ofrece una muestra nacional sólo comparable a unas hipotéticas de Italia, Estados Unidos o Alemania. Que el mercado no esté a la altura es otra cuestión, pero arte lo hay. Queda un apunte para la fotografía, que este año ha tenido una presencia menor, más bien escasa. Lo más impresionante era una enorme fotografía entre fin de siglo, surreal y expresionista de Ouka Lele, Javier Campano en Buades y los muy inquietantes blancos y negros de Günther Forg en el stand de Grásslin Ehrhardt. Y despidámonos con otra estrella. El nuevo pabellón 12. Aparte del stand del Círculo de Bellas Artes, con las deliciosas miniaturas del legado Juana Mordó, el paseante que no ha tirado de talonario pudo consumir carteles, libros, marcos o, ¿por qué no? material para pintura... Todo es empezar. J. M. COSTA