Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 15-02-1987 página 143
ABC MADRID 15-02-1987 página 143
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 15-02-1987 página 143

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página143
Más información

Descripción

Una sentencia úvi Tríhunal Supre- analí ando con deteniniienlo la remo de los Estados Unidos ha tipiíl- solución del Alto Tribunal, se lle j; a cado como delito perseguible y cas- a la conclusión de que esta ley, t i g a b l e p o r la m acogida y presenL e y el acoso n W M nnff princisexual en el cen- S M j J M j n l J i k B B P como progret r o de t r a b a j o rV yU sista, no es más Los movimientos fe- que otro eslabón de mínistas recibieron la P B V w Jft W la filosofía reagania n o t i c i a como una j B J B B M J I conquista más de la F M M M B QI a consecución de mujer den- i s K B objetit r o de su 9 9 f t IH S! 1 larga lucba u a M M M MM P c o n t r a la TM TM TM TM TM TM puesto imdiscriminación por razón de su poner los moralistas norteamerícasexo. Sin embargo, pasados los nos que intentan reprimir o frenar primeros momentos de euforia y la práctica sexual en l i b e r t a d Por Minerva DONALD la visla de oTms resoluciones adoptados co los Estados U n i d o i respecto a la práclira sexual, dicha ley ha acabado por revelarse t o m o reiciiva y regresiva, pues lejos de uscaí la proieccjún de los derechos femeninos va encaminada a vigiTar, restringir y penalizar toda práctica scxud no rcglamcniada y por los cánones más tradicionales. Dicha r c s o l u d ú n debe encuadrarse dentro de la nía úc purilan i i o i o persecución y represión sexual oue se ha adueñado de un sector pe la mdedad no n carne ncana. No obsianie y a pesar de La pane negativa que aubyace en el origen de la ley, hay que reconocer que la sentencia antes alud i d a (l e n e su i m p o r t a n c i a en cuanto llama la atención sobre un problema aparentemente ineiistente en muchos países indusliializados. Aunque sólo sea como acicale para que las mujeres del mundo tomen conciencia de la necesidad de cuidar y defender su dií; nidüd como persona y como tfjbJirtdora. reclamar los derechos que la k y les otorga. Asf lo ha valorado el Instituto de la Mujer y los distmios grupos sociales: sindicatos, movimientos femmisias y científicos sociales consultados al respecto, quienes coinciden en afírmar que en nucsIro país, aunque. cl problema no ha saltado todavía a la opinión piíblica, c stc y en unas propordones mucho mayores de lo que a primera vista se podría pensar. A E del aco o sexuat en nuestro país son múltiples, pero básicamente tres llaman la atención e impiden que el tema salga a la lu el miedo de la mujer a las consecuencias de una denuncia, la falla de lipificaoón de lo que se considera acoso sexual y la ausenda de canales adecuados para encauzar las reclamaciones de esta Índole. En este sentido se pronuncia María Gracia P c r t responsable de Relaciones Internacionales del Instituto de la M u jer al afirmar: -Hace tiempo que nos preocupa el tema y nos fiemos planteado el problema; pero nos sorprendía la falla de denundas al rcspecTO. Incluso llegamos a pensar que en nuestro país no existía. Hasta que nos pusimos en contacto con la dirección femenina de los sindicatos y nos iníormaron de cuáles eran las causas de que el oroblcma pcnnaneacra en la somora. oculio en lo más íníimo de his personas oue lo padedan. Comprendimos la magnitud del mismo y la diüculiad que entrañaba cualquier tipo de estudio en este sentido. De los sondeos que se han realizado en distintos centros laborales se conc l u y e q u e n o s ó l o se d a n bastantes casos de persecudón y acoso sexual en los ceniios de t r a b a j o sino que se p r o d u c e n bajo la impunidad que ofrece la convicción de que este tipo de acto no se puede probar fácilmente y, sobre iodo, que el temor de quienes lo padecen dejaran sin castigo at agresor. La i m posibilidad de probar! os hechos es el me or cómplice y abona el terreno para que se produzcan impunemente. En nuestro país está por hacer un estudio sobre este tema, Pero en los paiscs de la Comunidad Económica Europea, en donde sí se han hecho, se ha comprobado que Las m u j e r e s i n t e r r o g a d a s mostraron una auténtica sensibilización ante el tema, ya que m del 60 por 100 estimaron que se trata de un problema real. El 40 por 100 de las enirevistadas han sufrido alguna v e i en su vida un hostigamiento inoportuno en el lugar de trabajo. Casi siempre las soTicitudcíj provienen de hombres de m ¿s de 50 años que aprovechan su posiddn de superioridad y la ascendencia psicológica que sobre ellas tienen- Residuos de machismo social Conio ya se ha dicho, en España no existen estadísticas sobre el tema y esto dificulta cualquier valoración del problema. Sin embargo, y a pesar de la falta de datos, sí se sabe oue en el sector servicios es donoe m 5 s abundan castas de hostigamiento sexual y donde la mujer se cncuenira mái indetcrt! presa del mled í y la ignorancia de sus derechos constitucional es. El hostigamiento sexual, afirman los científicos sociales, puede afectar n ambos sexos, pero es la mujer la que más lo padece. Según tas feministas, el acoso 1 S El miedo oculta el problema Las caucas que han ocultado a la o p i n i ó n púolica el problema E n España, a u n q u e no se note, existen muchos más casos de hostigamiento sexiial de lo que se podría suponer R c f w r l gráfico: GorttAk C m i

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.