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ABC MADRID 15-02-1987 página 62
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ABC MADRID 15-02-1987 página 62

  • EdiciónABC, MADRID
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62 ABC LA INSEGURIDAD CIUDADANA DOMINGO 15- 2- 87 El Gobierno debe ocuparse de la criminalidad en general y no de ciertos sectores en particular mas relacionados con el desarrollo económico y social, el hamb e y otras desigualdades. Las dificultades socieoconómicas que han de soportar muchas personas, la falta de puestos de trabajo, consumo de estupefacientes, junto con su compleja personalidad, les lleva con demasiada frecuencia a infringir las normas haciendo uso de la violencia. Las consecuencias del delito pueden llevar consigo una serie de secuelas, que van mucho más lejos de los efectos inmediatos. Además de las taras que producen las lesiones, la víctima puede optar por huir o hacer frente al autor, lo que suele ser arriesgado, pues ya se ha visto cómo los autores, en los delitos con violencia o intimidación, suelen ir armados. Por cada lesionado que hay entre los delincuentes, fueron veintidós entre las víctimas; por cada muerto entre los primeros, lo fueron casi cuatro veces más las víctimas. Esto pone de manifiesto que es arriesgado enfrentarse a los delincuentes, que no son muy agresivos en principio, pero que sí suelen serlo cuando corren el riesgo de ser detenidos o atacados. A veces la vícima se excede en su defensa, convirtiéndose en autor, causando lesiones más o menos graves, o incluso la muerte al delincuente. Hay quien estima que está legitimado a la venganza ante el agresor, por lo que a veces se detiene a víctimas debido a su reacción violenta contra el delincuente. Los ciudadanos suelen protestar ante tales detenciones, aunque es el juez quien suele tener razón, ya que la víctima puede excederse con el delincuente. La víctima oscila entre una situación de miedo a otra de indiferencia, o puede mantener el temor durante el resto de su vida, como sucede cuando se producen amenazas de grupos de delincuentes poderosos. En otros casos existe un sentimiento de culpabilidad, sobre todo cuando se provocó el delito. Por lo general la víctima se siente humillada, traumatizada y padece inquietud, insomnio y diversos trastornos psíquicos, síntomas más o menos duraderos, que aunque, tras una época de calma vuelvan a reavivarse, se disipan con el tiempo. Se puede calcular que durante el año 1985 el coste de los servicios estatales en la prevención y lucha contra la criminalidad supuso unas 7.000 pesetas por ciudadano español. Si a esto se añade el gasto adicional de los perjuicios directos sufridos por las víctimas, más las inversiones en la seguridad personal, podría elevarse a unas 13.000 pesetas. Si incluimos la cantidad correspondiente al delito desconocido, la aportación al servicio marginal de seguridad- como la Policía Municipal y autónoma, más el coste del delito para el Estado, en la parte que repercute sobre el ciudadano, así como el coste de las infracciones constitutivas de faltas penales- la cifra podría elevarse entre 18.000 y 20.000 pesetas por persona, o incluso más. Todos estos daños, suele recaer en la víctima, en terceros o en el Estado; pero no supone un perjuicio para la economía nacional, pues en un robo o una estafa, por ejemplo, no hay más que un cambio de titularidad de unos bienes, pero éstos siguen formando parte de la riqueza nacional, por lo menos mientras no salgan del país. Pesimismo generalizado Cara al futuro no se puede ser optimistas y la situación no mejorará hasta que el Gobierno decida ocuparse más del tema de la criminalidad en general, y no de ciertos sectores en particular, pues hay que proteger a todos los ciudadanos por igual. Tradicionalmente en España la política criminal ha estado desconectada de la política general del país, no existen expertos en Criminología que informen del problema, origen, factores, sistemas de prevención, etcétera. En el último medio siglo ni los Gobiernos, ni la Universidad, ni los organismos oficiales responsables del tema se han ocupado de estos temas. La falta de estudios en este campo los estamos sufriendo y no tienen solución a corto plazo. La prevención del delito, por ejemplo, necesariamente ha de incárdinarse en los planes generales de desarrollo de cualquier país que de verdad quiera ocuparse del tema. Es necesaria una política educativa que se. olvide un poco de la enseñanza tradicional en algunos de sus aspectos y prepare a la juventud para la vida actual, evitando que se inicien en el delito falta una política de empleo. La deficiente formación profesional, junto al paro, son los factores que inciden directamente en la delincuencia. El desempleo juvenil pasó del 4,3 por 100 en el año 1973 al 41,2 por 100 en. 1984, lo que supone ocho veces más. También hay que ocuparse de la víctima que juega un papel importante dentro del panorama de a criminalidad. Nuestro procedimiento procesal está totalmente desfasado, con una serie de trámites inútiles que lo hacen demasiado lento sin necesidad. Después del paro, la inseguridad ciudadana es el problema más acuciante en la sociedad española Nuestro procedimiento procesal está desfasado, con trámites inútiles que lo hacen demasiado lento gastos nos llevarían a que el coste del delito para el año 1985 posiblemente sobrepasó los 750.000 millones de pesetas. Sin embargo, el delito crea empleo. Teniendo en cuenta todo el personal que de modo más o menos directo trabaja en la lucha contra el delito y su prevención: Policía, jueces, fiscales, personal de la Administración de Justicia, funcionarios dé prisiones, Guardia Civil, y se incluye al personal de las compañías privadas de seguridad, a los que trabajan en la fabricación, instatación y mantenimiento de sistemas de seguridad, sumarían cerca de doscientas. mil personas las que están ocupadas en estas tareas. Resulta sorprendente observar que si la máquina del delito se parase crearía un verdadero caos, pues aunque parezca insólito, el delito genera gran cantidad de puestos de trabajo. El coste del delito, salvo en algunos casos como la falsificación de moneda, evasión de capitales, delito fiscal de las multinacionales, Sin solución a corto plazo Con miras al futuro hay que valorar previamente: el paro obrero no va a mejorar, por ahora, lo que supone para la juventud perspectivas desoladoras; el consumo y tráfico ilegal de estupefacientes se agravará; las reformas legales no han contribuido a la lucha contra el delito, mientras que la Justicia cada vez tiende a ser más lenta, como consecuencia del aumento de la, criminalidad; tampoco se ha hecho una política penitenciaria positiva, ya que se mantiene la conflictividad en losxentros; carecemos de trabajos de investigación de tipo criminológico, y tampoco parece que la política criminal se vaya a conectar con la política general del país. Tal como están las cosas, parece que el problema de la criminalidad, la victimización, el temor y el coste del delito no tienen arreglo a corto plazo y la situación continuará deteriorándose. Sin embargo, frente a una deficiente política criminal, no podemos culpar a la Administración de Justicia, Policía, Guardia Civil y fun. cionarios de prisiones de la problemática criminológica de nuestro país, ya que son muchos los factores que escapan de su control. Alfonso SERRANO GÓMEZ El coste del delito El coste del delito ha de soportarlo el Estado o los particulares. Aquél se ve afectado por el delito fiscal, contrabando, falsificación de moneda, delitos monetarios, etcétera, pero son los particulares los que en definitiva cargan con este coste, unos por ser víctimas directas y otros porque con sus impuestos han de pagar los gastos que supone todo el personal y medios de que el Estado dispone en la lucha contra el delito. Incluso los que por su economía no pagan impuestos también se ven afectados, pues si con tales ingresos se persigue una redistribución de la renta nacional, así como la realización por el Estado de una serie de servicios, todos los ciudadanos se perjudican si éste no puede atender a las necesidades previstas y tiene que dedicar más dinero al problema de la criminalidad. También el Gobierno en el poder resulta perjudicado, pues un aumento de la delincuencia y del temor le resta credibilidad ante sus electores, con la consiguiente pérdida de votos. SOTO del REAL SIN HIPOTECA 5 0 0 0 0 0 LLAVES Z dormitorios, talón amplio, polideportivo, 70.000 metros zonas verdes, piscinas, garaje, trastero MISCASA 521- 11- 10 11 TITULADO EN ENOLOGÍA Se necesita para trabajar en bodega Interesados, dirigirse al Apartado de Correos 78 o teléfonos (926) 61 03 09 y 61 14 59 de Manzanares (C. Real) iTMMirrur

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