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ABC MADRID 13-02-1987 página 32
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  • EdiciónABC, MADRID
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ABC, pág. 32 TRIBUNA ABIERTA VIERNES 13- 2- 87 E NTRE las palabras técnicas hay m u c h a s que han sobrepasado el primitivo significado que tuvieron y presentan otro u otros bien diferentes. Esto se hace patente, a veces, con e! mero estudio de la etimología de muchos términos utilizados en distintas ciencias, pero también incide en los diversos casos de voces con doble sentido, uno el común, otro el utilizado en determinada disciplina. Por otra parte, éste es un fenómeno usual en todos los idiomas, hay palabras con varios sentidos. A esto se le llama polisemia y es importante, por cuanto enriquece la lengua, permite los juegos de palabras sirve para chistes o frases ingeniosas, y así sucesivamente. Eugenia o la biología sin complicaciones E INFERIOR; NORMAL Y Traeré un par de ejemplos referentes a dos términos, si bien no vulgares, sí tan usuales como geometría o átomo Luego veremos otro caso tomado del vocabulario biológico. Finalmente, iremos a las voces que sirven de encabezamiento al tema de hoy. Geometría, o medida de la Tierra viene del antiguo significado que le dieron a dicha palabra: los egipcios, cosa bien sabida; no te descubro con ello, amiga Eugenia, ningún secreto. Pero el arte de medir terrenos, para marcar límites en un huerto (arte de los agrimensores) determinó el desarrollo de los principios matemáticos de la medida de triángulos- entre ellos el teorema de Pitágoras- cuyo fue el origen de esa rama de la matemática, que es hoy no sólo ciencia de las medidas y proporciones, sino algo mucho más amplio. Cosa parecido ocurre con la voz átomo sin división o no partible la parte más pequeña e indivisible, químicamente, de un cuerpo o substancia) utilizada desde Leucipo, Domócrito y otros pensadores griegos, hasta llegar, hoy, a designar algo muy complejo, con una estructura peculiar de partículas elementales De modo equiparable en biología tenemos la voz entomon (de tomein, cortar) que Aristóteles usó para designar a artrópodos terrestres, con cuerpo formado por anillos- tal como se ve muy bien en una escolopendra o en un saltamontes- que son los llamados metámeros, porciones o segmentos inseparables, que forman el cuerpo del animal. El naturalista latino Plinio tradujo ese entomon helénico en su equivalente latino, insecto o sea, no seccionable. Es un perfecto calco semántico, que sigue funcionando en el lenguaje zoológico actual. La Entomología es la rama de la zoología que trata de la clase de los insectos. Aparte de esas palabras técnicas que, junto con otras muchas, nos enseñan cuantísimo puede evolucionar el lenguaje, emplean los científicos algunas voces vulgares, pero con un sentido restringido que no es el del lenguaje común. Eso ocurre, v. gr. entre los matemáticos, cuando hablan de conjunto de cuerpo de anillo y de otros conceptos algebraicos, que deben ser definidos muy estrictamente y con una precisión que escapa al no iniciado. Lo mismo pasa entre los biólogos cuando para considerar en los vertebrados un alto grado de evolución y de coordinación orgánico- funcional. Vale para ellos lo de superior Por Rafael ALVARADO Pasemos a ver ahora utilizamos términos tales como superior e eso de norma! y anormal cuyo empleo inferior o normal y anormal Superior es, igualmente, siempre de orden comparatie inferior puede designar lo que está por en- vo. Nunca ios empleará el biólogo (o no decima o por debajo de algo. Así, en anatomía biera hacerlo) en términos peyorativos. Todos animal si decimos que el tubo digestivo es los seres vivos son distintos entre sí, y aun inferior respecto al sistema nervioso, indi- dentro de una misma especie los individuos camos su posición topográfica no son idénticos- pensemos, hacia el lado ventral del cuerpo, simplemente, cómo a los humatal como ocurre en los vertebranos nos pueden diferenciar esdos. En el mundo vegetal tenetrictamente mediante las huellas mos, asimismo, las palabras indactilares. ferovariea y superovariea Es normal lo que cae dentro con las que los botánicos desigde los límites de una cierta varianan aquellos tipos de flores que, bilidad. Por ejemplo, el promedio respectivamente, tienen un ovade estatura de los españoles es rio por debajo del cáliz de la flor normal si queda, digamos, eno por encima. tre el metro sesenta y el metro También se utilizan dichas panoventa. Es anormal (abnorm labras en sentido valorativo. Con separado de la norma, como le ellas se indicaría que unaestrucllaman los alemanes) aquello tura o un individuo es mejor- o que no cae entre los límites peor; en sentido peyorativo inaceptados para la población o ferior indicaría baja calidad. muestra de comparación, estaRafael Alvarado Pero los juicios de valor en biolodísticamente considerada. Esa de la Real Academia gía deben basarse sólo en henormalidad y anormalidad son, Española chos objetivos; sobre bases pues, conceptos derivados de comparativas. Por ejemplo pueden llamarse una consideración biométrica para el conjunto inferiores los animales unicelulares, pero úni- de individuos que viven sometidos a unas decamente por comparación. terminadas condiciones ambientales. Para el biólogo lo que señalan las palabras El estudio biológico, en primer lugar, de lo superior e inferior es una condición en relación con una complejidad estructural, siempre que el individuo recibe hereditariamente; en relativa y difícil de medir. Son animales infe- segundo lugar, de la forma en que los factoriores los de estructura más sencilla; la or- res ambientales actúan sobre él, y, finalmenganización del sistema nervioso, su grado de te, de cómo los factores del desarrollo incapacidad funcional e integración, la concen- fluyen en su aspecto somático son problemas tración y coordinación de su actividad son complejos, que han preocupado y siguen medidas usuales para dictaminar sobre la su- preocupando a los genetistas, a los embrióloperioridad. De lo dicho es fácil deducir la ra- gos y a otros investigadores. Por de pronto, zón de que los vertebrados suelan conside- es obvio que heredamos unas características rarse como los animales superiores y, en que nos hacen, ante todo, semejantes a los particular, los reptiles, las aves y, sobre todo, individuos de nuestra propia especie y, adedeterminan nuestras semejanzas con los mamíferos sean los animales superiores más, por antonomasia. los propios progenitores y otros ascendientes (abuelos, bisabuelos, etcétera) En este punto puede ser oportuna una pequeña digresión histórica. Para los antiguos, Pero también los factores del ambiente van y entre ellos Aristóteles, de quien procede la a influir en nuestro aspecto, especialmente en primera clasificación racional de los animales, ciertos caracteres muy variables como es el éstos podían dividirse en dos grandes gru- caso, por ejemplo, de nuestra estatura o de pos, a saber: los que se llamaron enhaima, o nuestro peso. Menos influencia (o ninguna) sea, los sanguíneos o con sangre que son ejerce el ambiente sobre otros rasgos heredilos vertebrados, y los anhaima, los sin san- tarios. Nuestro grupo sanguíneo, v. gr. es ingre (exangües) que corresponderían al con- dependiente del ambiente, de ahí que pueda junto de los invertebrados. Por supuesto, el usarse tal carácter en pruebas de paternidad. hombre, por lo que respecta a su cuerpo, Por el contrario, la estatura y peso están conestá entre los primeros y es un animal supe- dicionados no sólo por factores genéticos (rarior (p a r a a l g u n o s i n c l u s o en zas de gran estatura o razas enanas) sino grado máximo) por el ejercicio, adecuada nutrición y otros. Es evidente que en muchos grupos de invertebrados existen fluidos corporales de tipo Se habla de naturaleza y crianza al sangre, con su hemoglobina, funcionalmente tratar de los problemas ligados a lo que pueanáloga a la de los vertebrados, asimismo da ser simple herencia o lo que se debe al hay sistemas nerviosos complejos y capaci- ambiente, a la educación, al medio nature dad de aprendizaje (de lo cual, amiga Euge- and nurture como dice la expresión inglenia, tendremos que hablar algún día) Se ha sa) Como ves, querida Eugenia, mucho hay dicho, pues, que la clasificación aristotélica que hablar de lo que es normal y anormal, es un monumento a la prepotencia y orgullo superior e inferior. Y no se diga de lo que es humanos Pero como hemos visto más arri- naturaleza o producto de nuestra libertad, ba, se dan las suficientes razones objetivas tanto física como moral.

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