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ABC MADRID 10-02-1987 página 11
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ABC MADRID 10-02-1987 página 11

  • EdiciónABC, MADRID
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MARTES 10- 2- 87- OPINION -ABCpágn SME Y PESETA N el interior de la economía europea existen tensiones dinámicas que, al final, se acaban transformando en disparidades de los tipos de cambio de las diversas monedas. Por eso, en la evolución del cohete de tres tiempos que para Hallstein era la construcción de Europa, con mayor o menor fortuna, ésta comienza a ver el final de la primera fase, la unión aduanera. Aún parece lejana la tercera fase, la que se refiere a la construcción política de una Europa unida. Pero la gran batalla presente tiene lugar en el teatro de la plena unión económica. Desde el sistema fiscal a la libre circulación de capitales y mano de obra, una enorme cantidad de epígrafes componen este capítulo. Pero quizás uno de los más importantes sea el monetario. Después de fracasar en su primera salida al campo de la unificación, con la famosa serpiente monetaria, del seno de la CE surgió la idea del Sistema Monetario Europeo (SME) Las unidades monetarias que lo constituyen pasan a tener unas paridades mutuas fijas dentro de unas pequeñas bandas de fluctuación, gracias a lo cual todo el sistema se mueve conjuntamente. La caída del dólar frente al marco alemán acaba de significar que automáticamente se arrastraba con este movimiento al resto de los participantes en el SME. En algún caso, como acaba de acontecer con el franco francés, esto significa un freno importante para una sana marcha de la economía nacional. En esas situaciones es preciso convencer a los socios del sistema para que accedan a un reacomodo en el conjunto del mismo. Recientemente eso ocurrió en el verano de 1985 con Italia, y hace pocos días, con Francia. Hasta once veces han tenido lugar cambios importantes en las relaciones int e r n a s del SME. Como la devaluación del dólar prosigue con enorme intensidad, la cuestión se ha vuelto a poner sobre la mesa. Tres grandes del mundo financiero- yen, marco alemán y d ó l a r- tratan con gesto agobiado de cuadrar el círculo vicioso de la devaluación del dólar como alternativa al protecionismo con los talantes proteccionistas que se pretenden curar con nue- E vas devaluaciones. Todo concluye por generar una especie de gran zarabanda que arrastra a todos los demás miembros del SME. Ante la previsible reunión de los cinco grandes occidentales, y en junio de los siete acaban de reunirse los doce de la CE, tanto si son miembros del SME como si tienen el estatuto especial de la libra esterlina, o como si están bastante alejados en apariencia, como nosotros. ¿Qué ventajas tiene, como sucede con la peseta, el estar aislado del SME? Aparentemente, la independencia. Pero ésta quiere decir también libertad para el gasto público, para comportarse de modo poco ortodoxo. En buena medida se trata de la libertad que no interesa. ¿No convendría comenzar a pensar que la peseta aceptase unas servidumbres de las que se derivará, de modo forzoso, alguna puesta en orden de nuestra casa? A guerra del Chad es un foco p e r m a n e n t e de perturbación en el transfondo meridional del Mediterráneo, capaz de alterar los difíciles equilibrios de la zona. El nuevo envío de mil soldados franceses para reforzar a los que ya estaban acantonados en aquella república africana, puede interpretarse como un apoyo francés al gobierno de Yamena, que ejerce Hissen Habré, o bien como una división de facto del territorio del Chad, entre un norte controlado por Libia donde sus guarniciones de invasión siguen ocupando el Tibesti, y un sur donde Hissen Habré mantiene la legitimidad de su gobierno, a la sombra de las bayonetas francesas, ahora multiplicadas con este refuerzo de paracaidistas de refresco. En cualquier caso la situación en el Chad, sigue siendo motivo de preocupación para el equilibrio de África entera, puesto que la posi- L LA BOMBA DEL CHAD ESDE el diario gubernamental ha comenzado ya la campaña de descrédito del nuevo presidente de AP, Antonio Hernández Mancha, al que se denomina líder volátil y cabeza de la derecha bufa Eran previsibles estas caricaturas verbales que tienen todo el arte de haber sido acuñadas en esferas o cenáculos del guerrismo sevillano. Ocurre, sin embargo, que Antonio Hernández Mancha, antes de cumplir venticinco años y al primer envite, ganó las oposiciones a la Abogacía del Estado. En su actividad política, aumentó de 17 a 28 los escaños de Coalición Popular en las últimas elecciones autonómicas andaluzas, venciendo al PSOE en dos enclaves sevillanos. Triana y Nervión. Su actuación parlamentaria, además, ha sido muy brillante en asuntos tan complejos como la reforma agraria. Con estas credenciales, y su empuje en Andalucía, no se puede desacreditar a Hernández Mancha. Los líderes volátiles son, con mayor propiedad, los enterradores de aves en Doñana. Y las bufonadas, patrimonio más cierto, de aficionados a dirigir teatro, recontando por conchas los galápagos. D SOBRE VOLÁTILES Presidente- Editor GUILLERMO LUCA DE TENA Director LUIS MARÍA ANSON Director de ABC de Sevilla Francisco Giménez- Alemán Subdirector: Antonio Burgos ABC Subdirectores D. Valcárcel, J. Vila, J. Javaloyes, M. Adrio, R. de Góngora, J. Amado Jefes de Redacción: J. A. Gundín (Continuidad) J. C. Azcue (Internacional) B. Berasátegui (Sábado Cultural) A. Fernández (Economía) J. I. G. a Garzón (Cultura) A. A González (Continuidad) R. Gutiérrez (Continuidad) L Lz Nicolás (Reportajes) C. Maribona (Continuidad) J. Orno (Edición) L I. Parada (Suplementos Económicos) L. Prados de la Haza (Continuidad) C. Prat (Dominical) Santiago Casteto (Colaboraciones) J. M. Zutoaga (Nacional) Secciones: J. 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A. p ción central de aquel país hace posible que a partir de su territorio, se proyecten acciones hostiles contra el Sudán, y contra el Níger. La guerra civil de Chad, es algo más que un conflicto entre tribus africanas mal avenidas en el interior de los moldes que impuso la colonización con sus fronteras geométricas trazadas por él capricho de las potencias europeas. En el Chad se discute la existencia de un país unitario según los moldes delimitados por los antiguos colonizadores que la Organización de la Unidad Africana, considera intangibles, quizá para ahorrar males mayores, o el nacimiento de la primera partición que podrían sufrir los estados africanos, reconociendo que la influencia de Labia en la mitad norte del territorio constituye una parcela enteramente separada del sur. Alguien escribió hace años que África padecía la enfermedad de sus fronteras. A partir de estas divisiones, surgen los conflictos. El neoimperialismo de Gadafi pretende extender hacia el sur de la banda de Auzú, que se ha apropiado en contra de las reglas internacionales una zona de influencia senussí, nacida en Libia que conferían una cierta influencia cultural en el siglo XIX sobre el norte del Chad a la población árabe ribereña del Mediterráneo. Pero si la clave del equilibrio africano se viene buscando en el respeto de las viejas fronteras internacionales, acuñadas por la colonización, está claro que Libia no puede vulnerar el principio, sin organizar las bases de una guerra, como está sucediendo. Que Francia ampare al poder legítimo del Chad y envíe en refuerzo de Hissen Habré a sus paracaidistas, está en la lógica y el derecho internacional. Pero también está claro que la existencia del Chad está apoyada sobre la base inestable de un país con dos religiones y dos razas, híbridos capaces de provocar inevitables tensiones entre sus ciudadanos. La bomba del Chad sigue con la mecha encendida. Un foco de tensión que puede afectar al Mediterráneo entero, si por fin se produce la explosión que Gadafi busca y Francia trata de evitar.

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