ABC MADRID 09-02-1987 página 76

i A BC LlrNES, 2- 87 -Música- Barenboim obtuvo un nuevo triunfo con las Sonatas de Beethoven Teatro Real. 7- 2- 87. Ciclo de las Sonatas de Beethoven. Penúltima sesión: números 6, 14, 16 y 31. Intérprete: Daniel Barenboim. Salió como un rayo, quizá para compensar los cinco minutos de retardo en un Real en el que la puntualidad es norma. Para él, artista en olor de multitud, -atestado el teatro- -ni un signo sólo de impaciencia: ni uno de rebeldía después, ante el lógico acuerdo, que a tantos desilusiona, de no brindar regalos, cuando tantos prodiga siempre en ciclo redondo. ¿Qué, después de la tan madura y profunda, elaborada y personal Sonata en la bemot mayor penúltima de la colección, de la opus 110? Yo no sé si esa celeridad en la comparecencia pudo ser determinante de una vertiginosidad en el Allegro vivace que abre la Sonata en sol mayor de la opus 31 dieciséis del conjunto, que sonó vivacísimo y por ello atropellado. De lo que sí estoy seguro es de que ya en la cota de este primer tiempo, Barenboim logró una realización sonoro- expresiva deliciosa y que la forma de cantar el Adagio grazioso inmediato fue lo mejor de la noche. En el resto, unidas a las dos sonatas que se han citado la Claro de luna en do sostenido menor la catorce y una de las más populares y predilectas y la muy breve, encantadora en fa mayor número 6, opus 10 verdadera filigrana de ejecución, el artista nos supo trasladar desde esos comienzos beethovenianos hasta sus más rebeldes y originales pentagramas, en un recorrido abierto en 1796, con punto de llegada en 1821. No es decir nada nuevo el afirmar que Barenboim posee mecanismo y técnica excelentes, pero que no es la condición de infalibilidad su característica y que otros colegas pueden mostrar realizaciones más perfectas. En cambio, es difícil que superen su personalidad de músico sólido, de artista que construye en una visión general, coherente los edificios sonoros y que siempre nos da una lección magistral de cómo lo que toca o dirige no es fruto de improvisación ni capricho, sino de un muy sereno y analítico criterio en el que hay tanto margen para el sentimiento como para el orden. Que luego sea por completo imposible el que todo nos llegue ejecutado sin mácula, parece lógico. Entre otras cosas porque, ¿cuántos pianistas son o han sido capaces de tocar con igual poder y pulcritud mecanicista las treinta y dos sonatas, herencia única en la historia del teclado? ¿Y cuántos- -sea con la batuta o desde el piano- -abarcan un tan extenso, ecléctico y comprometido repertorio? Beethoven- Barenboim. El público madrileño ha respondido a la convocatoria de Ibermúsica Y e 1 éxito puede considerarse completo. Al último concierto, celebrado anoche, asistió la Reina Doña Sofía acompañada por su hermana la princesa Irene. AFC El pianista español Claudio Martínez Mehner, de dieciséis años, ha quedado tercero en el concurso europeo para jóvenes intérpretes celebrado durante este último fin de semana en la ciudad de Francfort. El año pasado obtuvo la primera plaza en un certamen alemán de silares características. Catherine y Nhóp, jazz europeo en la Universidad El San Juan Evangelista sigue siendo uno de los focos madrileños encargados de mantener viva la llama del jazz internacional después de los atracones que ofrece el Ministerio de Cultura en octubre y noviembre, y el certamen que organiza el Ayuntamieq D en mayo. Así, aún en el recuerdo de) estupendo recital del saxofonista vasco- francés Michel Portal en el este mismo foro el pasado diciembre, vino a continuación el trío de Tete Montoliu, y, poco después, nos ofreció la oportunidad de escuchar a uno de los dúos (a veces trío) más famosos del continente, el formado por los experimentados Phillipe Catherine y Niels Nenning Oersted Pedersen. Efectivamente, el pasado sábado, en sesión de tarde y noche, los jazzfans madrileños pudieron saborear la música del guitarrista inglés- belga de adopción- P. Catherine y el contrabajista danés Nhop. Ambos músicos son viejos amigos y poseen enormes credenciales. Sus gustos musicales coinciden en un tipo de jazz dentro de una línea generalmente ortodoxa, a la que Catherine otorga diversidades tímbricas gracias a los numerosos pedales de efectos que maneja. En el repertorio del dúo tienen cabida desde el sempiterno Stella by Starlight pasando por origínales de los intérpretes Janet The puzzle hasta la composición del vanguardista Richard Beirach Leaving En algunas de las melodías- por ejemplo en el blues de Nhop The puzzle ambos músicos hicieron gala de indudable virtuosismo, sobre todo el danés, que a sus cuarenta y un años ha alcanzado una técnica que resulta insultante para muchos de sus colegas. No obstante, aunque la velocidad de sus dedos sobre el mástil en muchas ocasiones resulte cargante, también sabe decir las cosas pausadamente. Tampoco faltó en el escenario el sentido del humor, que no está reñido con la buena música, y colaboró a crear un ambiente relajado entre espectadores e intérpretes. En resumidas cuentas, buena música de la mano de estos dos estupendos artistas. Por cierto, ya va siendo hora de que sea de dominio público que el jazz de calidad no es de propiedad exclusiva de los americanos. El San Juan Evangelista, con la programación de sus tres últimos conciertos, así lo ha demostrado. Carlos GONZÁLEZ EL cuarteto de clarinetes de la ONE, en el Real Teatro Real. 3- 11- 87. Ciclo de Cámara y Polifonía. Cuarteto de clarinetes de la ONE. Obras de Albinoni, Stamitz, J. Christian Bach, Absil, Maes y Arrieu. Nada más estimulador y conveniente para la buena marcha de una orquesta que la formación, por sus profesores, de grupos de cámara y más todavía en el sector del viento, por lo que obliga al cuidado, empaste y equilibrio tan beneficioso después en la centuria sinfónica. Cierto que en las distintas combinaciones cabe el peligro de monotonía, pero no menos verdad que el atractivo de lo diferente juega también su baza. La cuerda de clarinetes de la Orquesta Nacional agrupa instrumentistas de clase. Ahora José F Llavata, José A. Tomás, Enrique Pérez Piquer y Modesto Escribano integran el cuarteto que adopta el nombre de la entidad y ha mostrado su rango individual y también los resultados del buen trabajo colectivo en el concierto del Ciclo de Cámara y Polifonía aplaudido en el Real por un senado más caluroso que nutrido. Una parte clásica y otra que se dedicó a la música de nuestro siglo dejó claros los valores del conjunto, sobre todo en el ajuste y la igualdad y calidad de timbres, ya que todavía deberán enriquecerse más las gamas de matices. Un poco gris ei Cuarteto en re mayor de Cari Stamitz, más atrayente y breve el de Christian Bach, transcripciones de los originales para cuerda realizadas por el clarinetista francés Jacques Lancelot, había sido mucho más prometedor el arranque de la sesión con una Sonata en sol menor de Tomasso Albinoni, cuya audición dejaba muy en alto el recuerdo sonoro del órgano. En general, el cuarteto se integra por un requinto, dos clarinetes en sí bemol y el clarinete bajo. A los efectos de lucir la variedad de efectos, la posible extensión de estos medios y por el protagonismo poco frecuente de requinto y bajo, lo mejor de la sesión fue el Cuarteto del belga Jean Absil, obra directa y muy bien escrita para el conjunto. Tiene cierto clima impresionista- e l Poco maestoso recuerda al Ravel de Ma Mere l oye los Cuatro contrastes de su compatriota Jef Maes. Está logrado en ellos el Leggiero de centro expresivo. Dijo un día Claude Arrien, autor de los Cinco movimientos que cerraban el programa, que música que aburre es música contra natura No aburre exactamente la suya, pero carece, a juzgar por las páginas oídas que llevan la firma de este compositor francés, de esa chispa que enciende nuestro interés. En resumen, las mejores impresiones se ciñen a los ejemplos de Albinoni- Absil, tanto como el trabajo excelente de un cuarteto de clarinetes que honra la Orquesta Nacional de la que procede y toma el nombre. Antonio FERNANDEZ- CID ALQUILER OFICINAS ALTO STANQING VALLEHERMOSO. S. A. De 425 a 1.200 m 2- Princesa, 3 y 5 Directamente propietario