Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 09-02-1987 página 75
ABC MADRID 09-02-1987 página 75
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 09-02-1987 página 75

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página75
Más información

Descripción

LUNES 9- 2- 87 ESPECTÁCULOS Hollywood en su centenario A B C 75 El ocaso del Star System César Santos Fontela Contra lo que se piensa, en el principio de Hollywood- -que, de otra parte, no nace como capital del cine hasta 1913, de la mano de Cecil B. de Mille- -no fueron las estrellas. Es más, en los días pioneros del cine los productores se negaban a publicitar el nombre de sus intérpretes, por temor- n o injustificado- a que éstos se hicieran valer en el ámbito económico, solicitando salarios cada vez más elevados. Fue, de hecho, el público el que fabricó el star- system al exigir, primero, saber cómo se llamaba aquella chica de tirabuzones que trabajaba en los filmes de la Biograph y queresultó ser Mary Pickford, y a continuación, verla en más películas. Desde ese momento, todo fue rodado. Surgieron las revistas de cotilleo y la vida privada de las stars empezó a interesar tanto como lo que hacían en la pantalla. Se crearon departamentos de publicidad destinados a inventarlas Y Hollywood tuvo sus reyes y sus reinas con la pareja formada por Mary y Douglas- -Fairbanks, por supuesto- como cabecera de la dinastía de mayor rango. Los actores y actrices comenzaron a vivir en jaulas doradas, presos de las cláusulas poco menos que esclavizadoras de los contratos de siete años. Y recibían millares, millones de cartas de los fans hacían y deshacían en los guiones, elegían los directores. Dominaban, en suma, el tinglado, en curiosa contradicción. Las cosas se mantuvieron así durante al menos tres décadas, aquellas en que, de Theda Bara a Marilyn Monroe, pasando por Garbo y Dietrich, podía hablarse de diosas del amor y en. las que Clark Gable era la encarnación misma del amante cinematográfico, mientas otros galanes, como Robert Taylor, intentaban, sin conseguirlo, robarles su puesto. Había vamps latín lovers chicas con it Todos y todas eran, en cualquier caso y cada cual a su manera, glamourosos en la pantalla y fuera de ella. Hasta que, en las postrimerías de los cuarenta, en los albores de los cincuenta, la regla del star- system empezó a fallar. No definitivamente, porque aún existe. Pero sí como regla de oro. Y comenzaron a montarse las películas no sólo en base a los actores o actrices. Se empezó, incluso- cosa inconcebible en los años dorados a hacer que absolutos desconocidos encabezaran los repartos. Quedaban, claro, las estrellas de ayer, que se negaban a envejecer. Pero fueron muriendo o desapareciendo, pese a todo, de la circulación. Hasta llegar a hoy, en que las verdaderas stars son las de la televisión, mientras que las de la pantalla grande, que antaño fueron cientos- -Metro- GoldwynMayer presumía de tener en nómina más estrellas que el firmamento -se cuentan en la actualidad con los dedos de una mano, o, en el mejor caso, de las dos: Robert Redford, Barbra Streisand, Meryl Streep, Woody Alien y pocos más. Puede que esté bien que así haya sido, pero cabe, al mismo tiempo, la nostalgia del Hollywood que fue. Y, de hecho, a falta de superstars en activo, se rinde culto a las del pasado, lo que no deja de ser una petición de principio... ¿Un siglo en Hollywood? Los águilas, legales e ¡legales, de la California del Sur, a que domina el condado de Los Angeles y sus alrededores, ha comenzado a comunicar la supuesta buena nueva: Hollywood- d i c e n- cumple un siglo. ¡La sorpresa que se llevaría el coronel William N. Selig, quien llegó a lo que hoy más o menos queda de Hollywood, buscando sol para rodar su Conde de Montecristo si lo supiera! Porque el bueno de Selig, con sus huestes, llegó a la zona en el invierno de 1908, e incluso cuando la Exposición Universal de Bruselas, en 1958, se celebró públicamente un cierto medio siglo de la que entonces aún podía ser considerada la capital del cine convocando críticos del Occidente todo para elegir las mejores películas de la Historia- así con mayúsculas- del Cine. Pero, ya se sabe, en el cine- ahora con minúscula- casi todo es ilusión, es decir, algo cercano a la realidad, que nunca es la realidad misma. Así más de uno que difícilmente podría llegar al 2008, podrá celebrar- podremos celebrarcon bastante comodidad y cercanía este primer siglo de Hollywood Primero fue un refugio. Los agentes al mando del detective McCoy, encargado por el singular y ahorrativo genio Thomas A. Edison, persiguieron implacables, entre 1897 y 1907, a los que se atrevían a filmar sin el permiso- y sin el canon- del señor Edison, inventor con patente del Kinetoscopio que, más o menos, habían inventado los Lumiére antes que el mago de Menlo Prk En 1808, el cine perseguido descubrió California y, más concretamente, lo que en seguida sería Hollywood. Primero fueron las gentes de la Biograph, a hacer westems de uno y dos rollos, y Thomas Inve. Luego Mack Sennett y los Keystone, a rodar chistes y caídas con bañistas, y el padre David Wark Griffith a inventar la gramática y las reglas de ortografía del invento. Y, en seguida, e incluso Roscoe Arbuckle y Ben Turpin, además de William S. Hart, el primer vaquero importante. Casi a la vez, los Lasky, Zujor, Lammle, Selznick y Goldfish, convertido después en Goldwyn, fundaron entre sí y con algunos socios, las compañías de producción, que querían serlo también- y lo fueron- de distribución y exhibición. Nacieron, la Universal, la Fox, la Pramount, la Metro Goldwyn Mayer y la Warner. Y nacieron más estrellas y la figura del productor todopoderoso- l a de un Irving Thalberg, de un Harry Cohn, de un David O. Selznick- dejó paso a la del director. Desde hace décadas, Hollywood está compuesto por un 50 por 100 de nostalgia- histórica, lírica y sentimental- de un 25 por 100 de televisión, con largas series de viejas glorias; de un 24 por 100 de Bancos y casas de discos, y de un 1 por 100 de amargura. Lo que, sin duda, le concede ese sabor estimulante para cualquiera, que se hace burbuja de oro y pantalla en color cuando el Dorothy Chandier Pavillion alberga la ceremonia de entrega de los Osear. Las películas sólo se ruedan excepcionalmente en Hollywood, donde únicamente quedan la acera del Hollywood Boulevard, el teatro chino de Grauman, algunas estrambóticas antiguas residencias de luminarias de antaño. Hoy Hollywood es, fundamentalmente, un concepto; más que la fábrica de sueños de antaño, el espectro de purpurina y recortes, pero plenamente atractivo, de un ayer histórico para casi todos. El símbolo de la vieja conciencia universal que sigue siendo el cine. Que sí está a punto de cumplir un siglo. Pedro CRESPO

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.