Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 09-02-1987 página 74
ABC MADRID 09-02-1987 página 74
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 09-02-1987 página 74

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página74
Más información

Descripción

74 A B C ESPECTÁCULOS LUNES 9- 2- 87 Hollywood celebra sus cien años entre recuerdos y las cadenas de televisión James Manson a Judy Garland: Esta será tu ciudad Los Angeles. Enrique Herreros Las películas de ayer se veían en cines de mil quinientas localidades; las de hoy son preferentemente series y se ven en los sofás de cada casa, pero el magnetismo de Hollywood no muere. Será hoy muy viejo, pero está vivo. Podrá cambiar, pero aquí se seguirá trabajando aunque se ruede más para la televisión que para las salas cinematográficas. Sus estudios siguen llenos de ejecutivos, técnicos, artistas, y sus aparcamientos, repletos de coches Yo no se a ciencia cierta cuándo se fundó Hollywood, pero el cine como industria en serio llegó aquí a principios de siglo. Creo que ese dicho de película made in Hollywood debió ser inventado para americanizar el nombre de esta meca indiscutible del cine, porque, a decir verdad, en lo que se conoce por el propio Hollywood sólo hay un estudio: que perteneció al productor Samuel Goldwyn, entre otras muchas y buenas películas figuran en su haber Los mejores años de nuestra vida pero hoy pertenece a Wagner Comunications. Los demás estudios están repartidos por toda la extensa área metropolitana de Los Angeles, como ocurre con los que fueron de Metro Goldwyn Mayer, situados en Culver City; los de la Fox, en pleno Beverly Hills, en Century City; los de Universal, en Lankershim Blvd. en Studio City; los de Warner Bros y Columbia Picturés, en Burdank; los de Walt Disney- no muy distantes de estos últimos- en Buena Vista, y los de la Paramount, en Melrose Av. Pero los tiempos cambian, y hoy ir a visitar los estudios de la Metro- uno recuerda todas aquellas estrellas que tenían contratadas, como Garbo, Gable, Tracy, Taylor, Hepbum y otras muchas- produce mucha tristeza al comprobar que han quitado desde la melena al rabo de su famosísimo león y han sido rebautizados por su nuevo propietario como Estudios Lorimar Tele Picturés. Una verdadera pena verlo. Los de la Fox, situados en uno de los lugares más céntricos y frecuentados de la ciudad, van reduciendo sus parcelas poco a poco para edificar rascacielos que surgen rodeando al hotel Century House- lugar de re- En la Metro hoy Lorimar, no queda ni rastro de la melena de su célebre león sidencia del presidente Reagan cuando visita esta ciudad. Pero el magnetismo de Hollywood o de Los Angeles no muere. Lo he comprobado varias veces cuando recojo en el aeropuerto a alguno de los muchos visitantes que llegan aquí. Los meto en el coche, recorro el San Diego Freeway y vamos a las colinas donde se contemplan los millones de lucecitas que iluminan la meca y les repito lo que decía Fredric March a Janet Gaynor y años después repetía James Manson a Judy Garlan en las dos versiones de Ha nacido una estrella -Esta será tu ciudad- Posiblemente, las viejas estrellas cuando salían de sus espectaculares escondites lo hacían en eso, en estrella, llevando detrás todo el boato y el esplendor que respondía a sus nombres- por el que los espectadores de todo el mundo hacían horas de cola para ver su última película- Pero las viejas películas luchan y se mantienen, y cuando una televisión cualquiera, de cualquier país, programa Casablanca o Lo que el viento se llevó es algo así como ver jugar de nuevo al Real Madrid contra el Barcelona. Hollywood sigue, pero ha cambiado su velocidad, usa otra marcha, pero nunca morirá. Aún mi sueño dorado En el año 1954 Hollywood era mi sueno dorado. Hoy, en el año 1987, Hollywood sigue siendo mi sueño dorado. Hace muy pocos meses, en pleno corazón de la meca del cine, uno de los últimos monstruos que quedan de la época de oro de la industria cinematográfica, Burt Lancaster, me hizo entrega personalmente de un premio, un galardón de los que jalonan la vida de un artista. Antes de que mi querido y viejo amigo Burt me entregara el Águila de Oro improvisó una semblanza sobre mí. Recordó aquellos maravillosos días del rodaje de Veracruz y al mismo tiempo que rendía tributo de admiración hacia el amigo, ya desaparecido, hacia el vaquero, símbolo de la aventura del Oeste, hacia el caballero, se proyectaban imágenes del filme, secuencias en las que yo aparecía junto a Burt, al lado de Gary, entre ambos, dándole la réplica al mítico Gary Cooper, dejándome enamorar, por exigencias del guión y de la vida misma, por su mirada transparente y a la vez penetrante, fija, diáfana, acompañada de sus frases escuetas, cortas; Gary jamás fue actor de largas parrafadas, mientras todos estos recuerdos en imágenes vivas iban desfilando ante mis ojos a punto de estallar en lágrimas, y entre los aplausos y ovaciones de Sammy Davis, Fernando Lamas, Zsa- Zsa Gabor, Ricardo Montalbán, César Romero, Burt Reynolds y un largo etcétera de veteranos, junto a la presencia de todos los jóvenes cachorros que aportan nueva savia, nuevas ilusiones, nuevas quimeras del oro chaplinesco en las multimíllonarias series de telefilmes, mientras todo esto y muchas más cosas ocurrían en aquel espléndido plato hollywoodiano del Berverly Hilton, la voz grave, pausada, la voz profunda del gatopardo decía las mil y una i sensibilidad en Serenade junto al también maravillas sobre mi persona, mientras yo re- malogrado Mario Lanza y a Joan Fontaine, y cibía aturdida los mil y un aplausos y ovacio- -a este gran coleccionista de obras de arte nes de todos los allí presentes, corazón y que es Vicent Price. motor de esta fábrica de ensueños, emocioY ahora, hoy, a mis cincuenta y ocho años, nes, ternuras, quebrantos y todo cuanto uste- Hollywood sigue siendo mi sueño dorado pordes quieran decir o como quieran calificar que a sus cien años de maravillosa existencia que es Hollywood. y supervivencia a Hollywood, porque yo no Hace dos años, en el Festival de Otoño de soy ni intelectual, ni contestataria, ni mejor ni París, recibí el tributo de admiración de la in- peor, ni única, ni exponente patriota o folclóridustria cinematográfica francesa, un reconoci- ca, ni bandera de nada, soy, y esto nadie me miento por mi aportación artística al Séptimo lo podrá jamás negar, un animal cinematográArte, la personalidad y el cine de Sara Mon- fico, una de estas raras especies elegidas tiel según palabras de los críticos, entendi- para posar ante el objetivo de la cámara, un dos y fans parisienses, con el respaldo, a rostro que se multiplica, crece y se transformi lado, de otro nombre mítico de Hollywood, ma cuando un fotógrafo, iluminador, ha colomi querido y también viejo amigo Sam Fuller, cado como debe ser las luces y cuando la que me dirigió en Yuma cuyo título original voz mágica del fabricante de ensueños, el diera Vuelo de la flecha junto con Rod Stei- rector, clama: Motor, se rueda. ger, hombre inquieto, como Burt Lancaster o Este mundo, esta magia, este saber hacer Gary Cooper. aún sigue siendo potestativo de Hollywood, Para mí todo esto y mucho, más es Holly- porque ellos inventaron el cine, porque ellos wood. Como lo son mis años junto a mi que- lo hacen mejor que nadie, aún en épocas de rido e inolvidable Tony Mann, un realizador, crisis. Hollywood tiene muy claro que por enun director, un fabricante de quimeras e ilu- cima de un experimento, de un juego, de una siones, que no sabía dirigir a mujeres; sus simple apuesta, el cine, además de ser el personajes de ficción sólo podían ser reen- séptimo arte es una industria. Y si no hay carnados por hombres, sobre todo si el prota- industria, mis queridos amigos, difícilmente gonista era su gran amigo de toda la vida, puede haber cine, salvo casos esporádicos, James Stewart, cuyas largas piernas siempre de indudable valor y de sobra reconocidos. me sorprendían cuando aún sin haber puesto Pero esto son las excepciones y el cine es en orden mis ideas, mi mente, mi fachada y continuidad, es labor de equipo, es experiengandulería, se interponían entre los huevos cia acumulada, es reconocimiento mutuo, revueltos de mi desayuno, a las doce del me- es... poderlo contar a los cien años y cada diodía, y la barbacoa que Tony y James se cien años. Cien años de cine en Hollywood, estaban preparando a la misma hora para al- la fábrica de cine del mundo, lo avalan. morzar, mientras discutían las secuencias de Y Hollywood ahora y dentro de cien años su próxima película. Pero Tony, verdadero más es y seguirá siendo mi sueño dorado. profesional del cine, me dirigió con la máxima Sara MONTIEL

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.