Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 07-02-1987 página 50
ABC MADRID 07-02-1987 página 50
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 07-02-1987 página 50

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página50
Más información

Descripción

VI ABC ABC 7 febrero- 1987 Poesía -Polieiaca- Tierra enamorada Rafael Alfaro Colección Adonais. Ediciones Rialp Madrid, 1986 Rafael Alfaro sigue la escondida senda por donde han ido- y v a n- los nuevos sabios de la poesía de hoy. Por edad y aun por destino pertenece a la generación del 50. No así por su territorio estético, exento de los compromisos históricos y críticos del realismo vivencial o de testimonio. Parce claro que la tierra no es para él, ni para su obra lírica, campo de Agramante dialéctico, sino el dulce reino del que hablaba Bernanos. O la tierra enamorada. Vestida de hermosura al modo paramístiRafael Alfaro co de San Juan de la Cruz. Claro es que sin desbordamientos. Rafael Alfaro conturba su poesía con refracciones pessoanas, con teilhardianas aspiraciones cósmicas. Tierra enamorada arraiga con notable empuje y relieve en un campo más terrestre. He sido muy crítico en determinados momentos con la lírica de Rafael Alfaro porque, sin duda, esperaba algo de lo que construye ahora. Poeta de finísimos climas sensitivos, su confidencia apenas traspasaba un primer nivel delicado. Al fondo se oía el fragor de un hombre traicionado en ocasiones por su discreción. Siempre tuvo importantes vías de salida: la apertura teilhardiana, la alucinación visionaria y, como ahora se ve, el reconocimiento efe la tierra por su nombre. Sería a partir de Objeto de contemplación cuando, al tiempo de profundizar en su interior, abría una ventana al infinito- finito. Todo ello presagiaba un giro, si no de ciento ochenta grados, sí lo suficientemente variable para recalificar su visión lírica con la decisiva valoración estética. Su escritura resistía bien el viaje por la voz interior, como objeto de contemplación, bajo una música callada, entre cables y pájaros... Era su tono mejor- s u prodigioso semitono diríamos- en él que colgaba sus resonancias íntimas, sus desasosiegos humanos. El vuelco llegó de forma expresa en Los cantos de Contrebia donde la imaginación libre daba a su lenguaje una atracción radiante. Tierra enamorada -título acaso no demasiado feliz- suspende el vértigo turbador de ese libro, aunque no la gran precisión y contención de la palabra. Es poemario maduro, el más logrado del autor, si hubiera prescindido de algunas piezas intercambiables. El mito de Contrebia lo espera de todos modos, para lograr en su individualización su lugar exacto en esa alienación cosmovisionaria de Los cantos Ha encontrado Alfaro en Tierra enamorada la metáfora disémica imprescindible en todo creador legítimo. Lo que le faltaba- ese revés profundo- está aquí presente. Hijo del hombre al fin, se baña en la materia, se sumerge en ella allí donde es impetuosa y profunda al modo de Chardín. El poeta se convierte en viajero, como Machado, fuera de la itinerante emoción paisajista, para adueñarse del alma de las cosas, reconociéndolas por su nombre. Los conceptos del redescubrimiento de un mundo nuevo, del desarraigo, se van haciendo no tanto camino como posesión concreta al andar: los zapatos viejos, la vieja casa olvidada y dormida, la tierra real vista desde el avión, las cosas inanimadas como el cándalo o el añico de vidrio o el ofidio en el jardín... Luego está una atracción sobreañadida, de signo pessoano, que nos recuerda el comienzo de Al volante del Chevrolet en el poema De cómo se oye la lejanía de estos campos Caminas y caminas para no llegar nunca a nada, a todas partes, a ti mismo... o en Contemplación en Istonium en los que arranca cosas invisibles, extraños pólenes líricos. Cuatro partes descifran el mundo armónico de Tierra enamorada Y lo descomponen en estadios muy matizados. Junto a la serenidad frayluisiana y los caminos interiores que ampara un eco sanjuanista, el libro introduce una vibración renovada en el que da juego la poesía contemporánea. Hay armonía, pero también hondura. Hay exactitud verbal, pero también transparencia. Por este poemario Alfaro proyecta su entrañamiento y su arraigo del yo íntimo al yo poético, de una tierra física a una tierra real, transrealista. En la primera parte de Tierra enamorada su dominio de la emoción es total: en ella se ofrecen piezas como Nupcias Nuevo mundo El desarraigo o El reino de los hombres en que el lírico se adueña del alma de las cosas. La razón del canto es más irregular- junto a Fantasía en AlCannaabat más sofisticado, o las evocaciones de Jorge Manrique y Cabañero, atenidas a un curso elegiaco- pero no impide el arrobo máximo. Una sorpresa son las canciones a Pedro Mercedes y el excelente soneto Tierra expectante En la última parte se pierde acaso alguna tensión, pese a que se mantiene la espiral ascendente en búsqueda de otra tierra en más alto límite. Un soneto como Deseo último -y van dos sonetoscifra el calado dominador de un lírico. Siempre Rafael Alfaro hace una llamada al misterio de lo oculto. Pero en este libro la respuesta es fértil y feliz Hoy quizá puede seguirse el designio cabal de su obra en la antología publicada por el Instituto de Cooperación Iberoamericana, Escondida senda trama segura para seguir el rastro de su voz interior, más perceptible en cada libro. Alfaro es desarraigado, pero terreno, con derecho a soñar en otra vida como un reino mágico, en una ciudad como un paraíso. Aunque con raíz personal. La tierra no tiene otra luz que la de dentro. Florencio MARTÍNEZ RUIZ Regalo de la casa Juan Madrid Editorial Júcar Madrid- Gijón, 1986. 210 páginas Se dice que son dos los requisitos para el desarrollo de la novela negra: una sociedad industrial avanzada y un Estado democrático. Es decir, una sociedad competitiva, violenta, donde no falten la inseguridad en la calle ni la corrupción en las instituciones, y que permita, a la vez, dar cuenta de todo. eso. La segunda condición es la que explicaría, según los entendidos, que este género no haya empezado a cultivarse en España, sino hasta hace pocos años. Y llegados aquí, es obligado distinguir entre los numerosos escritores que han utilizado mecanismos de la novela negra y los escasos que pueden ser llamados ortodoxos de la misma. Precursor de todos ellos, cabeza de fila y nexo de unión entre los dos grupos, es Vázquez Montalbán el que más se ha acercado a la ortodoxia sin llegar a pertenecer, según propia confesión, a su exigua nómina. De estos últimos, Juan Madrid es uno de los más tenaces representantes. Madrid, periodista especializado en crónicas de sucesos, visitante asiduo de Juzgados y husmeador incansable de los recovecos de la ciudad, publicó su primera novela en 1980. En ésta, Regalo de la casa, retoma a su personaje Toni Romano y demuestra haber alcanzado una estimable madurez narrativa. Su dominio de los diálogos y de las descripciones de personajes y paisajes urbanos, así como de todos los tics de la novela negra, son lo mejor de Regalo de la casa. La sensación que el lector tiene, a veces, de que lo que está leyendo lo ha leído ya en numerosas ocasiones, su defecto más notable. Cierto nivel de mimesis forma parte del aprendizaje de cualquier escritor, es inseparable de la asimilación de tas técnicas literarias, y por lo tanto debe ser enjuiciado con prudencia. Recuérdense los versos de Gil de Biedma referidos a los primeros escritos de la adolescencia: Demasiado inexpertos, ni siquiera plagiamos. Pues bien, Juan Madrid ha superado claramente ese estadio. Regalo de la casa nos muestra a un escritor firme y suelto. Sólo que su antihéroe solitario, bebedor empedernido, estoico (a la inversa que Diógenes ante Alejandro, pero de modo parecido, la única recompensa que solicita al final de su aventura es que le quiten una luz que le molesta) empeñado en resolver un caso por fidelidad al amigo de la mili beneficiario, sin embargo, de los favores sexuales de la viuda de éste, enfrentado a matriarcas tan cubiertas de millones como desprovistas de escrúpulos; ese Toni Romano, ex boxeador y ex policía, galanteador de una actriz de tercera fila, suena a demasiado conocido. Y es interesante, además, el intento- aquí, plenamente conseguido- de pintar un Madrid en el que lo popular desemboca en lo sórdido, una ciudad que no aparece en las primeras páginas de los periódicos, pero que alimenta las de sucesos. Ángel VIVAS

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.