ABC MADRID 02-02-1987 página 66
- EdiciónABC, MADRID
- Página66
- Fecha de publicación02/02/1987
- ID0001583555
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66 A tC Música ESPECTÁCULOS P ¿Ustedes lo vieron? LUNES 2- 2- 87 ANDANDO A TIROS El sonido de disparos en la pantalla chica nos es familiar, con gran disgusto de los pedagogos, pero en alguna ocasión ese ruido, en lugar de dedicarse a satisfacer el ansia morbosa que, al parecer, sentimos todos desde niños de ver desplomarse a un caballero en el lejano Oeste o en el campo de batalla, obedece al intento de explicarnos la historia de las armas; lo que equivale, desdichadamente, a la historia de la Humanidad. En el programa habitual de las mañanas dominicales, Federico Forsythe, que tantas veces nos ha hecho temblar con la ficción, nos describió esta vez la preocupante realidad de la evolución de la artillería. En grabado primero, en fotografías después, con documentales al fin, nos fueron mostrando las formas con que los técnicos, tras descubrir en el Medioevo la posibilidad de usar un tubo hueco para arrojar proyectiles a larga distancia, fueron perfeccionando la forma de hacerlo hasta conseguir que en la primera guerra mundial- -estadística que ignoraba- dos tercios de las bajas lo fueran por efecto de obuses. Alternando, como es ya costumbre en ese tipo de documentales, la realidad del arma con el recuerdo de los que fueron sus víctimas fueron surgiendo temerosas evocaciones: un desamparo total rememoraba un soldado de 1914; sólo cabía esperar a que terminara suspira otro de 1939. Asombrosamente, el tamaño de la pieza artillera no ha aumentado con el paso del tiempo y de la técnica. Frente a Constantinopla, en 1453, ya había un monstruo que necesitaba sesenta bueyes para desplazarse y disparaba balas de trescientos kilos a kilómetro y medio, suficiente para abrir brechas en murallas que hasta entonces se habían burlado de ballestas y catapultas. Supimos también de los elogios que a ese arma dedicaron grandes capitanes del pasado. Napoleón, que al fin y al cabo procedía de la artillería, la utilizó con eficacia sólo superada por los que fueron sus enemigos mortales: los rusos, que siempre han tenido pasión por ella, como muestran los órganos de Stalin que en la última contienda aterrorizaron a los alemanes por número y capacidad de fuego. Se evocaron sitios prolongados, como los de Verdún, cuando un fuerte recibía millares de disparos de un lado y luego, al cambiar de manos, lo mismo del otro; la aparición del cañón rayado, que multiplico la velocidad y el alcance de la bala al lanzarla dando vueltas para mejor perforar el aire... Se explicó históricamente la forma en que el artillero había protegido a su pieza, primero bajo ramaje, luego con redes engañadoras de manchas y, por fin, desplazándolo rápidamente sobre rieles o neumáticos para que el enemigo no pudiese vengarse del daño recibido al encontrar vacío el punto de la agresión. Fernando DIAZ- PLAJA El cine español, estrella en el festival de Burdeos Madrid. A. L. Inurria La ciudad de Burdeos que mantiene encendida la llama de la cultura española, por la actividad continuada del Centro Cultura Casa de Goya, va a ofrecer, durante la primera semana de febrero, la VIII edición del Festival del Filme Ibérico. Títulos de nuestra cinematografía, con un apartado diferenciado para el cine catalán, y de la portuguesa, inéditos en Francia, acapara, por otro año, la atención de los bordeleses. La dirección del Festival, independientemente de la programación seleccionada cuidadosamente para este año, hace hincapié en ser el único festival que ofrece conjuntamente la producción portuguesa y española dejando de lado las películas iberoamericanas. El certamen, que nació como manifestación de cine club universitario, ha transcendido la importancia local para convertirse en acontecimiento internacional y despertar la colaboración y apoyo de nuestro Ministerio de Cultura, esperándose este año la presencia de Fernando Méndez Leite, director del Instituto Nacional de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales, en la ciudad del Garona. Independientemente del hábito de ofrecer una sección dedicada a la tauromaquia y dentro de las películas de procedencia portuguesa y española se brindará una retrospectiva del cine catalán, en colaboración con la Generalidad de Cataluña, con presencia del cine mudo y de los primeros cortometrajes rodados a principios de la guerra civil en zona republicana, como películas diferenciadas de las diferentes etapas de esta cinematografía. Las actividades paralelas incluyen Mesas redondas y debates que contarán con la presencia de Román Gubem, Ramón Font, director de la Filmoteca de Barcelona; Marcel Oms, director de los cuadernos de la Cinemathéque de Perpignan; José María Fom, director del Instituto de Cine de la Generalidad, y los directores Antonio Ribas, Vicente Aranda, Benito Rabal, Ventura Pons, Manuel Costa e Silva y Arturo Semedo. Buñuel también será noticia con la presentación de su guión inédito sobre Goya. Los títulos españoles que se presentan al festival son: Bilbao Ocaña Caniche Victoria Tiempo de silencio La rosa del mar La radio folla Mambrú se fue a la guerra El hermano bastardo de Dios y La hora bruja Portugal acude con Ninguen duas vezes A moura encantada y O Barao de Altamira entre sus últimas realizaciones, acompañadas por O pai tirano A can. cao de Lisboa y O medico e a duquesa La retrospectiva catalana constará de los apartados: Desde los pioneros a la guerra civil, Iquino, símbolo de una época, El filme policiaco, Adaptaciones literarias, Películas históricas, La escuela de Barcelona, Ei cine social y El documental. En cuanto a las Mesas redondas responderán a los enunciados Luis Buñuel, vida de Goya Pinturas y grabados taurinos La tauromaquia en la cultura catalana La guerra de España vista por el cine El cine catalán y Los contrastes del cine portugués En definitiva una apretada semana donde España es invitada de honor. Nuevo éxito deRos Marbá en Madrid Teatro Real. 29- 1- 1987. Orquesta Sinfónica de RTVE. Solistas: Pedro León, violín, Emilio Mateu, viola, y Ana Higueras, soprano. Director: Antoni Ros Marbá. Programa: Sinfonía concertante para violín, viola y orquesta, en mi bemol mayor, K. 364 de Wolfgang Amadeus Mozart; Ariette para soprano y orquesta, de Miguel Ángel Coria, y fragmentos del ballet Romeo y Julieta de Serge Prokofiev. Una antinomia, una contradicción más, o como quiera llamársele, de las que se registran en la vida musical madrileña: al director catalán Antoni Ros Marbá se le negó el pan y la sal, de principio a fin, durante su etapa de titular de la Orquesta Nacional, mientras que sus apariciones posteriores al frente de cualquiera de las centurias de la capital, ya sea en concierto, ya en misiones de foso, se han contado por éxitos señalados. Y obvio es afirmar que cuando se acierta es ahora. Porque, ciertamente, todo lo que toca Ros Marbá se convierte en música, y en música de buena ley. Sus versiones rebosan siempre, además, especial finura de concepto y alta elegancia expresiva. Todo esto, éxito, musicalidad, finura y elegancia, lo ha confirmado en su nueva presencia de esta semana al frente de la Sinfónica de RTV. Para ello ha tenido la doble inteligencia de seleccionar un trío de obras muy aptas para sus características- incluido el Romeo y Julieta muestra en tantos momentos de delicadezas sonoras y de intención- y de elegir como colaboradores en misiones solistas a intérpretes que también saben anteponer a cualesquiera otros el propósito de hacer música de verdad. Tales, Pedro León y Emilio Mateu, en la Sinfonía concertante de Mozart, y taJ Ana Higueras, en las dos breves, pero sumamente atractivas y sugerentes arias- ejemplo perfecto del non multa sed multum weberniano- de Coria, presente y muy aplaudido asimismo. Excusado es decir que cuanto he escrito hasta aquí es compatible con la puntualización, obligada, de que, dentro de un general bien hacer ejecutor, no todo fue impecable en este capítulo de la traducción material. Por concretar, no se alcanzó, me parece, todo el ajuste debido en ninguno de los dos tiempos extremos mozartianos, sin perjuicio de que haya de aplaudirse sin asomo de reserva el trabajo de León y Mateu en el dúo cadeheial que clausura el primero; además de que la tersura sonora y el virtuosismo colectivo del grupo acompañante no estuvieron siempre presentes en ellos. Resultó, en cambio, irreprochable en la letra- y a se habrá deducido de lo escrito en los dos primeros párrafos de este comentario que en el espíritu lo estuvo todo- el andante intermedio de la sinfonía de Mozart. Como existió pulcritud, gran riqueza matizadora y sutil discriminación de los subrayados tímbricos en el bien medido cortejo que se le proporcionó en las arietas a la Higueras- solista no sólo musical, expresiva y de bella condición vocal, sino también de singular redondez emisora- y plenitud, contundencia y bien logrado empaste en los ataques orquestales del fragmento que cerraba, bien que trastocado de lugar, el ballet del compositor ruso. K Leopoldo HONTANON