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ABC MADRID 22-01-1987 página 3
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ABC MADRID 22-01-1987 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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EDITADO POR PRENSA ESPAÑOLA SOCIEDAD ANÓNIMA 22 DE ENERO DE 1987 ABC REDACCIÓN ADMINISTRACIÓN TALLERES- SERRANO, 61 28006- MADRID FUNDADO EN 1905 POR DON TORCUATO LUCA DE TENA ESDE perspectivas ideológicas muy diversas se está planteando, en este tramo final del siglo XX, el futuro de la democracia. La limitada fracción de la Humanidad que tiene el privilegio de vivir en un régimen de libertades se enfrenta, en efecto, con el reto de salvaguardar no tanto unas instituciones, en sí mismas contingentes, como unos principios y unos ideales, sometidos a un permanente proceso de erosión y de cuya pervivencia depende el futuro mismo de la libertad y de la democracia. La teoría clásica de la democracia se fundamenta en una idea elevada del hombre, concebido como ser libre y responsable, que asume un papel activo en el seno de la Comunidad de que forma parte. A diferencia de las dictaduras de todo tipo donde el hombre es un ser gregario, carente de todo proyecto vital realizable, manipulado y teledirigido por una minoría que monopoliza el Poder, en la democracia el hombre se fragua su destino, libre y responsablemente, ajusfando su comportamiento a unos criterios morales de índole transpersonal y a unas normas jurídicas fruto de la experiencia, la razón y el consenso. Esta concepción clásica de la democracia se basa así en un estimulante individualismo que no significa en absoluto egoísmo ni indiferencia respecto del entorno social, sino confianza en las propias fuerzas y asunción plena de la propia responsabilidad como actor del propio destino. Un individualismo que, en ningún caso, es la antítesis de la solidaridad, según queda plasmado en el lema de muchos de aquellos pioneros que colonizaron el Oeste: Bástate a ti mismo y sirve a los demás Aquella noble ¡dea del hombre- a la vez individualista y generoso, por responsablepertenece prácticamente al pasado. El hombre actual no es ya un ser libre y seguro de sí mismo, sino el adocenado miembro de un colectivo (la insistencia con que se usa este vocablo es todo un síntoma) resignado, si no satisfecho, de que la trayectoria de su vida le venga impuesta desde fuera y que ha renunciado a la responsabilidad personal a cambio de una cierta seguridad. Una seguridad que ya no brota de los hontanares del yo y que no es sino un enorme aparato ortopédico colectivo que costriñe y asfixia la iniciativa personal. La grandeza de la idea clásica de libertad como posibilidad de trazarse el propio destino ha sido sustituida por una concepción degradada y bastarda que reduce la libertad a la propia real gana y la equipara a la ley del mínimo esfuerzo. La libertad ya no es la capacidad de hacer cosas valiosas ni la de esforzarse por alcanzar nobles metas, sino la de concederse todos los caprichos que contribuyan a hacer la vida más cómoda y placentera: enseñanza sin selectividad ni exigencia, puesto de trabajo garantizado y para toda la vida, derecho a disponer del propio cuerpo... Libertad, en suma, para autorrealizarse (el self- fulfillment de los anglosajones) a costa D INDIVIDUALISMO Y RESPONSABILIDAD te en patente de corso mientras se culpabiliza a una imprecisa sociedad lo que equide lo que sea y pasando por encima de lo vale a ladrar a la luna. La idea rousseauniana de la bondad natural del hombre es que sea. Una autorrealización que, a una creencia generalizada que explica el menudo, no es sino la libertad de degradarocéano de irresponsabilidad y demagogia se ad libitum. en que estamos anegados. La impunidad El clima mental de nuestra época rechageneral es la gran aspiración de esta hora za la idea que expresa el aforismo popular y la culpabilidad un complejo neurótico a que cada palo aguante su vela Y lo reevitar a toda costa. Se produce así un chaza no por razones de solidaridad, sino efecto perverso de imprevisibles y nefastas por ausencia de responsabilidad. Se diría consecuencias, ya que en cualquier relaque el hombre de hoy ha perdido el instinto ción nadie se siente plena y totalmente resde superación, sin el cual- escribía Maraponsable, pues se supone que si algo va ñón- el espíritu del hombre se quiebra y mal, la sociedad, representada por el Estaqueda fuera de la corriente de la vida efido, aparecerá para hacerse cargo, como caz El ideal de libertad y de vida del bouc émissaire, como cabeza de turco, de hombre moderno está más cerca de la vitoda consecuencia dañosa. Según esta sión de la existencia de los isleños del Pamentalidad, el cuento de la lechera habría cífico Sur que de los elevados arquetipos terminado en el correspondiente ministerio fraguados por la larga y ancha corriente del para solicitar indemnización por la leche humanismo europeo creador de la civilizaderramada. Estamos a años luz de lo que ción occidental. El hombre ha perdido su todavía en 1884 afirmaba el jurista Labbé: aptitud para responder, para comprometer La responsabilidad es el más perfecto rese, y ha aumentado hasta el infinito sus gulador de las acciones humanas. exigencias y sus pretensiones. La consecuencia de esta socialización de En la hedonista y decadente sociedad la responsabilidad es un Estado que ya que vivimos- q u e ha hecho del freudiano sólo en muy escasa medida es aquel ente principio del placer su único norte y de la soberano que mantiene el orden, adminisdisciplina y del esfuerzo el peor de los petra justicia, garantiza el valor de la moneda cados y la mayor de las estupideces- se y defiende el territorio, sino que se ha conha producido un proceso de socialización vertido en una gigantesca agencia de segude la responsabilidad que ha dejado de ser ros encargada de asumir responsabilidades un atributo del individuo para pasar a serlo de las que otros se han zafado. Como es de la sociedad o del Estado. Desde el estunatural, el Estado se cobra a un precio altídiante que fracasa en los estudios al em- simo su papel de responsable general, que presario al que le van mal los negocios e le convierte en ese poder inmenso y tutelar en esa tiranía insoportable que Tocincluso la pareja que no tiene éxito en su queville preveía si el Estado se sale de lo matrimonio, la tendencia es a buscar la que él denominaba esfera política Al firesponsabilidad en un plano distinto al de nal se sacrifica la misma libertad y, en ese los protagonistas: éstos nunca tienen la sentido, es muy ilustrativa la encuesta realiculpa, sino las circunstancias; es decir, la zada en nueve países europeos según la sociedad. El hombre ha perdido la capacicual los españoles son los primeros en predad de asumir riesgos y pide que la colectiferir la seguridad sobre la libertad: una forvidad le saque las castañas del fuego tan ma posmodema de gritar ¡vivan las pronto como la suerte deja de serle propicaenas! cia y, a veces, incluso antes. La democracia sólo sobrevivirá si se Esta irresponsabilización del individuo ha vuelve a la idea de que la responsabilidad llegado incluso al ámbito penal, donde vees un atributo inherente al individuo que es mos a menudo cómo delincuentes ocasioy se siente libre. La renuncia a la libertad nales o empedernidos son comprendidos responsable a cambio de una falaz seguriy exculpados a causa de la vida y circunsdad es un voto a favor del gregarismo, de tancias (la sociedad) que les ha tocado vila disolución del individuo en lo colectivo y, vir. De este modo el curriculum se conviera un plazo más o menos largo, a favor de la dictadura encubierta o manifiesta. El mundo occidental se está alejando de la democracia auténtica, la construida con hombres libres y responsables, para acomodarse a la que Alain Besangon, a propósito de la revuelta estudiantil, ha denominado democracia extrema basada en la ley del capricho, y que no parece tener otro criterio político que el famoso slogan de EDICION INTERNACIONAL mayo de 1968: Está prohibido prohibir. Urge recuperar los sentidos auténticos de conceptos como libertad, responsabilidad y Las noticias más importantes de democracia, porque, como decía Confucio: Cuando las palabras pierdan su significala semana recogidas por ABC en do, el pueblo será despojado de su libersu Edición Internacional. Para tad. llegar a ciento sesenta naciones. Alejandro MUÑOZ ALONSO

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