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ABC MADRID 18-01-1987 página 54
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  • EdiciónABC, MADRID
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ABC, pág. 54- RELIGIÓN -DOMINGO 18- 1- 87 Buena nueva Comienza hoy en todas las Iglesias la Semana para la unión de los cristianos Entrevista con el doctor Capó, pastor de la Iglesia evangélica Madrid. S. R. Hoy, domingo, comienza a celebrarse en todas las Iglesias cristianas la Semana para la Unidad con un multiplicarse de actos religiosos comunes entre los cristianos de todas las diversas confesiones. Igualmente comienza en estos días la Asamblea del Consejo Ecuménico de las Iglesias, en una reunión que durará nueve días, para preparar una gran asamblea de todas las Iglesias sobre La justicia, la paz y la integridad de la creación. También en España se multiplicarán en los juntas, no forman una Iglesia, sino una comupróximos días las reuniones de oración de los nión ó corporación de Iglesias locales, o congregaciones. El cuidado de formar una sola y cristianos. Para centrar el sentido que las diúnica Iglesia lo dejamos al Señor Jesucristo. versas Iglesias dan a la idea de la unidad de Solamente El lo puede hacer. Frecuentemenlos cristianos hemos entrevistado al doctor te estas corporaciones de Iglesias evangéliHumberto Capó, pastor de la Iglesia evangélicas tienen características doctrinales y ecleca española, que ha respondido así a nuessiásticas secundarias distintas, adoptando en tras preguntas. consecuencia diferentes nombres, como son: -Estamos en la Semana de oración por la los de Iglesia o Asamblea de Hermanos, Igleunión de los cristianos y quisiéramos tener sia Bautista, Iglesia Pentecostal, Iglesia Epissu parecer sobre lo que significa esta búscopal o Presbiteriana o Metodista, u otras dequeda de unión desde el punto de vista de la nominaciones, o simplemente Iglesia evangéIglesia evangélica. lica sin más, como es el caso de la Iglesia- Iglesia evangélica es un término muy evangélica española que es la mía, y que amplio y, en cierto modo, vago, pues por caes una denominación entre otras. Hay que recer de estructura institucional única, nadie saber distinguir el hecho de que ninguna repuede hablar en su nombre. Considero bueno presenta a las demás, pero todas tienen en que sea así, en razón de la naturaleza y de las características de la Iglesia evangélica, en común su carácter de Iglesia evangélica, según el Evangelio de Jesucristo. Esto es así, su sentido goneral. Por lo tanto, no hablaré gracias a lo que sucedió en el siglo XVI, con en su nombre, pero sí puedo hacerlo como la Reforma religiosa, y lo que ha venido suceevangélico, o protestante, desde mi comprendiendo posteriormente. Hay que acostumbrarsión y experiencia del movimiento ecuménico se, pues, a usar apropiadamente el nombre que esta Semana reaviva cada año. de Iglesia evangélica, como nombre genérico, La búsqueda de la unión de los cristianos al que se pueden añadir tantos adjetivos: es legítima y necesaria, pero puede ser equíIglesia evangélica luterana, calvinista, metovoca y vana si no hay un concepto claro de dista, episcopal, bautista, etcétera. Pero tosu naturaleza y de su finalidad. En términos das con un denominador común, dado precicristianos y del propio Evangelio, diremos de samente por la reforma en su famosa proclala unión lo mismo que puede decirse del mama que dice: Sólo la fe, sólo la gracia, sólo trimonio, y es que hay unión donde hay fidelila Escritura, sólo Cristo según el Evangelio. dad y amor, fidelidad al Señor de la Iglesia y Sobre esta base, el hecho religioso evanamor de un cristiano hacia otro, sea cual sea gélico común se vive en la libertad, en perjuisu pertenencia eclesiástica. En todo tiempo cio ciertamente de la uniformidad, pero dentro esto es necesario, pero lo es más en tiempo de la riqueza de la diversidad. Estos son facde indiferencia o frialdad religiosa, que viene tores importantes si tenemos en cuenta que acompañada del aislamiento de los hombres la vida religiosa está anclada en la conciencia en su egoísmo o en su perplejidad, una perpersonal, que no admite ningún tipo de coacplejidad paralizante de todo intento de solidación. Es la libertad responsable del conociridad humana. También en el aislamiento que miento de la verdad en el amor, por la fe de produce el sufrimiento por las injusticias y por Jesucristo, único Señor de la Iglesia. la abundancia de miseria, destrucción y depravación que nuestra civilización genera y- Yo comprendo que hay que distinguir enproduce en una abundancia y frecuencia es- tre Iglesia e Iglesias, sobre todo en el campo calofriantes. La finalidad de la unión es, pues, protestante y evangélico. ¿Existe también enla fidelidad al Señor y al servicio a los hom- tre ustedes un movimiento que tienda a unifibres en su nombre. car las diferentes iglesias que han ido sur- Lo que ha dicho usted de la Iglesia evangé- giendo? -E l propósito de unificar las Iglesias no es lica requiere más explicación. Para nosotros, los católicos, hablar de la Iglesia católica es importante, aunque puede suceder. Lo imporhablar de una realidad concreta, bien institu- tante es avivar y manifestar la unión entre los cionalizada, histórica y visible. Pero veo que creyentes, sea cual fuere la denominación no se puede hablar igual de la Iglesia evan- evangélica a la que pertenecen. Este espíritu de unión existe por naturaleza, pues el conogélica. -No, no se puede hablar igual. Por Iglesia cimiento del Evangelio y la fe de Jesucristo evangélica entendemos una realidad comuni- tienden a crear lazos de unión y de amor, de taria de creyentes que proclaman y compar- reconocimiento recíproco, de cooperación y ten la fe de Jesucristo según el Evangelio, y también de comunión. No hace falta esforzarse rigen por la autoridad de las Escrituras, se mucho para que esto suceda, siempre y Palabra de Dios, con un mínimo institucional, cuando haya una dedicación sincera, leal y que es el que se expresa en los ministerios. perseverante en mantener viva la fe, en unión Sucede, en consecuencia, que cada comuni- con el Dios viviente y su Hijo, de cuya unión dad local es Iglesia evangélica, pero todas nace la que sus hijos experimentan entre sí. DIOS SIEMPRE ES ANTES Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob; te hago luz de las naciones, para que la salvación alcance hasta el confín de la tierra Isaías. La gracia y la paz sean con vosotros Pablo. Al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo Juan. La liturgia recoge estas palabras de Juan en un momento culminante de la celebración eucarística. ¿En qué consiste quitar el pecado del mundo? ¿Sobre quién actúa Jesucristo? ¿Sobre el hombre al modo de una tintorería, cambiándolo; declarando lo negro blanco, lo malo bueno, lo indigno digno? ¿Sobré el corazón de Dios, desagraviándolo, desenfadándolo? En esto del perdón hay dos verdades absolutas que pueden ser dos mentiras absolutas si, enfrentadas, se niegan o disminuyen una a otra: 1. El hombre no puede hacer absolutamente nada para quitarse su pecado; sólo Dios puede quitárselo, el perdón es cosa de Dios. 2. Dios no puede hacer absolutamente nada para quitar el pecado a un hombre que libre y voluntariamente lo comete y quiere permanecer en él; ser perdonado es cosa exclusiva y total del hombre. Decir que perdonado es aquel a quien Dios quiso hacérselo sin actividad virtuosa del hombre es una mentira absoluta. Decir que el hombre puede conquistar con su actividad una justificación que Dios no tiene más remedio que reconocer porque así lo ha pactado es otra mentira absoluta. La virtud no genera salvación, ni siquiera sé genera a sí misma; Dios siempre es antes. Lo mismo habría que decir de la fe como don de Dios y el creer como actividad del hombre. La actividad de Jesús para quitar el pecado del mundo no gravita sobre Dios para desenfadarle, no es cubrir un cupo sacrificial sin el cual Dios no se rinde. La actividad de Jesucristo para quitar el pecado del mundo gravita sobre el hombre y es ante todo una actividad evangelizadora (anunciadora) del amor de Dios eternamente desenfadado: Dios es vuestro Padre y os ama te hago luz de los pueblos para que llegue a todos la salvación Dios y el hombre no se exigen, pero siendo Dios amor y el hombre indigencia, se necesitan. ¿Y la Cruz? La Cruz no es un suicidio buscado porque Dios lo exigía. La Cruz, en sus muchas formas, es la perfecta simbiosis de esa doble necesidad: la máxima expresión del amor de Dios y la máxima obediencia del hombre. La actividad del hombre es la obediencia a la Palabra. Jaime CEIDE t,

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