ABC MADRID 21-12-1986 página 66

ABCpág- 66 IACE ahora cien años, concretamente el 19 de diciembre de 1886, llegaban a España los primeros Hermanos Maristas. Aterrizaron en Gerona con una fe a prueba de bomba, una esperanza evangélica y unas carencias tales como la de desconocer el idioma: el catalán y el castellano. Eran cuatro franceses, discípulos de un sacerdote, Marcelino Champagnat, que trataban de implantar en España un instituto religioso para la enseñanza y la educación. Para mí es muy difícil separar la historia de los maristas de mi propia peripecia vital, en lo personal y en lo didáctico. De esos cien años de los maristas en España, casi cincuenta están unidos a mi- propia existencia, pues yo también aterricé, con todas las ilusiones y todas las carencias, un día de septiembre de 1937, en el desaparecido edificio de la calle Concepción del Liceo Castilla, de Burgos. Fueron trece largos años de infancia y juventud en los que viví junto con las dificultades del latín o las matemáticas, la historia cruel de una guerra que entonces creíamos que alguien ganaba, la dureza de una posguerra de aislamiento y de escasez y el intuido desafío de un mundo universitario corto de posibilidades y abrumador de exigencias. Estos días se han celebrado en toda España actos conmemorativos de la instalación de los maristas de nuestro país. Por razones de vecindad asistí a la clausura del año conmemorativo en un acto, típicamente marista, celebrado en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid. Cerrando los ojos y penetrando en mis propios r e c u e r d o s la convocatoria del moderno edificio de la Cas- TRIBUNA ABIERTA DOMINGO 21- 12- 86 H CIEN AÑOS POR ESPAÑA grosas y hasta en acusaciones crueles. Enseñar es en sí misma la asignatura más difícil, y no cabe duda Por Luis Ángel de la VIUDA que enseñar en aquetellana madrileña tenía los mismos ecos, las llos lejanos años cuarenta y cincuenta- a n mismas vibraciones, el mismo calor e incluso tes del Concilio, antes del desarrollo, antes las mismas limitaciones de mis actos escola- de la democracia- fue más que una asignatura pendiente, un empeño casi imposible. res en el salón de actos de mi colegio. Eran tiempos oscuros y tos maristas de enEs verdad que los hermanos ya no llevatonces, algunos de ellos, como hemos visto, ban hábito y los baberos que les distinguían habían desaparecido por completo. El presi- felizmente en activo, trataron de decirnos dos dente de la Junta de Provinciales de España, sencillas y elementales cosas: aprender muhermano José F. Calleja, usa barba y el ge- cho y ser moderadamente buenos. No pretendieron mucho más. Crearon un neral de la institución es un australiano con aspecto de leñador. Pero los Hermanos te- mundo ordenadamente competitivo y aquellos nían el mismo aire rural y humilde de mis re- famosos émulos de romanos y cartagineses cordados profesores de primera y segunda disputaban sanamente un honrado primer enseñanza. Allí me encontré con algunos. puesto en Química o en Literatura que por Volví a ver, cuarenta años después, al her- toda satisfacción se concretaba en un cuadro mano Julián, un marista que hacía rosarios de honor. Las distinciones no eran desproporen los ratos libres y que a mí me preparó cionadas y nadie o casi nadie merecía una para ingresar en el Bachillerato de los siete descalificación rotunda por su escaso talento, cursos de latín y examen de Estado en la su nula aplicación o su descuidada piedad. Con aquel bagaje fuimos saliendo adelante. Universidad del distrito correspondiente. Estos días se ha dado la lista de los brillantes La presidencia del acto, encabezado en ex alumnos maristas que van desde Camilo este caso por un político de un Gobierno so- José Cela a José Luis Alvarez y desde Moncialista, tenía la misma disposición que cien- cho Borrajo a Tomás de la Cuadra Salcedo. tos de reuniones similares a las que asistí a lo Sería una pretensión excesiva intentar dedulargo de esos trece años. Las palabras enar- cir un denominador común de estas personadecidas y justas de Landelino Lavilla, ex alum- lidades. Está claro que todos ellos han hecho no distinguido y mente de inusual rigor, nos lo que han podido, que nada o casi nada les ofreció una lección, entre magistral y recogi- había sido dado. Ellos pusieron su esfuerzo y da, que tenía novedades en sus formulaciosus errores; los maristas, su mejor voluntad y nes, pero ninguna concesión en su entraña. una fuerte dosis de correosa esperanza. Cuando se habla de la enseñanza religiosa En cualquier caso, entiendo que han sido es muy difícil separar el grano de la paja y cien años que para muchos han merecido la normalmente se cae en generalizaciones peli pena. Q UERIDO Manolo: que en estas fechas se Nadie últimasienten evidentemente sin brújula. mente ha podiGracias por tu esdo conseguir que, Por Felipe RUIZ DE VELASCO fuerzo constante, diadurante bastante rio, casi reiterativo, de tiempo, ríos de tinta impresa se dedicaran a tu persona. Gracias por aquella etapa al frente del Mi- convocar a todos aquellos con programas seArtículos, comentarios, criterios, opiniones nisterio de Información y Turismo, en que mejantes para formar la gran coalición que por supuesto de diferentes matices y caracte- merced a tu labor, no mejorada, ni siquiera permitiera- como en casi toda Europa- un rísticas; unos prudentes, justos, acertados; igualada por nadie, pusiste en órbita un con- éxito electoral. No ló conseguiste y nadie pootros tristes- comprensible- con un tinte de junto de paradores que han sido y son toda- drá atribuirte la menor responsabilidad en desilusión; algunos apuntando una cierta sa- vía, la mejor red de Europa. Que han permiti- ello. Pocos o ninguno podrán sentirse liberatisfacción contenida; los menos- afortunada- do un flujo turístico evidente y han dado de dos de ese obligado deber, si es que de vermente- -mezquinos, ruines, propios del envi- nuestra patria la imagen de una nación prós- dad pensaban en España. dioso que desgraciadamente puebla nuestra pera y acogedora. Y gracias por tu gesto de señor, de gran geografía. Gracias por tu última etapa política tan in- señor, que al comprender que una vez más Sin embargo, ninguno agotó ni puso de tensa, tan accidentada, tan difícil, a lo largo en España a los grandes se les derriba, ofremanifiesto lo que como español creo que es de la cual has vivido incomprensiones, desilu- ces con tu retirada el ejemplo que tal vez permita- -Dios lo quiera- -la reflexión y la rectifinecesario decirte. Sencillamente- como diría siones y bien pocas satisfacciones. José Antonio- gracias. Gracias por tu esfuerzo sacrificando tus cación. Porque cuando todos tengan conciencia de Gracias en primer término por tu total dedi- cualidades personales a mil años luz de colacación a España, por poner a su servicio tu boradores carentes del nivel necesario, am- que te alejaste para no ser obstáculo, cuando enorme e inigualable capacidad, sacrificando parados en tu actividad incansable, para ob- ya la envidia no haga su mortífera función, intereses personales y renunciando a puestos tener prebendas o escaños y corresponder entonces recordando tu mandamiento único- unión- se pueda, aunque ya no nos presiy situaciones que estaban a tu alcance, con más tarde con el abandono y casi- por qué no decirlo- -con la traición. das, ver que tu obra, tu sacrificio, no fue esevidente facilidad. Gracias por tu entrega y comprensión, so- téril. Gracias por tu espíritu de sacrificio para Yo quiero creer que esta opinión mía es la conseguir lo mejor para lo que ahora llaman portando envidias y rencores y contemplando País, y que yo llamo España. Por tu acrisola- cómo lejos de cerrar los cuadros, alrededor de muchos españoles. Y que todos ellos, los da honradez política, virtud poco corriente en del mejor, tal vez del único- que eres t ú- se que sienten nuestra Patria y nuestra bandera, el mundo que vivimos. Tu piso de catedrático, facilita la dispersión, se proliferan los grupos a los que les duele España- otra vez José tu modestia, alejada de suntuosidades siem- o los grupitos y, sin más objetivo que la ambi- Antonio- esos que son los mejores, puedan pre sospechosas. Entré en política sin fortu- ción personal o el protagonismo, se va des- algún día decir: Recordemos con emoción y na- dijiste a quien te lo preguntó- y sin for- membrando lo que a través de diez años tu afecto a aquel hombre que sacrificó cuarenta tuna me marcho. NO muchos pueden decirlo esfuerzo personal consiguió. Un partido políti- años de su vida por esta España mejor. Se co serio con más de doscientos mil afiliados llamaba Manuel Fraga Iribarne. de verdad. CARTA MANUEL FRAGA IRISARME