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ABC MADRID 23-09-1986 página 44
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ABC MADRID 23-09-1986 página 44

  • EdiciónABC, MADRID
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447 A B C SUCESOS MARTES 23- 9- 86 Nunca pasé hambre ni miedo manifestó Raúl Rodríguez después de ser liberado Decían que estábamos en la sierra de Madrid, pero no me lo creía Mérida (Badajoz) Ricardo Domínguez, enviado especial Tras cinco días de angustiosa ausencia, el niño Raúl Rodríguez Porras, de nueve años, se encuentra ya con sus familiares. Todo han sido abrazos y lágrimas, no sólo de sus padres, sino también de los vecinos que incesantemente han recorrido tanto la casa del recién liberado como la de sus abuelos. Raúl, pese al elevado número de horas de tensión transcurridas; aún tiene el aplomo suficiente como para contestar con desparpajo a las preguntas que le realizan los representantes de los medios informativos. Ha sido éste un día pleno de emociones para Raúl, casi tantas como aquellas que viera durante su cautiverio tanto encerrado en una cueva corno en plena serranía de Badajoz. A Raúl ahora parece no importarle lo que ha sucedido, e incluso nos atreveríamos a decir que está contento y feliz ante el aluvión de periodistas que le ha rodeado, ante las cámara de televisión, los micrófonos de los reporteros y los flasazos de los fotógrafos. Es moreno, mide más de un metro veinte centímetros de estatura y con un flequillo de cabello negro que le cubre la frente. Su desparpajo a la hora de hablar es lo que más llama la atención, como también lo es el que no se encuentre en momento alguno amilanado por aquellos que le someten a un bombardeo de preguntas: Al filo de las siete de la tarde, A B C logró entrevistar a solas al pequeño Raúl en una heladería existente junto al mismo parque en donde fue secuestrado. El niño, al que acompaña durante todo el tiempo una tía carnal, pidió para beber un granizado de limón y para comer, bollo. Sin embargo, al final sería un batido de leche merengada lo que bebiera a instancias del familiar, que dijo que no tomara el granizado por cuanto tenía enfriada la garganta. Raúl, que toma los alimentos a gran velocidad y no puede estarse quieto en la silla en la que se encuentra sentado, relata a su manera el secuestro, y en numerosas ocasiones corta las frases de la historia, bien porque se distrae con el vuelo de una mosca o porque alguna que otra niña se acerca con cualquier pretexto a la mesa en la que nos encontramos bien para preguntarnos o para escuchar. Así, Raúl comienza su relato de una forma sorprendente que para él parece no estar exenta de una cierta lógica: De mayor quiero ser geólogo o matemático. Este año he hecho la comunión. Pedí para los Reyes un ordenador, pero no me lo trajeron, porque me podía perjudicar la vista. Y después de esta extraña introducción el pequeño protagonista ya más centrado matiza: Esta mañana, después de que me hubieran rescatado, estuve ya jugando en el. parque con mi amigo Antonio, con la perrita de éste y con otro niño que se Ifama Fernando. Raúl presenta en su pómulo derecho una cicatriz de no menos de dos centímetros de longitud. Al preguntarle cómo se la ha hecho, responde con toda tranquilidad: Ha sido durante el secuestro. Ante tal afirmación su tía realiza una seria denegación con la cabeza. Obligado a dormir en pleno campo, no pude pegar ojo por los ruidos que hacían los grillos llevaron a una casa vieja en pleno campo, a unos veinte kilómetros de Alburquerque. Antoine me engañaba y me decía que estábamos en la sierra de Madrid, pero yo no me lo creía... En este momento de la entrevista el pequeño Raúl nos mira fijamente y dice: Sé que no era la sierra de Madrid porque yo he vivido durante dos años en la calle O Donnell y conozco bien la capital y su sierra. ¿Saben ustedes? Y acto seguido, tras haber dejado claro este tema, prosigue: Ese mismo día aparecieron por la casa dos hombres que parecían borrachos y que Antoine creyó que eran policías. En aquel momento me dijeron que si los extraños preguntaban algo yo les debía decir que era hijo de Antoine. También me aseguraron que si no decía nada estaría en mi casa el lunes a las nueve de la mañana. Tanto Antoine como los otros dos me dieron sus palabra de hombres. Un detalle: en aquella ocasión, cuando llegaron los borrachos, es cuando pude ver la cara de Antoine, que se quitó la capucha. Raúl comienza a sentirse cansado y parece acelerar su relato. Cuenta que el domingo estuvo hablando de geografía con Antoine. Nos preguntábamos cuáles eran las capitales de tal o cual país. Ese día me dijo también (Raúl abre un inciso en la conversación para matizar que sabía en todo momento el gravísimo delito de aquellos hombres que estaban cometiendo con él y los años de cárcel que podían recaerles) que yo no estaría con mis padres en Mérida a las nueve de la mañana del lunes, sino a las siete y media de la tarde de ese mismo día. La etapa final de la aventura vivida por un niño de nueve años ha de encontrarse al quinto día, cuando Raúl es llevado a la sierra y obligado a dormir en pleno campo. Eran las cinco de la mañana y no pegaba un ojo, por los ruidos que hacían los grillos... Un poco después se oyó una voz. Era la del padre, Juan Pedro, que comenzó a gritar: ¡Antoine, Antoine! Este se puso muy contento y creyó que ya habían logrado los cuarenta millones. Momentos después: Juan Pedro chilló: ¡Antoine, nos ha cogido la Policía... La escena- comenzaba a clarear- se pobló de diminutas luces procedentes de gran número de linternas. Un policía se acercó al niño y le cogió en sus brazos. A hombros y durante no menos de un kilómetro le llevó hasta un coche oficial estacionado cerca de la casa vieja de Alburquerque... El juego había acabado. Memoria fotográfica Ya centrados en la realidad, Raúl añade: Estaba junto al parque cuando un señor me preguntó por la casa de mis abuelos. Yo le acompañé, pero en seguida me metieron en un coche; me tumbaron atrás y me colocaron una manta por encima. Pero podía ver. Como me gusta tanto la geografía, sé que salimos de Mérida; que nos dirigimos a la carretera de Badajoz y que el primer pueblo que pasamos era Lobón, donde hay un letrero que dice: 23 kilómetros a La Solana de los Barros y 35 a Almendralejo. Durante el transcurso de la entrevista el familiar ha hecho hincapié en que el pequeño Raúl goza de una memoria fotográfica. Luego- -prosigue el niño- pasamos La Solana hasta que el coche que me llevaba se paró a unos dos kilómetros. Allí me metieron en una cueva y me taparon los ojos con unas vendas y un gorro. Eran varias las personas que estaban conmigo y no me hicieron daño. Al segundo día, cuando les dije que la capucha que me habían puesto me hacía dañó por una herida que tengo en la cara, me la quitaron y pude ver dónde me encontraba. La cueva era muy pequeña. Tenía un hierro en el techo y había un colchón en el suelo. No podía ver a los secuestradores porque ellos llevaban también capuchas. Uno de los que me chillaban- ahora sé que se llama Vicente- le hacían llamar Antoine. También estaba el padre de Vicente, Juan Pedro, y otro que se llama Antonio... Raúl hace un retroceso en el tiempo para decir que, el primer día, uno de ellos estuvo en la cueva unas catorce horas. Al preguntarle cómo sabe el tiempo transcurrido, el niño nos muestra un reloj y dice muy orgulloso: Por éste, que me lo trajo fni padre de Puerto Rico, y le costó sesenta y cinco dólares. El pequeño héroe continúa relatando que comía de capricho, como si estuviera en un restaurante. Si pedía calamares o filete, me lo traían. Nunca pasé hambre ni miedo... AI tercer día me enteré de que mi padre había llamado a la Policía, y fue entonces cuando me metieron en un Citroen CX Palas y me VENTA DE FINCA- FABRICA Restaurante Chino i EXCELENTE COMIDA CHINA, ELEGANCIA Y PRESTIGIO PRECIO ASEQUIBLE Calle Marqués de Leganés, 2. Tel. 22213 71 (Metro Callao) Calle Antonia López Aguada, 10. Tel. 20154 71 (zona Norte) Hasta las doce horas del día 7 de octubre de 1986 se admitirán en el Banco de Crédito Industrial, S. A. plaza de los Apóstoles, 9, Edificio San Leandro, 30003- Murcia, ofertas de compra de una finca- fábrica sita en el Polígono Sierra Ascoy, Cieza (Murcia) que anteriormente fue fábrica de cordajes y tubería de material plástico. 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