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ABC MADRID 01-08-1986 página 77
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ABC MADRID 01-08-1986 página 77

  • EdiciónABC, MADRID
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DE SEMANA Primera sesión Sábado cine Estrenos TV No supo Pepe Iglesias El Zorro llevar su humor radiofónico a las pantallas Pierre Mondy fue el encargado de interpretar el personaje de Napoleón en esta múltiple coproducción Camerón Mitchell, uno de los intérpretes de El extraño ¡Che, qué loco! de Ramón Torrado. 1952. Blanco y negro. Ochenta y siete minutos. Sábado, a las cuatro y cinco, por la Primera Cadena, en Primera Sesión Austerlitz de Abel Gance. 1959. Color. Ciento veinticuatro minutos. Sábado, a las once menos cuarto, por la Primera Cadena, en Sábado Cine El extraño de Lee H. Katzin. 1973. Color. Noventa y cuatro minutos. Domingo, a las cinco, por la Segunda Cadena, en Estrenos TV Hay cómicos de la radio o, más recientemente, de la televisión, que no logran, en la pantalla grande, el éxito que obtienen en las ondas. Este es el caso, en el cine americano, de, por poner sólo un ejemplo, Chevy Chase, y algo similar le sucedió al argentino Pepe Iglesias, El Zorro en esta su primera y, salvo error, única incursión en el cine español. Era, cuando se realizó el filme, Pepe Iglesias, un hombre que gozaba de la máxima popularidad, y sus remoquetes habían pasado a formar parte del lenguaje cotidiano, habiendo algunos llegado hasta nuestros días, aunque ya nadie recuerde su origen. Y, sin embargo, su actuación en ¡Che, qué loco! pasó con más pena que gloria. De otra parte, a más de treinta años vista, puede hasta resultar increíble que su peculiar sentido del humor pudiera tener el éxito que tuvo en su momento. Lo más atractivo, a escala enacdótica, del filme es el poder ver a dos actrices, una- Silvia Morgan- olvidada, y, otra, siempre de actual i d a d aunque semirretirada- Emma Penella- que entonces empezaban y que tuvieron momentos de espledor. Y, como valor añadido, la actuación del siempre eminente José Isbert. Fue Abel Gance, que vivió hasta pasados los noventa años, el auténtico patriarca del cine francés, y ésta es su penúltima película, siendo la postrera Cyrano y D Artagnan que rodó, precisamente, en nuestro país. Autor, en la época del cine mudo, de obras tan notables como La rueda y Yo acuso su logro máximo fue Napoleón un filme maldito que sufrió numerosas manipulaciones, dado que, a su desmedido metraje, se añadía el que, en más de un aspecto, se adelantaba, formalmente, a su tiempo, y que recientemente ha sido reconstruido, habiéndose exhibido no hace mucho en España con acompañamiento musical, en el escenario, de una gran orquesta dirigida por el autor de la partitura compuesta epecialmente para el filme, Carmine Coppola, padre del realizador del mismo apellido. Como el título indica, en Austerlitz vuelve Gance a ocuparse, más de treinta años después, del personaje de su opera máxima aunque es de justicia decir que en esta ocasión los resultados no son ni siquiera comparables a los del original. De coproducción francoitaliano- yugoslavo- liechteinsteiniana, el filme se pierde, sobre todo en su primera mitad, en una serie de escenas cuyo principal fin parece ser el de mostrar, encarnando a personajes menos secundarios, a estrellas célebres del momento, que van de Orson Welles a Claudia Cardinale, pasando por Martine Carol y Vittorio de Sica. Napoleón está encamado por Pierre Mondy, Nada tiene que ver este telefilme con la película de igual título dirigida e interpretada por Oteon Welles, que TVE emitió no hace demasiado tiempo. Lo que ahora se nos ofrece es un relato de cienciaficción, con derivaciones vagamente políticas, no demasiado estimulante ni excesivamente imaginativo, pese a que su punto de partida- -un astronauta cae con su nave en un planeta que resulta ser, en apariencia, gemelo del nuestro era prometedor. La realización es funcional, pero no brillante, y en el reparto figuran, al lado del mediocre protagonista. Glenn Corbett, una serie de viejas glorias entre las que cabe destacar a Dean Jagger, Lew Ayres y Cameron Mitchell. Domingo cine María Zef de Vittorio Cottafavi. 1978. Color. Ciento veintitrés minutos. Domingo, a las diez cuarenta, por la Segunda Cadena, en Domingo Cine meros poemas- y que, en clave de melodrama naturalista- valga ía aparente paradoja- nos cuenta una historia de pasión y muerte. Director, por así decirlo, atípico, Cottafavi no ha gozado del prestigio a que buena parte de su obra le hace acreedor, en buena medida por el hecho de haber cultivado preferentemente un cine de género sin desdeñar las películas de romanos a las que en su momento nadie concedía la menor atención. Pero es un realizador inteligente, sensible y eficaz, cuyo trabajo merecería una revaloración. En María Zef da prueba de su talento, aunque, con el doblaje, el filme pierde una de sus características fundamentales, la de su dialectalidad. A B C 77 La sección de Vídeo se publicará mañana Debido a problemas de espacio, nuestra habitual sección de Vídeo de los viernes se publicará mañana en estas mismas páginas. VIERNES I- 8- 86 Apartado de la pantalla grande, desde 1964, año en que realizara en nuestro país Los cien caballeros que muchos consideran su obra maestra, Cottafavi ha dedicado su actividad desde entonces a la televisión y, de hecho, para la RAÍ italiana está producida esta película que, según parece, el realizador soñaba con hacer desde su primera juventud, cuarenta años atrás. Se trata de la adaptación de una novela de Paola Drigo, escrita en dialecto friuliano- e l mismo en que se expresó Pasolini en sus pri- El poeta Siró Angelí, posó como actor, además de participar en el guión

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