ABC MADRID 09-02-1986 página 134
- EdiciónABC, MADRID
- Página134
- Fecha de publicación09/02/1986
- ID0001540599
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1) 1111 t í- yí iim Anfonto Mnceda I JMIJIÍ J 4l A 1 J JiiJ Ídolo, porque crtte que para erlo M ncGonMa un cnfínmi esptcral d e l qu? r. Droicoi- Apaclbro, cnlmoH ftincoro y diacrnto. u buen hficar en los lerronofl de uogo Je h a c ú n d u c u o a la fama y a con veri I r M or el anlIhOroC llplco tío una póUcula OHpuno íulboUBla de é foPl 2 padre de ramlIlB. m N O m u n alto ni U n rubio como el seníido de la proporcióD, engañoso y d e t l u m b r a m e del d u b dormido que le encaramñ a la fama pre (e a d i ó hacernos creer- N i (an suyo ni (an rancio, ni tampoco una golo ina que empalague, B predsaiaenie io que aparenta. N i siquiera inlcnla de ptirar. Mide 1, B 9 de csiaiura, iicnc el pelo color castaño c l a r o nada m Con una expresión severa que Te sale del ceno, que no dcri alma. Antonio Maceda sonríe accidentalrncnic, en unos icgunílos moculadorcs q u se concede y cono dtf a ÍÁ miíjino y a au wnríiw, gomo un germen vivificante para t u organismo. Aunque tampoco abusa. E l o r á c u l o d é l í i c o que ohenió a los griegos hada b spJícaciÚD de las lecciones (Leí limite V La moderación debe fluii también por Id hienle de idspiraciún ética de este futbolista de veintiocho años Su mc or defimdón, la de la herenaa de los griegos del Templo de Apolo, en Dclft s, y la de A n t o n i o Maceda. una regla: Nada en dema fa Su hogar rezuma bienestar y polvos de talco, Vanessa. Alberto y A n a sus hijos, se encargan de perfumarlo Rodeado de esos ped a o de plá -iico muicicolorcs que l l a m a n juguetes, A n t o n i o Maccda coerce, con tesón, el derecho a ser padre- M e considero un hombre plenamente feliz en el aspecto f a m i l i a r t o d o c u a n t o tengo lo he conseguido con mi csf u o i f o nadie me ha r o g u l a d ü nada, aunque no mego haber tenido sucrie A p a c i o l e calmo, saborea con la mirada la flor de Pascua que preside la mesa del comedor, la pulcritud del frutero que la puerta entreabierta de la cocina no esconde y. a través del ventanal, el jardín que Las afueras de Madnd regalan aún, en porciones, a quienes, como e l gust a n d e La v i d a r u r a l P a F a cuando llegue el momento Je reOrarme, tengo la fortuna de poseer naranjos en mi pueblo- S o gunto (V a l e n c i a) Pero por el momento disfmio ejeiaendo m i profesión. D e j ó dicho Sócrates que no puede a La verdad más que a rav del incevanfe diálogo, cuya umca motivadón no es otra que la del verdadero amor a la verdad Y o intento ir siempre coa la verdad por delante, Oui cd ésta mi mayor virtud. Creo que, en ocasiones, callar, por discreción, es lo mi s honesto, (A l maestro ateniense le condenaron sus conciudadanos por su excesiva rectitud moniL Sobreviene adern La fábula del hom- bre conquistador que salió de su cueva, d e r r o t ó a las fieras, derrotó, poco a poco y con mucho ingenio, al hambre y al SnaL se derrotó a si mismo) -E s poüble que para convcrurse en un auténtico ídolo de b afición madndisla sea preciso haL- er piruetas como Hugo Sánchez, tener el atractivo de Butragueno o cL carácter polémico de Juauito... (A f i r m a c i ó n positiva a una pregunta de ngor. Yo nunca me ne planteado ser un ídolo, entre oirás cosas porque no creo que sirviera p i t a ello. Si estoy de mal h u m o i h iiJC tpaj. de MIIIKIU J un füíocraio o de ñraiaf mngún autógrafo. Para ser un idolo hace falta un cansma especial deJ que care co, Aniofifo Maceda atc iá a entrenar, cada mai juia, al volante de un idos caballo roio. matricula 14 FDEo Gama la C r u i