ABC MADRID 09-02-1986 página 19

DOMINGO 9- 2- 86 OPINIÓN: -ABC, pág. 19 LA COORDINACIÓN L VII C o n g r e s o de Alianza Popular que se clausura hoy ha de entenderse en múltiples y distintas coordenadas, entre las cuales no es la menor- -tampoco la mayor en sentido estricto- -la ratificación del liderazgo de Manuel Fraga. Junto a este hecho, avalado por el fervor de la militancia que reconoce en su líder la posibilidad de un cambio real respecto a la ficción del cambio actual, hay que establecer otras características de profundo contenido político. Galicia, tierra natal del líder aliancista, es hoy ejemplo de cómo la actual estructura de Coalición Popular, nucleada en torno a Alianza Popular, puede resultar insuficiente en una configuración electoral frente al partido en el Gobierno. La coordinación de los diversos sectores de centro y derecha- -Roca, Segurado, Alzaga, Ardanza, Pujol y Fraga- -es imprescindible. Ni siquera en Galicia ha podido gobernar sola Coalición Popular. Coalición Popular triunfó en Galicia y, por no haber alcanzado el listón de la mayoría absoluta, del cual tan próxima quedó, la región vive aún en la inseguridad respecto al futuro de su gobernabilidad. Es en ese cauce natural en el que se ha instalado Manuel Fraga ante el Congreso de su partido. Al decir que en este momento histórico es inevitable la concurrencia, la política de alianzas y de coaliciones Fraga ha venido a demostrar nuevamente su sentido del Estado. Y unido a ello, un necesario e importante acuerdo democratizador de carácter interno, que propulsará al partido cara al futuro. También la lista de compromisarios elegida ayer confirma este dato. Los dos nombres más votados han sido Gerardo Fernández Albor y Miguel Herrero de Miñón, dos políticos a quienes une, esencialmente, su verdadero perfil liberal e integrador y su nula relación con la España oficial que terminó en noviembre de 1975. Ante el plenario de AP, Fraga no ha tenido ningún inconveniente en abrir la posibilidad de acuerdos concretos con otras fuerzas políticas y sociales caracterizadas por la defensa de un mismo modelo de sociedad, opuesto al paulatino y progresivo intento estatalizador PREGUNTA VICIABA N reciente comentario editorial (ver ABC del 1- 2- 86) hemos analizado la pregunta del referéndum: Un fraude electoral apostillábamos. Así es, en efecto, desde el punto de vista político. Pero importa ahora volver sobre la pregunta y enjuiciarla técnicamente, en su condición de mensaje d e s t i n a d o a b u s c a r la aquiescencia de unos receptores, el cuerpo electoral. La pregunta se formula precedida de un preámbulo en que se expone primero la actitud del Gobierno sobre la necesidad de la permanencia de España en la Alianza Atlántica y a continuación se aducen los términos de la permanencia. Lo primero que cabe observar es la inequívoca voluntad de manipulación que subyace al planteamiento de la cuestión. La pregunta se encuentra ya contenida en el párrafo inicial del preámbulo. Compárese: El Gobierno considera conveniente para los intereses nacionales que España permanezca... con ¿Considera conveniente para España permanecer... Basta ha- E que caracteriza la acción del Partido Socialista. Las aportaciones que a la Coalición Popular realizan en este momento los coaligados a Alianza Popular, PDP y PL, c o n s t i t u y e n u n a buena base sobre la que construir la definitiva cooperación entre afines. Desde el PNV a Convergencia i Unió, ejemplos ambos de que el PSOE no es imbatible; desde el reformismo que inspira Miguel Roca a los movimientos sociales aglutinados en la Plataforma Independiente; desde los andalucistas a todos aquellos que, siendo hombres y mujeres de a pie, desean un efectivo cambio del cambio porque interpretan la nación desde la perspectiva de la efectiva libertad, del juego limpio de la economía de mercado, de la Constitución que los rige. Al manifestarse por la coordinación, que no significa ni unión ni mucho menos absorción, Fraga ha lanzado a su propio partido el mensaje más ilusionante posible para poder presentarse con garantías de éxito ante la convocatoria de las urnas. E eer interrogativa la enunciación. Es esta orientación de la pregunta hacia la respuesta favorable lo realmente significativo en el mensaje gubernamental. Los puntos en que se exponen los términos de nuestra permanencia en la OTAN tienen una función en parte decorativa: si para los analistas políticos sigue siendo un enigma el Estatuto de la participación de España en la Alianza, cómo va a negociarse desde fuera de su estructura militar la no nuclearización y qué significa efectivamente la reducción de la presencia militar americana, imaginemos qué sentido podrá tener para el elector medio: se trata, sobre todo, de acumular razones para abrumar a este elector, y ello con una vaga connotación pseudopacifista y pseudoprogresista. Salvadas ya las buenas intenciones del Gobierno, asegurada la continuidad de la política de abrazos con Fidel Castro y Daniel Ortega, se llega a la pregunta. No se le pide al elector que diga sí o no a la permanencia de España en la Alianza; lo que de verdad se le pide es que muestre su acuerdo o desacuerdo con el Gobierno en los términos acordados por el Gobierno de la nación Esto es, se desvía la atención de la cuestión decisiva y se coloca al ciudadano ante la disyuntiva de autorizar o desautorizar al Gobierno, mediando en la pregunta el nombre de España. Sutilmente se lleva así al e l e c t o r a la d i a l é c t i c a patriotismo- antipatriotismo; se orillan, pues, los elementos objetivos para introducir connotaciones emocionales, y por eso en el preámbulo no se ha tenido inconveniente en mezclar términos heterogéneos. No sólo no es una pregunta equilibrada, como elegantemente señalaba Miguel Herrero; es una pregunta viciada de raíz, porque procede de la secreta convicción de que la voluntad popular es manipulable, y por si hay alguna duda, ahí está la sustitución de OTAN por Alianza Atlántica. Es la pregunta típica de los regímenes no democráticos: ¿Está usted de acuerdo conmigo o se atreve a disentir? Diga Sí o No al Gobierno de la nación. Al Gobierno, que ya h. a decidido en nombre de los intereses nacionales VICTORIA DE LO RAZONABLE momento, aunque parece que definitivamente, se ha impuesto lo razonable en la política de Galicia. Coalición Gallega flexiona, desde la reconsideración sobre cuál era la voluntad de sus votantes, hacia el entendimiento con su interlocutor natural: Coalición Popular. Carecía de sentido lógico que los centristas gallegos se fueran del brazo, a formar Gobierno, con los socialistas. Suponía una quiebra y una violación, moralmente ciertas, del mandato electoral que habían recibido de sus electores. Lo importante ahora es que las aguas han vuelto a su cauce, por una mayoría aplastante de votos en el seno de Coalición Gallega. Un centrismo que incluyera en sus aspiraciones o alternativas el pacto con los socialistas habría de dejarlo muy claro en su oferta electoral. Presidente- Editor GUILLERMO LUCA DE TENA Director LUIS MARÍA ANSON Director de ABC de Sevilla Francisco Giménez- Alemán Subdirector: Antonio Burgos ABC Subdirectores Darío Valcárcel, Ignacio Ramos Manuel Adrio, Rafael de Góngora lates da Redacción: J Amado (Documentación y Archivo) J. Ayuso (Economía) J F Dorrego (Internacional) A. A González (Mañana) J Javaloyes (Opinión) L. López Nicolás (Reportajes) C Mantona (Nacional) J Ofmo (EdK Sn) L Prados de la Plaza (Tarde) J. M Santiago Castek) (Colaboración) J Vila (Noche) Secciones: j Rubio (Arte) A. Garrido y J. Espejo (Confección) F. L. Agudin (Cultura) J C Diez (Deportes) C. Prat (Dominical) A. Yáñez (Edición Aérea) R. Gutiérrez (Educación) J I García Garzón (Espectáculos) J. Pato (Gráfica) M. A. Flores (Huecograbado) F. Rubio (Ilustración) C Navascués (Madnd) E. de Diego (Política) J L. 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