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ABC MADRID 12-12-1985 página 59
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ABC MADRID 12-12-1985 página 59

  • EdiciónABC, MADRID
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JUEVES 12- 12- 8 Í- -DEPORTES ABC, pág. 59 4- 0: El Real Madrid protagonizó otra gran hazaña en las competiciones europeas Goles de Valdano y Santillana (dos cada uno) Molowny planteó un partido netamente ofensivo y el equipo respondió a la perfección que sirven para eliminar al Borussia El Bernabéu, totalmente repleto de público, vivió otra gran fiesta madridista Lo mejor de los milagros es que a veces ocurren, y en el estadio Santiago Bernabéu, morada ayer de ciento veinte mil espíritus hechizados, ocurrió el milagro. Quienes esperaban una noche triste como la de Hernán Cortés, o una noche osque en el fútbol, como en la guerra, la valentía es la esencia de la estrategia, y el Madrid tiene el deber sempiterno de ser vafiente. Valiente y orgulloso, porque la felicidad siempre es orgullosa. Molowny, en esta batalla, supo imprimirle al equipo ese orgullo apasionado que lo ha conducido a la victoria erv un partido que había de ser planteado- -porque de por medio estaba la supervivencia- a cara de perro. Un partido, como dicen ahora mucho los aficionados al fútbol, dantesco, y puestas así las cosas, se podría decir que el dispositivo táctico del Madrid estaba inspirado en la Divina Comedia atrás, una montaña inversa, con Salguero, que s e mostró nervioso, ayudado por Camacho, Maceda- los dos inconmensurables- y San José; en el centro, escalonados en terrazas, Callego, Míchel y Juanito; y adelante, Butraguepo, Santillana y Valdano, girando en redobladas evoluciones, con, Maceda actuando de caballo troyano en el área alemana. Si aceptamos que el Paraíso era la portería del Borussia, señalemos, que Sude estaba destinado a hacer el papel de Adán- -se quedó desnudo en más de una ocasión- y los delanteros blancos, el papel de Eva, dándole al portero a morder la manzana envenenada que cura, como la de San Juan de la Cruz, se encontraron con una noche de fiesta en los jardines de España, que en eso se convirtió el césped de Chamartín cuando el Real Madrid anotaba en el último minuto el gol que rendía el alcázar alemán. sólo picó en cuatro ocasiones, aunque las necesarias para forzar la capitulación de los temibles alemanes. Este hombre, Sude, protagonizó despejes con los puños que revelan por qué en lengua alemana, que es una lengua hecha para expresar conceptos, a los guantes se les llama zapatos de las manos El batallón alemán Del Bomssia, todo el mundo esperaba un batallón típicamente alemán, de esos que producen un efecto inmueble y que cuando marcan el paso sobre el campo de fútbol, el campo va quedando perfectamente alisado. Un batallón de h o m b r e s que van creando el vacfo a su alrededor, conscientes de que su única fuerza es la fuerza y convencidos de que mejoran y embellecen el mundo al devastarlo. Todo el mundo esperaba caras feroces y piernas de fuego. Piernas largas y obediencia decía Nietzsche) Pero el Borussia, ni nadie, esperaba la potencia de fuego empleada por la Brigada Ligera que, al mando de Juan Gómez, presentó en el campo de batalla el Real Madrid. Cuando a los cinco minutos Valdano remató el primer servicio de Juanito, a los alemanes se les metió el resuello en el cuerpo. Cuando a los diecisiete Santillana En el fútbol, como en la vida, nadie está obligado a lo imposible, menos el Real Madrid, que en una noche histórica, y a impulsos del orgullo que alimenta su leyenda, vengó el desastre de Dusseldorf Somos un equipo orgulloso, y sólo pensamos en la venganza había proclamado Emilio Butragueño) aniquilando en la capital de España al batallón alemán de los borussers trece hombrones asustados que, al instante de entregar su espíritu, sólo tuvieron tiempo para mirar al cielo jubiloso del estadio y pronunciar la plegaria de los náufragos fenicios: Dioses, no me juzguéis como a un dios, 3i no como un hombre a quien ha destrozado el mar. E! artífice de la gesta fue el Real Madrid, y el artífice del Real Madrid, Juan Gómez, que dirigió con el denuedo y la valentía de Errol Flyn la carga de la Brigada Ligera sobre las fortalezas alemanas. (Había que ver al Buitre, que en alemán se conoce por gallo de los muertos escalando y picoteando torreones de la envergadura de Hannes o de Frontzeck. Pero la cosa, ahora, es ponerse a contar de forma cabal el acontecimiento. Todos aquellos que reprocharon a Molowny la carencia de un esquema habrán descubierto Valdano minutos la pareja repitió la- jugada, los alemanes ya lo dieron todo por perdido, seguramente presas de lá superstición que a los equipos europeos inspira la leyenda blanca. Trece veces tiró a puerta el Real Madrid en el primer tiempo, e hizo dos goles. (El Borussia lo había intentado en cinco ocasiones) Once veces tiró en el segundo tiempo, e hizo otros dos goles. El Borussia sólo pudo intentarlo en dos oportunidades. Les había fallado la rutina, y es fama que, cuando a un batallón alemán le falla la rutina, del batallón ya no queda nada. El Borussia, a pesar de los esfuerzos de Lienden (un Richelieu sólo contra los mosqueteros defensivos blancos) estaba vencido desde el momento en que se creyó vencido, y eso ocurrió al recibir el segundo gol de Valdano. Santillana concluiría el palimsesto: borrar el guarismo de Dusseldorf para estampar encima el guarismo de Madrid. Los aficionados ya pueden amar al Real Madrid eternamente, y aún después, porque, ¿cuándo podrá palidecer su gloria y el brío impetuoso de su ataque? El mundo entero quedó asombrado. Honor a su heroica carga. Honor a la Brigada Ligera. Ignacio RUIZ QUINTANO Ficha técnica Real Madrid: Ochotorena, San José (Cholo, minuto 75) Camacho, Maceda, Salguero, Juanito (Martín Vázquez, minuto 90) Butragueño, Míchel, Santillana, Gallego y Valdano. Borussia: Sude, Krisp (Hochstatter, minuto 46) Frontzeck, Hannes, Hariovsen (Herbst, minuto 7) Borowka, Drehsen, Rahn, Lienen, Mili y Criens. Goles: 1- 0. Minuto 5. Valdano, de cabeza, a centro de Juanito. 2- 0. Minuto 17. Valdano, en jugada similar. 3- 0. Minuto 76. Santillana, de cabeza. 4- 0. Minuto 89. Santillana, resolviendo un barullo en el área. Arbitro: MaGinlay (escocés) Mal. Amonestó a Míchel, a Juanito, a Lienen y a Maceda. Sin sentido de la colocación, estorbó vanas acciones de los jugadores. En el minuto 63 no se atrevió a señalar una falta en el área, de la que fue víctima Juanito.

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