ABC MADRID 26-07-1985 página 95

DE SEMANA Sábado cine Largometraje Estrenos TV M A i 1 v ük Alain Delon, con poblado mostacho, es el gitano de la película de Giovanm uH i H Un Cary Grant de labios granates, acosado por la insinuante mirada de la oronda Mae West Los jóvenes actores del filme son los más entonados del telefilme El gitano de José Gtovatmi. 1975. Color. Noventa minutos. Sábado, a las once menos veinte, por la Primera Cadena, en Sábado Cine Lady Lou de Lowell Sherman. 1933. Blanco y Negro. Sesenta y tres minutos. Domingo, a las diez y media, por la Segunda Cadena, en Largometraje La prole de Mnlligan de Noel Black. 1977. Color. Setenta y un minutos. Domingo a las cinco, por la Segunda Cadena, en Estrenos TV José Giovanni es un apreciable autor de serie negra que, tras ver adaptar al cine varias de sus novelas, alguna de las cuales convirtió él mismo en guión, decidió un buen día pasar tras la cámara y dirigir sus propias películas, obteniendo, en más de una ocasión, resultados apreciables. En el caso de El gitano -que, entre nosotros, se estrenó comercialmente como Alias el gitano -antes que un intento de indagar en el comportamiento del grupo étnico al que pertenece el protagonista se trataba de proporcionar a Alain Delon, que le encarnaba, un pretexto para proceder a un cambio de imagen del que a la sazón el actor francés estaba realmente necesitado, dada la monotonía en la que estaba cayendo al interpretar siempre al mismo personaje, independientemente del lado de la Ley al que se encontrara aquel. Y, en efecto, el Hugo al que encarna el que fuera protagonista de Visconti en títulos como El gatopardo Boccaccio 70 y Rocco y sus hermanos nos da una imagen distinta del actor, a comenzar por el físico, ya que se ha dejado crecer un poblado mostacho. Pero, con todo, los esquemas no han variado demasiado. Y Delon sigue siendo Delon, borrándose, a su servicio, la por otra parte no excesivamente definida personalidad de Giovanni. Annie Girardot, con su habitual histrionismo, asume el principal papel femenino. A su lado, su marido en la llamada vida real Renato Saivatori, y Paul Meurisse. Ambos sobreactúan notablemente. VIERNES 26- 7- 85 Mae West, protagonista de este estimulante filme, segundo de los que interpretara, pertenece ya, y ello desde hace décadas, al ámbito de la leyenda. Llegada tardíamente al cine, había sobrepasado la cuarentena- cuando ya era una institución en los escenarios, desde de prácticamente principios de siglo, la actriz, que escribía sus propias obras teatrales y los diálogos de sus películas, que según más de uno también dirigía, al menos en las escenas en que intervenía que eran prácticamente todas, creó un tipo peculiar de vamp Lady Lou ya se ha dicho, es la segunda de las no demasiadas películas que- l a última, a los ochenta y seis años confesados Parece, a juzgar por las muesprotagonizó. Y es una de las más características de su inimitable es- tras que se nos ofrecen, obsesiva tilo. Basada en una obra teatral la preocupación de los fabricanpropia, Diamond ül que alcanzó tes de telefilmes americanos por gran éxito en los escenarios y que narrarnos los problemas de los enla misma Miss West convirtió en trenadores deportivos. No se cuennovela, editada entre nosotros por tan, en efecto, los títulos protagoniMolino, la película es a la vez me- zados por hombres dedicados a lodramática y paródica, sexy y anti- esta profesión. Y entrenador- tras convencional. Está, por otra parte, haber sido jugador, claro está- es excelentemente realizada y cuenta el protagonista de esta comedia en su reparto, además de con sentimental de tipo familiar en la Mae, con un galán que a la sazón más estricta acepción del término, comenzaba y del que ella hizo una resuelta con excesivo ternurismo, estrella: Cary Grant. El filme fue sólo paliado, de vez en cuando, por un relajante sentido del humor. nominado para el Osear. Detrás de la pantalla- LA CORBATA Y LA PROPIEDAD INTELECTUAL En esto del uso de la corbata los autócratas, cuyos patronos ideológicos no tuvieron inconveniente- e s más, lo hicieron a gala -presentarse en los plenarios parlamentarios constitucionales de 1978 y 1979 a cuello descubierto, se han puesto muy rígidos, y en carta que el jefe de Personal de TVE envía al presidente del Comité de empresa se niega, deniega y recusa al personal subalterno el derecho y la libertad de no usarla, exactamente como hacen Nicolás Redondo y compañía de nómina sindical en la Cámara Baja. Las razones que se aducen para que estos empleados no vayan sin esa prenda ni en Torrespaña ni en Prado del Rey, amén de las múltiples dependencias- hemos escrito múltiples- que el Ente tiene en Madrid, son de este jaez: En su día se accedió a la sustitución del traje en el uniforme de verano por su actual composición; ahora se quiere suprimir la corbata... Se está produciendo una progresiva degradación de la uniformidad en este sector profesional (O sea, que los directivos de RTVE, los mandatarios del holding los directores de cadenas condenas, el secretario general; Balbín, Puértolas, el que quiere ser presidente, el corresponsal en la Casa Blanca, el que pica los billetes y el sursum cordam del tema pueden ir en mangas, capirotes, sin corbata, con gorro frigio, en camisa de once varas, como Mellizo, etcétera, y el cuerpo de subalternos no, cobrando, claro, menos... Para más inri en el contrato que con fecha 16 de julio de este año se firmó a un Conductor de Unidad Móvil B- 11 por 3.569 pesetas al día, se dice en uno de los párrafos lo siguiente: Hago constar también por la presente mi voluntad de ceder y transferir a TVE, S. A. dentro de las condiciones económicas referidas, sin reserva de ningún género, cara a todo el mundo y a perpetuidad, y sin más límites que los que por ley son irrenunciables, la integridad de los derechos de propiedad intelectual e industrial y de imagen que me corresponden... ¡Toma autoría, imaginería, creatividad y difusión, audiencia! Esto se firma sin bochorno, con sello, fecha y contraseña, por los autócratas. Razón tienen los viejos castellanos que dicen ni sirvas a quien sirvió ni pidas a quien pidió SPECTATOR A B C 95