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ABC MADRID 17-07-1985 página 50
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ABC MADRID 17-07-1985 página 50

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC, pág. 50 TRIBUNA ABIERTA MIÉRCOLES ¡7- 7- 85 L último libro de Julián Marías, España inteligible, es un libro liberador. Acaba con las interpretaciones deformantes, mutüadoras, confusas, incomprensibles y conflictivas de nuestra realidad histórica; pero, sobre todo, nos da una imagen coherente, completa, inteligible, clara, nueva de nuestra historia; es decir, de nosotros mismos, de nuestra identidad española. Esto significa que desde hoy tenemos mayor holgura y confianza, mayor libertad para imaginar y realizar proyectos de altura, para continuar, innovadora y más profundamente, siendo lo que hemos sido, somos y tenemos que ser. Dado el estado de la opinión actual, semejante aserción puede parecer extravagante e incomprensible, pero ello se debe al descuido U olvido en que tenemos nuestras más genuinas y fecundas posibilidades históricas. E 1 1 UNA IMAGEN NUEVA DE ESPAÑA Por Juan eso precisamente se trata; lo constitutivo del hombre es su historia, su proyecto libremente elegido. Si la historiografía al uso lo olvida o desconoce- y sólo hace hincapié en los recursos- medios, estadísticas, datos -es porque su interpretación del hombre dista mucho de considerarlo como una realidad personal, proyectada hacia el futuro y, por tanto, radicalmente libre. Esta consideración fundamental es la que separa el libro de Marías de las historias actuales, la que da sentido y peso a su narración. Marías cuenta la historia de un destino: el nuestro. El proyecto histórico cuya realización va a ir formando la nación española primero, y el mundo hispánico después, viene de la HispaEsta nueva imagen de España no se ha nia romana y está constituido por la pretengestado de la noche a la mañana. En alguna sión, renovada y explícita a lo largo de los simedida puede decirse que no es sorpren- glos, de conservar, desarrollar, mejorar, dente. Marías lleva escribiendo desde hace transformar y potenciar ilimitadamente a tramuchos años sobre los más diversos aspec- vés de la interpretación cristiana del mundo el tos de la realidad hispánica. En realidad, esta legado de la civilización grecorromana. Esta visión global de nuestra historia es el resul- aspiración a la ejemplaridad, a convertir la tado de medio siglo de reflexión filosófica per- norma y el ideal en costumbre cotidiana, y sonal. Marías ha pedido escribir España inte- que es el motor de la construcción de las naligible después de haber desarrollado, ahon- ciones, aparece por vez primera en la Esdado y completado la investigación acerca de paña visigoda. Desde entonces ha sido el las estructuras- hay varias- de la vida hu- Norte que ha guiado nuestros actos y nuesmana; después de haber abierto caminos que tros pasos por la Historia, que ha mantenido transitan por los diferentes planos que la unida y tensa a la sociedad española, en meconstituyen; de haber pensado sobre la inter- dio de las tempestades y vicisitudes más gradependencia de las tres raíces nutricias de ves y peligrosas; el ideal que ha hecho nuesOccidente- l a griega, la romana, la judeo- tra gloria y... nuestro decaimiento durante dos cristiana- encamaciones de los requisitos siglos por lo menos. Aparente paradoja que de la vida que el análisis minucioso de ésta Marías explica por los errores cometidos por pone de manifiesto; después, en fin, de haber los propios españoles y por las trayectorias elaborado una serie de categorías históricas seguidas durante la modernidad por las granque permiten la correcta aprehensión de la des naciones de Europa, olvidadizas de alrealidad humana, que no son los datos, sino guna de sus raíces, y a las que España no los proyectos que se revelan en ellos. Por quiso seguir. En efecto, el olvido o rechazo otro lado, si tenemos en cuenta la procla- de la raíz cristiana- l a pauta de interpretamada filiación intelectual de Marías, este libro ción de Europa- por la que España había luviene a ser el término del más que secular chado tanto, durante tantos siglos, ¿no ha problema de España que se encuentra en conducido a un quebrantamiento y una crisis la raíz misma de la innovación filosófica es- sin precedentes de nuestra civilización occipañola del siglo XX. Noventa años justos se- dental? ¿a una idea de la realidad y del homparan En tomo al casticismo de España inteli- bre, tosca y simplista, que lleva al Cenagal gible: noventa años de pasión compartida por del totalitarismo? Pero ¿cómo salir de la inEspaña y de esfuerzos acumulados por cua- certidumbre que esta alternativa España Eutro generaciones para resolver tos problemas ropa presenta? ¿cómo volver a pisar tierra nacionales. Este es el nivel desde el que está firme? Mediante la filosofía, esto es. la propoescrito este libro y del que hay que tomar po- sición justificada por! a razón, clara, evidente, sesión si se quiere entender su alcance, vis- probada. lumbrar, por tanto, el horizonte histórico del Pues bien, la interpretación verdadera del mundo hispano que se perfila en él. hombre, que nace en Grecia, fecunda el crisEspaña inteligible es tan novedoso por su tianismo y en cuya profundización filosófica la contenido como por el género literario en que España del siglo XX ha tenido papel tan deciestá expresado. No se trata de una Historia sivo, es una interpretación personal del de España más, sino del argumento colectivo hombre, capaz de entender la realidad, autor que la configura y la hace inteligible, esto es, y responsable de sus actos, libre, obligado a de los nexos entre los sucesos que la inte- elegir en cada momento, porque su vida río le gran, del horizonte de posibilidades ofrecidas es dada hecha y tiene que hacerla con las en cada situación decisiva, de la pluralidad cosas; que tiene que justificar su elección, y de trayectorias abiertas y de) a que en cada para ello tiene que pensar; que, por consicaso tue realmente elegida y, en otra medida, guiente, es bueno o malo, no determinado realizada o frustrada Dicho con otras pala- por un sistema de instintos sino por una decibras, lo que Marías nos cuenta es el sentido sión suya y motivada, que puede ser feliz o del drama vivido por la sociedad, la nación infeliz; que quiere seguir viviendo indefinidaespañola, las trayectorias del proyecto colec- mente, sin renunciar a proyectar Ahora tivo que lo han configurado. ¿Historias? De bien, la interpretación cristiana coincide lite- ralmente, desde una perspectiva religiosa, con esa visión de la r e a l i d a d a la cual añade otros rasgos dedel AGUA rivados de la Revelación. De hecho ha sido la religión cristiana la que ha hecho participar a millones de hombres durante casi dos milenios de esa versión de lo real No ha sido, pues, la retrasada España la que ha iniciado un movimiento de regresión, cuyas raíces pueden rastrearse hasta el siglo XVII, que aflora en la segunda mitad del XVIII y se desarrolla en el XIX y XX. Si esto es así, al no renunciar España al núcleo de la interpretación cristiana de la realidad, ¿no ha preservado las posibilidades de su renovación al preservar todas las raíces? ¿No ha hecho posible la interpretación española del mundo una modalidad de pensamiento con que no sólo se ha enriquecido Europa, sino que también supera la crisis a la que le ha llevado su olvido de la raíz cristiana? Bien, pero ¿y el decaimiento español? ¿Por qué haber esperado ai siglo XX para emprender esa interpretación filosófica de la realidad? Cuestiones que obligan, por un lado, a plantearse desde el punto de vista español las trayectorias de las diversas naciones europeas durante la Edad Moderna. Marías esboza algunas, pero es claro que sin una indagación completa de ellas no se tendrá una perfecta inteligibilidad de la historia española. Tarea que los españoles debieran emprender con urgencia- ¿no están llenos de institutos hispánicos, ingleses, germánicos, italianos, etcétera los países de Europa y los Estados Unidos? -y que sería la señal inconfundible de que los españoles han vuelto a tomar en sus propias manos su destino, de que están decididos a participar activamente y sin complejos, junto con los demás pueblos de Europa y América- las naciones no están solas, sino que viven en interdependencia- en la continuación gozosa e innovadora de la historia común. Por otro lado, de estas cuestiones se desprende una verdad esencial sobre la que no se suele meditar bastante: la fe cristiana implica en su raíz una exigencia de racionalidad, de justificación intelectual, en una palabra, de filosofía; no de una filosofía inmutable y perenne sino de un pensamiento abierto y capaz de integrar tos anteriores en la verdad. El haberlo olvidado o no haber sabido responder creadoramente a esta exigencia ha costado a España durante la segunda mitad de la Edad Moderna verse decaída, agredida, maltratada, despreciada. Con pérdidas para nosotros y para el resto de Europa, que se amputaba así de una de sus posibilidades más fecundas. España, escribe Marías, supo decir ante las locuras de Europa como las llamaba Saavedra Fajardo, no es eso, no es eso pero no bastaba con ello; había que haber añadido sino esto otro Es decir, había que haber dado cuenta y razón de su postura y haber propuesto la alternativa de un nuevo horizonte. Ahora que este error o carencia se ha subsanado convendría que nos ocupáramos más ídel asunto. Tanto más cuanto que el pensamiento español del siglo en qué vivimos es una de las condiciones primordiales de nuestro futuro y de la Inteligibilidad de nuestro pasado.

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